Santa Marta y el Magdalena, más allá de Cotes y Caicedo

Santa Marta y el Magdalena, más allá de Cotes y Caicedo

"Hoy Santa Marta y el Magdalena son el centro de atención de la opinión pública nacional, y no precisamente por actos que nos engrandezcan como región"

Por: Cesar Pereira Gallego
marzo 07, 2017
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
Santa Marta y el Magdalena, más allá de Cotes y Caicedo

Hablar de política despierta todo tipo de sentimientos y concepciones, unas positivas y muchas otras negativas. En todo caso siempre existirá, como común denominador, una fuerte relación de la política con el poder que, por su misma dinámica, ha generado y generará todo tipo de discusiones.

Hoy Santa Marta y el Magdalena son el centro de atención de la opinión pública nacional, y no precisamente por actos que nos engrandezcan como región, sino por el altercado de dos personas del común, que, aunque les moleste la categorización e intenten trascender a un nivel de divinidad, no son más que eso, personas del común.

Resulta pues molesto ser el epicentro de las demostraciones de lo que, como Samarios y Magdalenenses, podemos llegar a hacer en contra de nuestros pares cuando los intereses de un sector político, se oponen a los de otro, dejando a su vez a la mayoría en el centro de estas disputas. Disputas que van más allá de simples bravuconadas que, de parte y parte, no han demostrado más que la herencia del narcotráfico, el paramilitarismo, la guerrilla y el equívoco uso de la política en nuestra sociedad.

Este escrito no tienen como fin objetar de ninguna manera el cubrimiento que los medios le han dado a la confrontación entre Carlos Caicedo, exalcalde de Santa Marta y Álvaro Cotes, hermano de la gobernadora de Magdalena, dos personas que claramente participan activamente en la política electoral del caribe colombiano, las cuales, debido a esta circunstancia, terminarán generando más rating y views, que cubrimiento de las necesidades y problemas reales con los que vive la gente. Gente que al fin y al cabo poco le importa las discusiones de la élite política, pues no genera una afectación positiva en ellos como sociedad. Y aunque por años se nos tildó como una sociedad “importaculista” (políticamente hablando), a mi parecer, esto no ha sido más que un argumento que ha buscado legitimar actos vergonzosos relacionados con para-política y asesinato de líderes y académicos en la región caribe.

Hoy no pretendo escribir algo que aumente el morbo ni que genere cierto tipo de publicidad a alguna de las partes, mucho menos dirigirme o atacar a ciertas personas que buscan vanagloriarse de su condición política o social. Hoy mis intenciones como ciudadano, enamorado del Magdalena, es dirigir este escrito a personas del común, que, como yo, ven en sí mismos su desarrollo y contribución a toda una región. Dirigido a aquellos que, como yo, sueñan y están dispuestos a unirse al grito de independencia que sugiere este texto, en el que indico que:

NO estamos dispuestos a un día más de vergüenza para nuestra tierra, que “ellos” no son más que “nosotros”, que resuelvan sus problemas sin involucrarnos, que NO aceptamos poderes escondidos; que por respeto a las instituciones, no pretendan ocupar espacios que no se han ganado o que ya han perdido, pues no poseen cargos vitalicios. Que estamos cansados de que el problema del agua sea culpa del “otro”, que intenten imponer colores y etiquetas a una generación que NO las aceptará, que estamos cansados que los municipios del Magdalena sean tratados como bancos de votos y su gente reducida a una simple estadística electoral, que NO aceptamos un suceso más por el cual terminemos estigmatizados como bandidos y atracadores; que si de amenazas se trata, reciban esto como una advertencia en la que la generación que sabe y está dispuesta a hacer política sin armas y sin autoritarismos disfrazados;  va a por todo, así que no se acomoden mucho en sus sillas, señores dirigentes, que no deben ser nada distinto a donde apoye las nalgas quien representa a la gente y a quien le pagamos para que lo haga bien, ya que sus cargos nunca han debido ser usados como artefactos de poder sino como herramientas de servicio.

Me declaro profundamente indignado y en independencia de ustedes y su actuar. Más que pan o agua, merecemos respeto.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
La trampa del subsidio al diésel: un debate insostenible en tiempos de crisis climática

La trampa del subsidio al diésel: un debate insostenible en tiempos de crisis climática

Nota Ciudadana
En combustibles, el gobierno Petro sigue la receta neoliberal del FMI

En combustibles, el gobierno Petro sigue la receta neoliberal del FMI

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--