La decisión de Enrique Peñalosa con su fórmula vicepresidencial es generosa, arriesgada y totalmente alejada de las mañas políticas que la mayoría de ciudadanos rechazan. Esta fórmula no suma ni un solo voto en los sectores tradicionales, es decir en los oceános rojos de la política. Pero es una jugada maestra de un estratega que arriesga por lo alto, es decir para ganar con decencia y sin engaños, con coherencia. Pero dado el momento de incredulidad y rechazo que viven la mayoría de colombianos, el “juego” hay que darlo en los océanos azules donde están los abstencionistas y el voto en blanco. Por lo tanto esta definición por una desconocida, brillante, tecnócrata y apasionada por la educación, María Isabel Segovia, le sumará a Peñalosa muchos más votos de los previstos, por la fuerte migración que ello podría provocar de quienes aun defienden el voto en blanco. Incluso va a conmover a tantos indiferentes y abstencionistas. Allí está el quid del asunto y la explicación lógica y razonable. Una fórmula distinta, como todo lo que plantea Enrique Peñalosa.
Santos – Vargas Lleras, no sumarían
A juzgar por la última encuesta presidencial donde Santos sigue estancado (apenas sube un 1%, ni siquiera más que el margen de error del 3%), su fórmula vicepresidencial no le estaría sumando. Al contrario, muchos creen que podría restar Vargas Lleras. La explicación estaría en que ambos tienen los mismos votos dentro de la Unidad Nacional. Al contrario de la fórmula arriesgada y valiente con Angelino, esta es una especie de “yo con yo”. Santos se vería obligado a juntar a Vargas, para evitar que este se lance o lo ataque. Mejor tenerlo de amigo a un costo muy alto, ya que de llegar a la presidencia será un co-presidente y administrador de los ministerios. Nadie sabe como harían para soportarse, cuando ambos se crean presidentes con tremendos egos. Esta aventura, le puede salir cara al presidente, ya que una jugada de política tradicional no es bien vista por la opinión mucho menos por quienes potencialmente votarían en blanco que rechazan este tipo de prácticas.
Peñalosa, sería hoy el presidente
De acuerdo con la última encuesta de El Tiempo y La W radio, llegarían a segunda vuelta Santos y Peñalosa. En una segunda ronda entre los dos el vencedor sería Enrique Peñalosa por 40,4 contra 37. Pero aun así Peñalosa tiene dos grandes desventajas no subsanadas. La primera que la encuesta aquella se hizo cuando aun no había sido declarado oficialmente candidato presidencial (su partido no lo ha proclamado, ni la registraduría le había otorgado el respectivo aval). La segunda que tampoco tenía en ese momento fórmula vicepresidencial que le ayude a sumar. Aun así, le ganaría a Santos, y si las elecciones fueran hoy el presidente sería Enrique Peñalosa. Además es el candidato que tiene la mejor tendencia ascendente, y será mayor cuando lo sea con todas las de la ley y muestre su fórmula vicepresidencial. En las encuestas debe valorarse ante todo las tendencias más que las cifras.
La mermelada empalaga, producea "diabetes santista"
El grueso de la opinión pública ve con malos ojos la nociva práctica de untar de mermelada a los parlamentarios para asegurar sus apoyos. Les ha funcionado para hacerse reelegir a muchos en sus curules. Es evidente que las presidenciales son elecciones más de opinión y el pueblo no va a olvidar (ni a perdonar) que quien tiene el frasco de mermelada demostrando arrogante poder, quiera hacerse reelegir con estas prácticas insanas. Por ello en los próximos comicios tendrá poco efecto y al contrario, los independientes e indecisos, tienen claro que por allá no deben asomarse so pena de una “diabetes santista”.
El Voto en Blanco se desinfla
Según la misma encuesta el voto en blanco que antes estaba en el 41%, cae al 16%. Ello significa que la mayoría empiezan a definirse por alternativas distintas a Santos. Peñalosa que sube cerca de 11 puntos (con la misma medición) se lleva el mayor porcentaje de los indecisos. Igualmente lo hace Clara López y su fórmula Aida Abella. El voto en blanco es un fenómeno en las redes sociales y en las comidillas populares, pero a la hora de votar, van los que están definidos en su mayoría. Peñalosa como el típico antipolítico, puede ser el gran beneficiado.
