Tres hechos se presentaron en la primera quincena de marzo, relacionados con las Universidades públicas de Bogotá y los actos protagonizados por grupúsculos de encapuchados.
En la Universidad Distrital en la sede de la Macarena se ha vuelto frecuente que grupos de encapuchados cierren la vía cada vez que se les antoja, con papas bombas, piedras y enfrentando al ESMAD, aumentando las dificultades de movilidad de los vehículos de servicio público y privado que transitan la Avenida Circunvalar de sur a norte, al igual que incomodan a los vecinos de este sector que han sido víctimas del vandalismo de estos seudo estudiantes.
En la Universidad Pedagógica en la sede de la Calle 72 con carrera 11, un grupo de encapuchados entra a la edificación y se dirige al sitio en donde se encuentra la planta eléctrica y deja un artefacto explosivo ocasionando el cierre de la Universidad.
A la Universidad Nacional ingresan unos hombres con las caras cubiertas con medias veladas y pasamontañas, amenazando con armas de fuego a estudiantes “sospechosos” de ser “maleantes” y buscando “jibaros”(expendedores de droga), se presume que hacen parte de grupos de ultraderecha.
Los tres casos citados deben preocupar a las comunidades educativas, a las autoridades de las universidades y a las autoridades en general, no se puede seguir permitiendo que grupúsculos que no tienen propuestas ni revolucionarias, ni ideológicas, se hayan convertido en vándalos al servicio de intereses no claros que amenazan, crean caos, no permiten la normalidad académica y son vándalos que destruyen los bienes públicos y propiedades privadas y generan reacciones no menos peligrosas de otros violentos que amenazan con tomar justicia por sus manos, dejando en el medio a la gran mayoría de la población estudiantil indefensa y atemorizada.
Queda como salida que de una vez por todas se de una gran manifestación de rechazo de las mayorías estudiantiles, apoyadas por las comunidades académicas, las autoridades universitarias y el gobierno, para aislar a estos grupúsculos y así evitar que continúen haciendo daños.
