El empresario vallenato aterrizó a las nueve de la noche el pasado miércoles, 18 de noviembre, en el Aeropuerto Internacional El Dorado en la ciudad de Bogotá. "Me quieren matar", fueron sus primeras palabras a la prensa nacional mientras ocultaba su rostro en una capucha de una abrigo. Gracias a su nacionalidad española, Carlos Mattos logró rehacer su vida en Madrid y eludir durante casi cinco años a la justicia colombiana en donde se le abrieron dos procesos por sobornar a funcionarios públicos para mantener su poder y control sobre la compañía Hyundai Motor Company la cual presidió durante 25 años.
Aunque su fecha de extradición se emitió a finales de enero de 2021, Mattos contrató a un destacado bufete de abogados en España para evitarla, una jugada que estuvo a su favor durante once meses hasta que las autoridades lo entregaron a la Interpol. En la madrugada, un juez le dictó medida de aseguramiento en centro penitenciario, Mattos estará recluido en la cárcel La Modelo mientras espera su juicio.
Le podría interesar:
Los complicados enredos con la justicia de los hermanos Mattos