¿Luis Bernardo Vélez desconocía la “agenda oculta” de Quintero?

¿Luis Bernardo Vélez desconocía la “agenda oculta” de Quintero?

El concejal, punta de lanza de la campaña del movimiento Independientes en 2019, dejó de cuidar las comunicaciones y atacó a su antiguo aliado. ¿Por qué?

Por: Fredy Alexánder Chaverra Colorado
octubre 28, 2021
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
¿Luis Bernardo Vélez desconocía la “agenda oculta” de Quintero?
Foto: Concejo de Medellín

El concejal Luis Bernardo Vélez, punta de lanza de la campaña del movimiento Independientes en 2019, dejó de “cuidar las comunicaciones” y atacó frontalmente a su antiguo aliado en una extensa entrevista con El Colombiano. Las afirmaciones de Vélez solo hacen eco de una creciente insatisfacción con el estilo confrontacional, autoritario y violento de Quintero. No resultan escandalosas (escandaloso lo de la “empresa fantasma” sobre lo cual el alcalde y sus áulicos siguen guardando silencio) o particularmente novedosas; más bien, confirman lo que ya se tornaba evidente: el rompimiento de una coalición electoral sin mayor vocación de permanencia y que no superó el liderazgo personalista del alcalde.

Pues frente a Quintero, al veterano concejal (va por su cuarto periodo en el Concejo) solo le quedaban dos alternativas: hacerle caso como un verraco o marcar distancia.

Pero si hay ciertas afirmaciones de Vélez que resultan inquietantes; inclusive, algunas requieren análisis pormenorizados, en particular lo relativo a la supuesta “agenda oculta” del entonces candidato, es decir, a las verdaderas intenciones detrás de la artificial fachada de independiente sin jefes o partidos políticos que él ayudó a reforzar. ¿Qué había en esa agenda?

Quienes fuimos cercanos a la campaña de Independientes, ya fuera como “asesores” en el diseño del plan de gobierno o visitantes recurrentes en su sede, bien sabíamos que varios sectores de la politiquería tradicional, especialmente del liberalismo y el conservatismo, tenían juego al interior de esa campaña. No era un secreto a voces. El encargado de tramitar esos apoyos, por fuera de las redes sociales y los reflectores, era Juan Pablo Ramírez, a la usanza coordinador político (y a quien andan perfilando como el “sucesor” de Quintero).

Ese era el “trabajo sucio” y el que se hacía con pocos reparos cuando llegaba la noche, como bien señaló el concejal en la  entrevista. Pero si hay que ser sinceros en algo y ahí Vélez debe refrescar su memoria: muchos sabíamos que detrás de Quintero sí había politiqueros de diferente graduación, sabíamos que la pregonada independencia era tan relativa como estratégica, sabíamos que la mano negra del liberalismo tenía harto espacio en esa campaña. ¿Entonces, por qué lo apoyamos y guardamos silencio ante esa realidad?

Personalmente, obedeció a una mera cuestión de practicidad, una elección racional asociada a un voto útil para evitar la llegada “del que dijo Uribe” o “el que dijo Fico”. Al ver la coronación temprana de Alfredo Ramos desde las encuestas, su despreciable vanidad al asumirse como alcalde por derecho de apellido, apoyar a Quintero (realmente el único con posibilidades de derrotarlo) se convirtió en un asunto práctico. Votar por Quintero fue la forma más directa de darle un golpe al uribismo y defenestrar la arrogancia de la derecha local, concentrada en Santiago Gómez —un candidato terrible—.

Ahora bien, si con la “agenda oculta” —en su expresión más mínima— el concejal hace referencia a la cantidad de políticos, especialmente liberales y conservadores, que tenían juego y parte en la campaña, le quisiera recordar, con ánimos de robustecer su mediático mea culpa, que eso no resultaba extraño entre quienes teníamos cercanía con la sede. Siempre se tuvo claro que César Gaviria estaba detrás de Quintero; además, que dos politiqueros locales de talla mayor, Óscar Hurtado (el cuestionado secretario de Hacienda) e Iván Darío Agudelo (con cuotas en la secretaría de Tránsito y la Gerencia de Terminales), tenían a sus equipos buscando votos y apoyo logístico. Eso se sabía.

De ahí que ponga en entredicho que un político tan curtido se haya visto “asaltado en su buena fe” por un falso independiente o que solo se percatara del olor de la politiquería el día de la victoria. A otro perro con ese hueso. Luis Bernardo Vélez es un hombre que entiende de política tradicional, pues ha sido cercano a los últimos cinco alcaldes —siempre con participación burocrática—, identifica con propiedad los poderes locales y no creo que sea ingenuo. Bien sabía que Quintero venía de militar en el partido Liberal, que llegó al gobierno Santos como cuota de César Gaviria, que es íntimo amigo del senador Iván Agudelo y del exrepresentante Óscar Hurtado, que tenía padrinos en el Partido Conservador. ¿Acaso ahora se sorprende de lo que ya sabía?

No, concejal, usted bien sabía que Juan Pablo Ramírez era quien manejaba la “agenda oculta”, usted bien sabía que Aníbal Gaviria tenía sus fichas moviéndole apoyos a Quintero, usted y muchos sabíamos que el mote de independiente sin partidos políticos solo era un eslogan de campaña, muy efectivo y estratégico, pero auténticamente falso. A usted le ganó la pretensión de apostarle al “caballo ganador” (ante el estruendoso fracaso de su aspiración) y a otros el deseo de evitar a toda costa la llegada del uribismo en cabeza de un personaje acéfalo como Alfredo Ramos.

Y sí, al final ganamos, pero hoy tenemos la sombría certeza de que fue más lo que perdimos: credibilidad y confianza.

Adenda. El gerente de proyectos estratégicos de Medellín, Santiago Bedoya, un joven politólogo (no un practicante universitario) al que le diseñaron un cargo a su medida, afirmó en Twitter que el entonces candidato Luis Bernardo Vélez acercó una sección de una élite empresarial a la campaña; también señaló sus movidas burocráticas, con puestos y “contratistas amigos” de por medio. Sería interesante que precisara con más detalle esa otra “agenda oculta” de los independientes.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
Síndrome de Estocolmo: el alimento de la corrupción en Colombia

Síndrome de Estocolmo: el alimento de la corrupción en Colombia

Nota Ciudadana
En el Caribe comes o pagas energía

En el Caribe comes o pagas energía

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--