Ya entraron en vigor los aranceles impuestos por Donald Trump a productos mexicanos, como parte de su estrategia contra la migración y el narcotráfico. Sin embargo, estos aranceles también tendrán un impacto directo en los consumidores estadounidenses.
En su primer mandato, Trump ya había implementado aranceles a las lavadoras extranjeras. El objetivo era proteger la industria nacional, pero el resultado fue un aumento del 12% en el precio de las lavadoras en EE. UU. Además, los consumidores terminaron pagando $820,000 extra por cada empleo creado en la industria.
Este fenómeno, conocido como el "efecto lavadora", ocurre cuando los aranceles encarecen los productos para los consumidores locales sin beneficiar la economía. Y no solo las lavadoras se ven afectadas, sino que otros productos como autos, aguacates, tequila y electrónicos también subirán de precio.
En el pasado, estudios mostraron que aranceles al acero y al aluminio incrementaron los costos anuales de las compras de los estadounidenses en hasta $1,200. Esto se debe a que las empresas trasladan el costo adicional a los consumidores, quienes finalmente pagan la factura.
México es el principal socio comercial de EE. UU., y más del 80% de sus exportaciones dependen de él. Por lo tanto, estos aranceles podrían encarecer los costos de producción en Estados Unidos, afectando incluso a los empleos allí.
Lo que comenzó como una estrategia de negociación parece convertirse en una realidad económica que podría tener consecuencias más amplias de lo esperado. Los votantes de Trump, sin duda, sentirán los efectos en su bolsillo.
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