Los frutos de alimentar la ignorancia

Los frutos de alimentar la ignorancia

El fraude que tenemos por Estado es la muestra de que el pueblo ha permitido que sus dirigentes hagan lo que quieran con él

Por: german david bergaño valencia
septiembre 24, 2020
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Los frutos de alimentar la ignorancia
Foto: Twitter @infopresidencia

¿Por qué permitimos que nos engañen en la cara y en tan corto tiempo se burlen de nosotros, de millones de personas, más cuando se supone que los líderes son íntegros y respetuosos? Ah, porque los políticos son todo lo contrario a eso.

Desde que la historia existe sabemos que son todos unos demagogos que nos engañan por nuestros votos y dicen todo lo que queremos escuchar para subirse al poder. Pero no es culpa de ellos, sino de nosotros: permitimos que unos cuantos se burlen de unos millones.

Ellos juegan su baza, hacen su trabajo y si les sale bien pues genial. Ya lo hacían los sofistas en la antigüedad y lo siguen haciendo en el siglo XXI. No me imagino en la mente de esta gente.

Tampoco entiendo cómo pueden ponerse en frente del espejo, ni cómo pueden aconsejar a sus hijos siendo conscientes de que se están engañando a ellos mismos y a los demás... solo saben tirar cortinas de humo.

Qué triste esta gente. No quisiera una persona así, no me lo permitiría, ni aunque fueran mis padres. Se puede engañar a muchas personas, pero nunca a uno mismo, es imposible. Sin embargo, como dije antes, es solo su trabajo y es su papel.

Y lo sorprendente viene de otra parte, cómo la población y cómo millones de personas pueden soportar las mentiras y las bajezas de unos cuantos. Si el que ostenta el poder promete no subir los impuestos y al mes de haber ganado los sube, es alguien sin memoria; otro más que nos robó y jugó con nosotros.

¿Por qué permitir que siga ahí?, ¿por qué callarse? Si fuéramos a la práctica y saliéramos a las calles a dar nuestra opinión y a reivindicar que somos nosotros los que le pagamos a esta gente y los que le permitimos sus lujos, ¿seguirían haciendo lo mismo?, ¿pasarían desapercibidas 30 millones de personas?

¿Cómo es posible que un presidente se vaya de vacaciones con toda su familia a visitar a un papa o a un jugador de fútbol como si de un concierto se tratara?, ¿es que no gana suficiente para sacarlo de su bolsillo?, ¿acaso su mujer y sus hijos hacen algo por el país?

Además, ¿por qué son tan falsos y muestran al mundo una cara errónea de nuestro país? Eso no es de una persona íntegra. Si es su hijo el que se está muriendo de hambre, su tía la que está secuestrada o su sobrina la que violaron en la esquina, ¿se iría a darle una camisa de fútbol al papa? Para él solo somos números.

Cabe decir que no quiero que les hagan daño a sus familias, pero si pasara no sería lo mismo.

Retomando, ¿por qué tenemos que soportar que siga en lo alto todos estos años?, ¿qué sentido tiene callarse y decir “todos son iguales” o “siempre ha sido lo mismo”? ¿Por qué no cambiar las cosas? Todos los malos actos deben tener sus consecuencias y ser una mala persona y reírse de quienes confiaron en él, debería tener sus secuelas.

Si se miente a un país o a una persona es lo mismo que reírse y burlarse de la poca confianza que queda. ¿Por qué no cambiar el sistema?, ¿por qué no ser tan simple y tenerlos sujetos a unas condiciones? Si engaña, fuera del poder. Si corrompe, fuera del poder. Si mata, fuera del poder.

Son ellos lo que nos tiene que rendir cuenta y no nosotros a ellos. ¿O quién le paga sus sueldos?, ¿quién permite que sus hijos vayan a colegios privados y sus mujeres se pongan la ropa de las mejores tiendas? Luego nos ofrecen una educación pobre, una sanidad lamentable y unos trabajos que solo nos permiten sobrevivir...

De esta manera nos presionan para que tengamos que buscarnos el futuro fuera del país. En este punto es donde valemos más, dejamos todo por irnos fuera donde ni nos necesitan ni nos quieren, donde nos toca mendigar un trabajo y coger lo primero que nos ofrezcan para sobrevivir y ayudar a nuestras familias.

Y estando allá nos damos cuenta de que todo lo vivido y todo lo que nos enseñaron cuando éramos pequeños no valió para nada, porque nos ilusionaron por estudiar algo, para que luego nos tocara irnos y trabajar de cualquiera cosa, y volvernos peones eternos y soportar el desprecio que conlleva ser extranjero.

Mientras esto le pasa a millones de personas, nuestro presidente sigue ocupado viajando en primera clase para visitar a un jugador de fútbol o al papa. Qué ruin es esta gente. Qué asco.

Y lo peor es que luego cuando ayudamos a nuestras familias, seguimos engrosando el bolsillo de estos sinvergüenzas. ¿Entonces tiene sentido la política? ¿Tiene sentido el Estado si ellos hacen todo lo contrario y lo burlan?

Esto era normal hace cien años, ¿pero por qué tiene que seguir siendo normal? Todo ha cambiado a nuestro alrededor y nada tiene el mismo aspecto que hace cien años, aunque estos desvergonzados sigan haciendo lo mismo.

Qué risa me da todo: roban, secuestran, violan y extorsionan, pero igual somos los más felices del mundo. ¿Cómo se puede ser feliz sin comida, sin agua, sin trabajo y demás? Alimentar la ignorancia es algo muy fructífero.

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