Lo que se planeó como una reforma que demoraría apenas unos meses, terminó convertido en un proyecto de años, que desde 2021, tiene en veremos las obras del centro fundacional de Usaquén, uno de los puntos más emblemáticos de Bogotá.
En los documentos, las obras deberían estar listas en agosto de 2023 y por ser un lugar con valor histórico y turístico, los obreros debían ser cuidadosos porque en la zona hay edificaciones con varios siglos de historia como la Iglesia Santa Bárbara construida en 1665 y otros que se debían salvaguardar por ser parte patrimonio histórico de Usaquén, sitio fundado en 1539.
Detrás de estas obras demoradas está el Consorcio RGH, integrado por Germán Torres Salgado, Héctor Henry Cuadrado González y Rex Ingeniería S. A. en reorganización, que solo ha ejecutado 30 % del contrato firmado cuando Diego Sánchez Fonseca era el director del IDU y que tiene como representante legal a Mario Felipe Forero Esquivel.
La Plaza o Parque Central en el centro fundacional ha sido un lugar icónico en el desarrollo social, político y religioso de Usaquén por una dinámica vida nocturna, cultural y gastronómica reconocida por nacionales y extranjeros.
Por eso, ante las demoras de las obras y temiendo que se presentara un éxodo de clientes, los dueños de los restaurantes y bares expresaron su inconformidad con los ruidos de los trabajadores y las vías bloqueadas.
Los contratistas y los funcionarios del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), en aquel momento bajo las órdenes de Diego Sánchez Fonseca, hablaron de afectaciones mínimas y de un cronograma serio. Las palabras estaban vacías.
La historia de la obra interminable
En el Contrato IDU-1720-2021 firmado el 9 de noviembre de 2021, entre el IDU y el Consorcio RGH de 2021 se habló de un plazo de 21 meses para ejecutar los trabajos en el centro fundacional de Usaquén.
Ese periodo corresponde a la administración de Claudia López. La Interventoría quedó a cargo del Consorcio UG-SIS y el diseño a la empresa Sesac S. A. El monto del presupuesto asignado llegó a $ 38.038.790.357.

Sobre los miembros del Consorcio RGH se sabe que Germán Torres es oriundo de Manizales (Caldas) y alcanzó a manejar varios contratos en Risaralda, todos ejecutados durante 2021 y 2022 por un valor cercano a los $10.763.847.182.
La empresa Rex Ingeniería, que tiene como representante legal a Ligia Eugenia Rodríguez Salazar, tiene obligaciones contractuales en Cundinamarca y Bogotá por un valor de $ 25.913.663.583 y desde 2018 está en un proceso de reorganización empresarial.
De Héctor Cuadrado González poco se sabe públicamente. Al parecer, proviene de Sáchica (Boyacá) y en sus estudios aparece un título en Ingeniería Civil de la Universidad Gran Colombia.
Según el IDU, los trabajos en el centro fundacional de Usaquén afectarían a unas 435.000 personas, 184 locales y 88 conjuntos residenciales. El área intervenida sería de 15.600 metros cuadrados de espacio público, 4.433 metros cuadrados de la plaza fundacional, 18.351 metros cuadrados de vías y 38 calles y carreras de la zona.
Cuando comenzaron los trabajos aparecieron los imprevistos. Uno de los más sonados fue el hallazgo de 18.235 piezas arqueológicas en el centro histórico de Usaquén descritas como metales, vidrios, restos de fauna, cerámica, piezas talladas en piedra y restos óseos.
Por este descubrimiento, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh) decidió intervenir en Usaquén para conservar las piezas y ha pedido paciencia por lo delicado del trabajo que se debe realizar como lo ha expresado el arqueólogo Harrison Gallego.
“Estas actividades requieren de un equipo de arqueólogos y ayudantes quienes realizan un trabajo minucioso para evitar afectar el patrimonio, lo que implica la necesidad de realizar excavaciones totalmente manuales, que pueden superar el metro de profundidad, sin apoyo de herramienta mecánica”.
En Bogotá, cuando se abren frentes de obra se suelen hallar restos precolombinos. Para dar una idea, en 33 proyectos del IDU, se han contado un total 280.000 piezas encontradas y los descubrimientos suelen extender la duración de los proyectos.
Al retraso por las piezas halladas, se sumaron las cuatro prórrogas pedidas por Consorcio RGH 2021. El contratista argumentó la existencia de errores técnicos, falencias en la coordinación entre entidades del Distrito y los problemas en Planeación Distrital.
Para el representante legal del Consorcio RGH 2021, Mario Felipe Forero Esquivel, ese desorden fue la causa del estancamiento en la construcción. A febrero de 2025, se ha ejecutado un 30% y el contrato ha aumentado su valor a $ 44.018.242.033.




Ante los señalamientos del constructor, el alcalde Carlos Fernando Galán, por ejemplo, prometió ampliar el personal en el lugar y acelerar los diferentes trámites. Sin embargo, debido a los cambios en el cronograma y las 29 suspensiones, los organismos de control están atentos.
Para ilustrar, la Contraloría de Bogotá, hoy dirigida por Julián Mauricio Ruiz Rodríguez, mediante el Programa Vamos a la Obra, busca evitar construcciones inútiles y a medias, más conocidas como elefantes blancos.
En este contexto, el contralor Ruiz Rodríguez y los funcionarios han hecho varias inspecciones, no han encontrado a nadie trabajando y están analizando el tiempo adicional que se ha tomado la obra y el aumento de los gastos.
Mientras tanto, los habitantes de Usaquén, entre ellos los comerciantes, están en una situación apremiante por el impacto de las demoradas obras en sus ingresos. Por ahora, deben seguir esperando por no existir un día de inauguración programado.
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