La Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes archivó la investigación contra el expresidente del Consejo Superior de la Judicatura, José Alfredo Escobar, quien estuviera vinculado al fallecido narcotraficante Giorgio Sale por un presunto tráfico de influencias producto de una estrecha relación con el exlíder paramilitar Salvatore Mancuso. Esta es su versión de lo ocurrido.
Diego Olivares Jiménez: ¿Por qué archivan la investigación en su contra?
José Alfredo Escobar: “Muchas personas en Colombia saben que no hay peor justicia que una justicia tardía. Después de 10 años la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes resolvió archivar definitivamente y no adelantar la investigación ni penal ni disciplinaria por el caso que se suscitó cuando ocupé el cargo de la presidencia del Consejo Superior de la Judicatura y mantuve una relación de amistad con el señor Giorgio Sale.
A raíz de esa relación hubo unas denuncias en los medios porque contra esta persona que acá figuraba como un empresario exitoso -era dueño de unos restaurantes llamados La Enoteca con sucursales en Bogotá, Barranquilla y Cartagena-, las autoridades colombianas e italianas iniciaron una serie de investigaciones por narcotráfico; aunque en ese momento nadie absolutamente nadie en este país sabía o conocía de esas investigaciones y mucho menos lo podían relacionar a uno con esas actividades ilegales”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Qué implicaciones tiene archivar esa investigación?
José Alfredo Escobar: “La decisión fue emitida el 16 de mayo de este año, por medio de la Representante Candelaria Patricia Rojas Vergara, quien resuelve inhibirse de hacer una investigación penal después de hacer un estudio de todo el caso en contra mía, por lo que se decide archivar las diligencia desde el punto disciplinario y penal”.
“El fallo dice que claramente no se encuentra probada ninguna clase de favorecimiento por parte mía en el ejercicio de mis funciones hacia Giorgio Sale, y que el hecho de recibir un regalo de este señor no implica que se hubiera incurrido en que se hubiera cometido algún delito o alguna falta disciplinaria, razón por la cual no se encuentra probado que hubiera un acto reprochable desde lo penal o disciplinario. Por eso mismo resuelven archivar las investigaciones”.
Diego Olivares Jiménez: ¿En qué piensa cuando escucha el nombre de Giorgio Sale?
J.A.E: “Fue un insuceso desafortunado en mi vida, porque bien o mal -aunque no existió nada reprochable desde ningún punto de vista-, esa denuncia donde se decía que me regaló unos botines salió en varios medios y dio para toda clase de conjeturas; inclusive una revista de circulación semanal tituló uno de sus artículos El juez y la mafia, y de ahí se desprendía que yo tendría conexiones con la mafia italiana, lo que no solo fue una injuria y una calumnia que los jueces obligaron a rectificar, porque también afectó la honra y buen nombre de toda mi familia”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Cómo llega Giorgio Sale a su vida?
J.A.E: “A Giorgio Sale tuve la oportunidad de conocerlo en La Enoteca. En alguna ocasión fui a cenar y a departir con unos amigos, y cuando se enteró que yo era Magistrado del Consejo Superior de la Judicatura, muy querido se acercó a nuestra mesa y nos ofreció una botella de vino a todos los que estábamos ahí; intercambiamos números telefónicos y después de eso nos comunicamos regularmente. En esa actitud de amistad me invitó innumerables veces a su restaurantes a departir con él”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Giorgio Sale era narcotraficante?
J.A.E: “Supe que estuvo detenido en Italia por investigaciones sobre narcotráfico, pero la sentencia de dos años que le dieron allá no tuvo nada que ver con eso, sino con unas importaciones desde Italia a Colombia: al parecer en sus contenedores traía jamones, quesos y toda esa clase de productos y le agregaba algo de ropa que no declaraba”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Pero su actividad comercial no estuvo también relacionada con el narcotráfico?
J.A.E: “No, fue un tema relacionado con mercancía que traía desde Italia a Colombia”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Cuál era su relación con él?
J.A.E: “Fue una relación de simple amistad; él nunca me solicitó una intervención como Magistrado en ningún aspecto, y yo no lo favorecí con ninguna decisión administrativa que le correspondiera a la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura. No intervine ni interferí en procesos con los jueces de Colombia en los casos en los que él hubiera podido estar interesado”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Conoció a Salvatore Mancuso?
J.A.E: “No, nunca lo vi ni lo conocí. Tampoco a Jorge 40”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Qué opinión tiene de la relación de negocios entre Giorgio Sale y Salvatore Mancuso?
J.A.E: “Sobre esos posibles vínculos vino a enterarse la opinión pública y yo después de su captura y después de esos cargos por narcotráfico y paramilitarismo. Cuando yo mantuve la relación de amistad con él, nadie en este país sabía de los requerimientos de orden judicial y nacional así como internacional, o de que el señor siquiera estuviera siendo investigado.
Yo solicité a la Interpol que me certificara en esos momentos, y así consta en el proceso en la Comisión de Acusaciones, que el señor Giorgio Sale estaba siendo requerido por alguna autoridad internacional, o si en la Fiscalía de Colombia había alguna solicitud o medida contra él y ellos certificaron claramente que no estaba siendo investigado por ninguna clase de delito”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Por qué decide renunciar a la presidencia del Consejo Superior de la Judicatura?
J.A.E: “Lo hice porque en ese momento comenzó la Investigación en la Comisión de Acusación e Investigación y no interferir en ella. Además, solo me faltaba un mes para terminar mi periodo como presidente. Yo renuncié pero continué como Magistrado de la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura hasta el término de los ochos años reglamentados en la ley”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Cree que la Comisión de Acusación de la Cámara tiene el respaldo moral y credibilidad para realizar la investigación que termina archivando la investigación en su contra?
J.A.E: “Claro, porque de acuerdo con nuestro Estado de Derecho la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes es el juez natural de los magistrados de la altas cortes; como tal, nosotros debemos acatar y cumplir las decisiones que esa comisión adopte. Desde ese punto de vista es completamente legítima, legal y válida”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Usted benefició en alguna instancia a Giorgio Sale?
J.A.E: “No. Él nunca me solicitó nada relacionado con esos temas y dentro de mis funciones tampoco estaba la de actuar en el plano administrativo. Tal como quedó demostrado en el expediente, nunca solicité ante ningún juez de la república que interviniera en algún proceso donde el señor Sale tuviera interés.
Hubo una circunstancia, a raíz de una grabación ilegal que se efectuó con el administrador de los almacenes Made in Italy –propiedad de George Sale-donde mencionaba un caso de un capitán de la Armada que tenía unos procesos en unos juzgados y solicitaba mi intervención. Los medios preguntaron a dos jueces si yo había intervenido en esos procesos y ellos categóricamente negaron que hubiera intervenido en esos procesos de manera directa o indirecta”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Qué motiva que Sale decidiera regalarle a su esposa una cartera y a usted unos botines?
J.A.E: “Eso fue un episodio que sucedió entre el 2006; yo estaba cumpliendo años y teníamos una relación de amistad con él. Giorgio Sale viaja a Italia a un asunto de negocios y a su regreso me comenta que había ido a un outlet y allí había visto unos botines que me quería obsequiar.
Adicionalmente le obsequió una cartera a mi señora, pero eso se entiende en un contexto de amistad donde los amigos en el día de sus cumpleaños se pueden hacer un regalo y eso no tiene nada de extraordinario y de particular.
Sin embargo, a raíz de una llamada que fue interceptada de manera ilegal a mi esposa se registra el momento exacto en el que naturalmente da las gracias por ese obsequio y los medios magnificaron ese hecho como si a uno no lo pudieran comprar con una cartera o unos botines, lo cual es absurdo”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Qué tanto afectó a su esposa este episodio teniendo en cuenta que se desempeñaba como Secretaria General de la Procuraduría?
J.A.E: “Ella se retiró después de este episodio; tenía una carrera de seis años en la Procuraduría y obtuvo su pensión. En el momento se encuentra retirada de la actividad pública”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Conserva los botines que le dio Giorgio Sales o la cartera que le regaló a su esposa?
J.A.E: “Mi señora no sé qué habrá hecho con la cartera; pero yo los botines los obsequié a una fundación sin ánimo de lucro. Me pareció que no tenía ningún sentido conservar un mal recuerdo de una etapa y de un insuceso que nunca se debió presentar y que solo es atribuible a la manera como algunos medios de comunicación se desbordan por falta de investigar con mayor profundidad los hechos”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Qué interés tuvieron esos medios en publicar su relación con Giorgio Sale?
J.A.E: “Yo creo que los medios al encontrar de relación de amistad entre este supuesto narcotraficante y un Magistrado del Consejo Superior de la Judicatura encontraron un filón inagotable para especular y tratar de armar un tinglado en este aspecto, aunque la verdad no hubo ningún elemento de juicio para llegar hasta allí.
El hecho de que uno mantenga una relación con una persona que no sabe que puede estar incurso en este tipo de actividades no da para portadas de revistas, y mucho menos para que después, en el desarrollo de esa información, se hable de los vínculos entre un Magistrado y la mafia italiana. Fue algo completamente desproporcionado, absurdo e injusto porque no había ninguna actitud indebida mía en mantener una relación con una persona que en ese momento era amigo mío y de mucha gente acá en Colombia.
Lo más simpático es que al parecer el único amigo de Giorgio Sale era yo, aunque llevaba más de 30 años en el país, tenía cuentas bancarias y unos restaurantes en los que hizo muchas amistades”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Hay quienes dicen que usted quiso callar a algunos medios que dieron a conocer su cercanía con Giorgio Sale?
J.A.E: “Yo lo único que ejercí fue los derechos fundamentales de la honra y el derecho al buen nombre, porque no es posible que algunos medios de comunicación publiquen una serie de informaciones y a raíz de ella hagan comentarios desmedidos y sin fundamento, y que el ciudadano permanezca inerme y no pueda actuar. La Constitución y el Estado de Derecho le permiten al ciudadano interponer tutelas y querellas penales contra los periodistas que actúan de esa manera”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Usted fue amigo de Giorgio Sale hasta el día que murió?
J.A.E: “No, hasta que lo capturaron en Italia y se conocieron sus supuestos nexos con el narcotráfico nunca más volvía a hablar con él”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Si Giorgio Sale le hubiera dicho que lo defendiera en Colombia usted lo hubiera hecho?
J.A.E: “Esa es una hipótesis que ya no se va a presentar porque de hecho él ya murió y tenía otros abogados que lo defendieron tanto en Italia como en Colombia. Creo que debería estudiar bien el expediente para conocer muy bien cuál es la situación en la que debía estar involucrado para saber si asumiría o no su defensa, sobre todo en estos momentos en que estoy dedicado al ejercicio de la profesión”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Usted creyó en algún momento que podía terminar en la cárcel?
J.A.E: “Nunca. Siempre estuve con mi consciencia tranquila y sin ninguna preocupación porque sabía que había obrado correctamente y que no había cometido ninguna acción ilícita como ahora se reconoce tanto en el punto de vista de mis funciones como desde la órbita del punto penal y disciplinario”.
Diego Olivares Jiménez: ¿A qué se dedicó después de que salió del Consejo Superior de la Judicatura?
J.A.E: “He estado dedicado al ejercicio profesional como abogado con buen éxito; así seguiré hasta que dios me de salud y vida para seguirme desempeñando en el ejercicio de la profesión”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Finalmente le devolvió la máquina planeadora que le quitó a un carpintero que es citada en una columna de Daniel Coronell?
J.A.E: “No. Yo no la devolví porque ninguna autoridad me ordenó que lo hiciera. Ese es un episodio que jurídicamente concluyó a favor mío y ahí no hubo ningún tráfico de influencias, porque el tema fue de un contrato civil que adelanté antes de llegar a ser Magistrado en el Consejo Superior de la Judicatura; el carpintero no solo incumplió sino que me robó el valor del anticipo: en vista de mis reclamos él voluntariamente me entregó una máquina planeadora que la verdad no sé dónde está”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Hay personas que se preguntan por qué nunca prosperaron las investigaciones sobre su posible enriquecimiento ilícito?
J.A.E: “Ese fue un invento del señor Coronell quien sacó un artículo en la Revista Semana y que después de realizarse todas las investigaciones la Fiscalía General de la Nación determinó en 2012 que no había ningún enriquecimiento ilícito. La Unidad de Lavados de Activos de la Fiscalía a raíz de las denuncias del señor Coronell adelantó la investigación correspondiente no solo contra mí; sino contra todo mi núcleo familiar y determinó que no había ningún delito”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Qué tan desprestigiadas están las Altas Cortes en Colombia?
J.A.E: “Esa es una afirmación poco gratuita, porque si uno ve que el funcionamiento de la Corte Suprema de Justicia, de la Sala de Casación Penal -que además adelantó todo el tema contra el caso, por ejemplo, de los parapolíticos y la manera como el Estado reprimió el paramilitarismo-, y si uno se fija la forma como actúa el Consejo de Estado diariamente en defensa de los ciudadanos y así mismo la Corte Constitucional pensaría otra cosa.
Lo que sucede es que la demanda de Justicia es superior a la capacidad de respuesta que se tiene hoy por hoy en la organización y el Sistema Judicial. Mientras no se adopten unas medidas de descongestión, no hay manera poder tener el aparato de justicia respondiendo simultáneamente con las pretensiones de los ciudadanos y muchas veces lleva a que se genere una percepción negativa sobre la justicia”.
Diego Olivares Jiménez: ¿Qué opinión tiene del magistrado Jorge Pretelet y su situación en la Corte?
J.A.E: “Yo conozco a Jorge Pretelt desde hace muchos años y tengo el mejor concepto de él. Sé que se encuentra en una situación difícil y que la Comisión de Acusaciones de la Cámara presentó una acusación ante el Senado. Él podrá ejercer allí su defensa y confío que lo que se ha dicho no sea cierto y el doctor Pretelt salga airoso de estas denuncias”.
