Esta es la demanda presentada al Consejo Nacional Electoral en la que se incluyen los tres contratos firmados por Tulio Gómez como representante legal del América de Cali, el club del que es propietario, firmados después de octubre del 2022, con lo cual no cumpliría con el requisito para cualquier aspirante en las elecciones del próximo octubre. Esto lo inhabilitaría para ser gobernador. El ente regulador de las elecciones la admitió, lo que significa que encontró bases legales para entrar a estudiarla, todo depende ahora de la premura con la que lo haga.
El aspirante a la gobernación ha desestimado este hecho y le estaría precisamente apostando a los tiempos, usualmente lentos, del Consejo Nacional Electoral, para que no haya fallo antes de octubre. Es un caso similar al de Antanas Mockus, quien a sabiendas de que su caso tenía sustento legal por existir un contrato firmado con el Estado por la Corporación Visionarios, entidad que él presidía. Mockus continuó en la contienda avalado por el Partido Verde, arrastró una importante representación parlamentaria, terminó elegido Senador y estuvo en el Congreso hasta que el Consejo de Estado declaró nula su elección.
En caso de Tulio Gómez continuar en la contienda y de ser elegido gobernador con este pecado legal que, de prosperar, su elección podría terminar invalidada por el Consejo de Estado y terminar el departamento en un limbo, abocado a convocar a nuevas elecciones.
Tulio Gómez es un próspero comerciante que hizo su patrimonio con la cadena de supermercados regionales Surtimax que le vendió al Éxito, recursos con los que compró el América de Cali que estaba en una situación calamitosa, incluido dentro de la lista Clinton. Esa apuesta que le reconocen los hinchas del América es la base de su aspiración política, sin experiencia alguna en cargos públicos. Terminó avalado por el Partido En Marcha cuya cabeza es el exsenador liberal y exminsitro, Juan Fernando Cristo.
