Yoko, el último chimpancé, que vivía en cautiverio en Colombia fue trasladado. Si bien ese tipo de primates son originarios de África central y occidental, por la mano humana varios han terminado lejos de Senegal, Costa de Marfil, Liberia, Mali entre otros países con un habitad adecuado y acorde a los animales.
En el caso de Yoko, un traficante de fauna y flora no dudó en traerlo para satisfacer los gustos de los contrabandistas y narcotraficantes, quienes pagaron encantados por “la mascota”. En la época, por ejemplo, Pablo Escobar montó su propio zoológico con hipopótamos y tigres, aunque no pensó mucho si sus adquisiciones afectarían el ecosistema.

Una vez Yoko pasó tres décadas en cautiverio, las autoridades lo rescatan y lo llevan al Bioparque Ukurami en Risaralda. En el Bioparque Yoko gozó de la compañía de otros dos primates, Pancho y Chita. Aunque la convivencia con Pancho no fue la mejor, con Chita si existió más química; no obstante, desde agosto de 2023 vivía solo, sus compañeros no les gustó el encierro.
Pancho y Chita escaparon del Bioparque. Una vez se conoce su paradero terminan siendo sacrificados; no obstante, aún se debe esclarecer las circunstancias de la fuga y posterior muerte. Con la muerte de Chita, Yoko terminó solo, y para rematar su soledad le perjudicó su salud. Para solucionar el problema se debió buscar un nuevo hogar para el chimpancé.
Las puertas se abrieron en Brasil donde existe un santuario de grandes simios. En Sorocaba se protege a animales en condiciones de maltrato o movidos de su habitad de forma irregular. Una vez se tiene donde ir, se buscó la manera de movilizar a Yoko, un esfuerzo que requirió de bastante coordinación entre entidades gubernamentales.
Para comenzar la Corporación Autónoma Regional de Risaralda-CARDER, el Bioparque Ukurami y la Fuerza Aeroespacial Colombiana se pusieron de acuerdo para utilizar la aeronave C-130 hércules como arca de Noe. En compañía del chimpancé había veterinarios y equipos para garantizar la salud del primate. El avión debía partir de Risaralda y terminar en Bogotá, una vez en la capital se debía esperar el Avianca Cargo que debía llevarlo al Aeropuerto Internacional de Campinas, en Viracopos ( São Paulo). Ya en Brasil solo quedaba el viaje por tierra.

Para comenzar la Corporación Autónoma Regional de Risaralda-CARDER, el Bioparque Ukurami y la Fuerza Aeroespacial Colombiana se pusieron de acuerdo para utilizar la aeronave C-130 hércules como arca de Noe. En compañía del chimpancé había veterinarios y equipos para garantizar la salud del primate.
El avión debía partir de Risaralda y terminar en Bogotá, una vez en la capital se debía esperar el Avianca Cargo que debía llevarlo al Aeropuerto Internacional de Campinas, en Viracopos ( São Paulo). Ya en Brasil solo quedaba el viaje por tierra.
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