Por primera vez en veinte años bajó el número de aspirantes para entrar a la Universidad Nacional, una de las instituciones más prestigiosas de América Latina y líder en el ranking de mejores universidad en Colombia, inclusive por encima de privadas como Los Andes. Para el primer semestre de este 2025 se inscribieron 40.054 personas, una baja del 47%, y para este segundo semestre se inscribieron 25.167 personas, es decir, casi 15 mil estudiantes menos. Siendo esta convocatoria la más baja de las últimas décadas.
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En 2019, antes de que iniciara la pandemia en marzo de 2020 ocasionada por el Covid-19 , la Universidad Nacional pasaba su mejor momento con 75.681 personas inscritas siendo este el pico más alto en años. Antes de la pandemia también tuvo lugar el paro estudiantil para finalizar el 2019, pero fue hasta el 2024 donde se empezó a presentar una disminución en el número de estudiantes que presentaron el examen. Para el primer semestre del año pasado, el número de aspirantes fue de 54.567.
Además de las manifestaciones que tienen como epicentro la Universidad Nacional y las consecuencias de los reiterados paros estudiantiles, también se suma la inestabilidad interna. Por ejemplo, la Universidad Nacional inició su periodo estudiantil en el mes de abril. El año pasado se generó un conflicto después de la elección del rector que reemplazaría a Dolly Montoya. Los finalistas fueron Leopoldo Múnera y José Ismael Peña, y aunque las votaciones daban como ganador a Peña, algunos miembros de la comunidad estudiantil entraron en un paro que solo acabó cuando se eligió a Múnera, el candidato del Gobierno Nacional, a pesar de que los números no lo daban como ganador.
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Los inscritos en posgrados también van en picada, de 5.731 aspirantes el año pasado, se pasaron a 4.950 aspirantes este 2024, a pesar de que no se necesita examen para ingresar a realizar una especialización, maestría o doctorado. Estas cifras indican que son cada vez menos las personas que se interesan por entrar a la universidad más prestigiosa del país que tiene un problema reputacional que con el rector Leopoldo Múnera deben trabajar para evitar que el próximo año los números de jóvenes inscritos sigan bajando.
