La participación y el empoderamiento político de las mujeres en el ámbito local “es ya un imperativo que no tiene vuelta atrás”. Fortalecer el posicionamiento de las mujeres en el ámbito político exige el desarrollo de una ciudadanía activa con procesos diferenciales identitarios dirigidos a promover las capacidades de las mujeres desde un enfoque de género en un nuevo contexto político, social, cultural y económico de la democracia paritaria como factor de cohesión social y gobernabilidad.
Hoy las mujeres seguimos avanzando en distintos ámbitos de la vida pública con transparencia, haciendo de lo público un espacio de convergencia ciudadana de hombres, mujeres, jóvenes que aportan de manera cualitativa en la construcción de valores propiciando el diálogo, la concertación y nuevas formas civilistas de relacionamiento que apuntan a la construcción del tejido social y el fortalecimiento del capital social y las condiciones necesarias para un desarrollo humano sostenible.
Las mujeres desde nuestra diversidad étnica le estamos apostando a un liderazgo con equidad, transformador e innovador que aborda la ciudadanía de las mujeres como una estrategia política de derechos, en donde el conocimiento y el intercambio de experiencias apuntan a la eliminación de las distintas brechas sociales que agudizan el conflicto social y la inequidad. Es estructural para el desarrollo establecer nuevas dimensiones en los procesos de planificación y gestión desde una perspectiva de género y diversidad que garantice el acceso de recursos a las mujeres en condiciones de equidad.
El liderazgo político y empoderamiento de las mujeres en lo local es una condición indispensable para el logro de la Agenda 2030 desde una visión holística que integra el desarrollo económico, social y ambiental para reducir las brechas de pobreza, desigualdad y avanzar en la consolidación de la paz territorial.