La historia secreta de ‘A la memoria del muerto’, contada por el maestro Fruko

La historia secreta de ‘A la memoria del muerto’, contada por el maestro Fruko

A 50 años de su primer éxito salsero, el legendario músico revela detalles desconocidos de la producción y de su espeluznante carátula

Por: Ricardo Rondón Chamorro
octubre 31, 2022
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
La historia secreta de ‘A la memoria del muerto’, contada por el maestro Fruko
Fruko reveló detalles desconocidos de su primer éxito salsero, de 1972/ La polémica carátula donde aparecen Pipper Pimienta y Fruko y sus Tesos en un cementerio. Fotos: Ricardo Rondón

3.500.000 vistas registra a la fecha el video en blanco y negro de A la memoria del muerto, de Fruko y sus Tesos, que circula en YouTube, quizá copiado de los programas musicales pioneros de la televisión colombiana: El Show de las Estrellas, de Jorge Barón; el Show de Jimmy, de Jimmy Salcedo; o Espectaculares Jes, de don Julio E. Sánchez Vanegas.

En él se observa la figura espigada y esmirriada del portejadeño Edulfamit Molina Díaz, inmortalizado en el olimpo de la salsa como Pipper Pimienta, llevando la vocería del primer éxito salsero, que en 1972, catapultó a la fama a Fruko y sus Tesos.

Pipper luce camisa blanca, pantalón negro bota campana y unos zapatos encharolados de tacón con plataforma, que en su característico bamboleo de hombros, brazos, y de sus interminables piernas (1, 90 de estatura), lo hace ver como zanquero de comparsa, o como un plusmarquista keniano celebrando el primer puesto de la maratón de Nueva York.

El maestro Fruko con don Élkin Giraldo, empresario musical de Discos Cosmos.

Que traigan mucho aguardiente /  queden todos bien contentos.  / Y que bailen mis hermanos / a la memoria del muerto.

El citado tema, primer objetivo del álbum que imprimió Discos Fuentes con el título de A la memoria del muerto (1972), con una carátula brutal, despegó arrollador en cotizadas discotecas y bailaderos de Cali y de Juanchito, y en antros y lenocinios del centro, del barrio obrero y de la periferia, donde coincidían sin distingo de pintas vendedores ambulantes, rebuscadores mil oficios, timadores, cuchilleros, busconas y coperas.

50 años después, la memoria del muerto que Pipper Pimienta dejó patentada con su voz de crooner, sigue convocando al azote de baldosa, como en los viejos tiempos, y por estas fechas de zombies, espantos, brujas y aparecidos, como fuimos testigos la semana anterior con el toque de Fruko y sus Tesos en el campus de la Universidad de América (Bogotá), a propósito de las celebraciones de los 65 años del alma mater.

Alrededor de 300 jovencitos, en edad promedio de 18 años, desataron el estallido rumbero con el frenético repertorio de Fruko, el Grande, precursor y revolucionario de la salsa en Colombia, a sus 71 años erguido y vital en tarima, de traje y corbata, con el bajo terciado, al mando de su orquesta, en un derroche imparable de dos horas con los clásicos que han hecho vibrar a varias generaciones: Tania, El caminante, Los charcos, El patillero, El cocinero mayor, Confunfido, El preso y A la memoria del muerto, entre otros de su extraordinario inventario salsero.

Corría el año de 1975 cuando apareció este álbum, que incluye 'El preso', bombazo salsero de todos los tiempos.

"Como yo no soy de ayer, sino de antier, les quiero decir que ya son 58 años de estar llevando este mensaje de amor y alegría a Colombia y el mundo, y ustedes, los jóvenes, nos inspiran", replicó el maestro Fruko, y el aplauso y la bulla de la muchachada con su potente descarga de adrenalina, hizo eco en el campus universitario.

Fruko en su salsa

Maestro Fruko, ¿cuál es el origen de A la memoria del muerto, que  completa 50 años.

La letra, original de Gilberto Méndez, que sonó en República Dominicana y Puerto Rico con la Agrupación Dominica, la trajo de Nueva York Jaime Ayala, valluno él, director, promotor artístico, hombre clave en Discos Fuentes. Hicimos una versión en nuestro estilo, una salsa chévere,  en la voz de Pipper Pimienta, con saludos a los amigos de la rumba discotequera y del espectáculo de Cali, y de compañeros de Fuentes como el mismo Jaime Ayala, gestor de este éxito musical, que tuvo un final muy trágico.

Postal de la nostalgia: Fruko y Pipper en la época dorada de los Tesos.

Trágico, ¿de qué manera, maestro?

Jaime, como decían las damas de la época, era una postal, un tipo bien parecido, trabajador incansable, pero con un problema crónico, el de la depresión. Tuvo un primer intento de suicidio cuando se cortó las venas, y el definitivo fue en Nueva York, en 1972. Tenía, creo, 42 o 43 años. Esa muerte nos sacudió a todos. La depresión es una enfermedad complicada que necesita tratamiento especial y acompañamiento permanentes.

El final de Pipper Pimienta también fue una tragedia, después de varios sucesos dolorosos: la pérdida de dos de sus hijos, el incendio de su casa, y un derrame cerebral que le dejó medio cuerpo paralizado.

Esa muerte, quedó impune, que no es de extrañar en Colombia. Fue un golpe muy fuerte para su familia, para nosotros, y para el país que siempre lo quiso como el gran ídolo. Se cruzaron varias hipótesis sobre su homicidio, una de ellas,  salió en la novela del Joe, que pagó con su vida las deudas de droga de su hijo. Pipper era un hombre sano, amoroso con su familia, además un atleta: el mejor manejador del velillo, el cordel con el saltan los boxeadores. Su voz privilegiada, su personalidad, su goce, siguen intactos en el recuerdo de quienes lo quisimos y admiramos. Parecía cubano, pero era de Puerto Tejada.

Quiénes fueron los músicos privilegiados que bajo su batuta, participaron en la  grabación de A la memoria del muerto.

Hernán Gutiérrez, en el piano; Jorge Enrique Gaviria, también conocido como 'George Saxon' Gaviria, en la trompeta; Germán Carreño, en la trompeta bajo; Carlos Escobar, tercera trompeta; Saulo Álvarez, en el trombón; Rafael Benítez, en el timbal; los hermanos Villegas, en la conga y el bongó; en los coros: Carlos Piña, Hernán Gutiérrez y Joe Arroyo, que apenas tenía 17 años; y este servidor en el bajo, los arreglos y la dirección. El primer éxito salsero de Fruko y sus Tesos, después de todo lo que hicimos con Los corraleros de Majagual.

Maestro, la carátula de A la memoria del muerto, no puede ser más tétrica y escalofriante, además que fue controvertida en su momento. ¿Quién fue el creativo de la misma?

Discos Fuentes se caracterizó por diseñar las carátulas más creativas y vendedoras de la industria discográfica. En este trabajo de A la memoria del muerto, el concepto fue mío, igual que la puesta en escena, que se hizo en un cementerio. El resto ya fue labor del fotógrafo de la disquera.

¿Cuál cementerio?

El cementerio Universal de Medellín, que tenía un terreno sembrado de cruces, donde reposaban los restos de los N.N. La idea también era rendir tributo a esos muertos no identificados.

Ahí aparece, en medio de la maleza y los crucifijos, Pipper Pimienta vestido a la usanza de un príncipe hutu, y usted, maestro, con una camisa púrpura, arremangado, simulando inyectarse en el brazo. ¿Qué quiso decir con eso?

Precisamente, que el que se casa con la droga, está muerto y le espera el hoyo. Cuántas muertes, en el mundo de la música y del espectáculo nos han pesado, como la de Héctor Lavoe, por ejemplo. Por eso época, cuando se grabó el disco del que estamos hablando, las drogas más adictivas y mortales eran la heroína y el LSD. Y una droga común, perseguida por la policía, pero que se vendía por debajo de cuerda en las farmacias: el seconal, un medicamento psiquiátrico. Eso se volvió incontrolable, como lo ha sido toda la vida, ahora que se ha disparado el consumo de opioides y de drogas sintéticas. Reitero: el que se casa irremediablemente con la droga, cava su tumba.

Maestro Fruko, ¿a usted lo aterra la idea de la muerte?, o ¿prefiere pasar derecho el tema?

Ricardo, yo tengo una frase que se acomoda a tu pregunta: unos andan en Rolls Royce y otros empujan un carro de balineras con basura. Para ese hoyo vamos todos, y si acaso nos llevamos lo puesto, o quedamos reducidos a un puñado de cenizas. De modo que para mí, la idea de la muerte no ha sido una obsesión. Es una consecuencia natural de la vida. Lo que sí es importante, es saber conducir desde joven una vida útil, amable y generosa, con uno mismo, y con los que nos rodean. He ahí el sentido de vivir.

Bueno, pero usted a sus 71 años, está pleno, lúcido y vigoroso. Hoy en Bogotá, mañana en Nueva York, tiene casi una agenda comprometida de conciertos de fin y comienzo de año. ¿Cómo lo hace?

Con método, disciplina y organización. Y con la fe y la esperanza que Dios nos inspira. Pero también con las atenciones y los cuidados permanentes de mi señora esposa y manager Rosita Garzón, ginecóloga y médica cirujana. Ella me acompaña a donde quiera que vaya.

El maestro Fruko en un reciente concierto en Bogotá. De gorro y corbata, 'Tomate', su pianista.

¿Ha pensado en su epitafio, maestro?

Con todo lo que hemos trabajado en estos 58 años, pienso que el epitafio más adecuado sería: Vivió en su salsa.

El Grone de la Salsa 

A Edulfamit Molina Díaz, Pipper Pimienta, lo asesinó un sicario en la tarde del jueves 4 de junio de 1998, en el antejardín de su vivienda, ubicada en el barrio La Rivera, al oriente de la Sultana del Valle. A partir de ese hecho repudiable, que quedó en la impunidad, Colombia  centró su mirada en la luctuosa noticia, y Cali se transformó en un hervidero de dolientes de todos los estratos y edades, entre lágrimas, arreglos florales y cadenas de oraciones.

La crónica judicial se debatía en dos hipótesis que apuntaban al homicidio del cantante, perpetrado por un matón que huyó en una motocicleta. Se dijo que su crimen se remitía a la venganza de un empresario que Pipper había demandado por no cancelar un contrato, y otra, la más contundente, por las deudas de droga de uno de sus hijos. Como quiera que haya sido, lo que no se ha sabido a la fecha es quién o quiénes ordenaron apagar la voz del Príncipe de Puerto Tejada, el Showman, el Grone de la Salsa,  polifacético intérprete de ‘Las caleñas son como las Flores’, ‘Buscándote’, ‘Virgen de las Mercedes’, y del inolvidable mosaico de tangos y boleros grabados con la Colombia All Star,  por nombrar algunos títulos de su repertorio capital.

Luis Hernando Rojas Ardila, hoy analista económico senior del Noticiero Alerta Bogotá, recuerda sus años agitados de reportero judicial del periódico El Espacio, cuando fue enviado a Cali a cubrir el sepelio de Pipper Pimienta, aquella mañana del sábado 6 de junio de 1998, en medio de la multitud que acaparó por todos los flancos las instalaciones del Cementerio Metropolitano del Norte. Narra Rojas Ardila:

"Nunca había visto tanta gente reunida en un campo santo. Su señora esposa, su familia, los vecinos atacados por el dolor y bañados en lágrimas. Y decenas de admiradores. En el transcurso de la mañana, la romería fue creciendo. El momento más emotivo y conmovedor, fue cuando llegó el maestro Wilson Saoco con su orquesta a despedir a Pipper con sus sonados temas. La gente los coreaba a grito herido. Cuando  llegó el turno de A la memoria del muerto, a Saoco se le quebró la voz. Hizo un alto mientras se recuperaba, y reanudó, pero no pudo contener el llanto. Después de cubierta la sepultura, muchas personas siguieron ahí, pero me tuve que ir porque me tocaba cubrir otro funeral hacia el mediodía: el del campeón infantil de bicicros, a quien mataron por robarle la bicicleta, el mismo día que asesinaron a Pipper.

El máximo exponente de la música tropical en Colombia: creativo, visionario, renovador.

Frukista a morir 

Orlando Vargas lleva 47 años consagrado a la cultura de los ritmos afroantillanos, la Salsa, como punta de lanza. Melómano, radiodifusor, empresario, propietario de Palladium Salsa Estudio, en el tradicional barrio Restrepo de Bogotá, Vargas atesora una ambiciosa y envidiable colección de aproximadamente 4.000 vinilos, donde la obra de don Julio Ernesto Estrada Rincón, Fruko, su alter ego, ocupa un sitial de honor. Se jacta de tener algunos de sus álbumes firmados y con dedicatoria, incluido el que nos ocupa: A la memoria del muerto.

Algunos de sus álbumes, entre ellos Fruko, el grande, el más sonado y vendido.

Orlando, ¿difícil de conseguir ese disco (A la memoria del muerto) en el mercado de acetatos?

Por estos días, sí. En muchas partes está agotado. Para mí es un orgullo tenerlo en perfectas condiciones, que es el valor agregado en el negocio de la música. Es decir, que esté como nuevo.

Orlando Vargas, 'frukista' a morir, melómano, coleccionista y empresario musical.

¿Cuánto puede valer ese L.P.?

No es tan costoso, pero vaya y consígalo. Por ahí entre $80.000 y $100.000. Eso depende del estado en que se encuentre, y de la malicia de quien lo venda.

¿Y cuál de todos los álbumes de Fruko es el más difícil de conseguir?

El primero, Tesura, que salió en 1970. También lo tengo.

Tesura, 1970, su primera producción musical en ritmo de salsa.

¿Cuánto puede valer?

Por ahí $500.000. Le estoy poniendo un valor subjetivo, el que se da en el negocio de la música.

Y cuál es el álbum más vendido en la historia musical de Fruko y sus Tesos.

Fruko, el Grande, de 1975. De ese álbum, Ricardo, todos los temas son buenos, empezando por 'El preso', que ese año la rompió en Colombia y en el exterior. Fue la sensación. Igual que 'Manyoma'. Un fenómeno sin precedentes. En diciembre, la gente hacia cola en las tiendas de discos para comprarlo. En las festividades de ese año sonó por todo lado. Tuvo la misma repercusión del 'Año viejo' y de 'Faltan cinco pa'las doce'.

¿Usted lo tuvo en esa época?

Claro, yo tenía 11 años, que fue cuando se me despertó la fiebre por la salsa y empecé a comprar música.

¿Y cuánto le costó Fruko, el Grande?

$30, que era plata, y me tocó romper el marranito para comprarlo.

¿Ese álbum, cuánto puede valer en la actualidad?

Tampoco es tan caro: $80.000, $100.000.

¿Cuál es esa otra 'recontrajoya' de Fruko, como dicen ustedes los melómanos y coleccionistas?

Se le tiene, Ricardo. Se llama Salsa pa'la gente rumbera volumen 1. Perseguido por melómanos y coleccionistas. Solo trae un tema por cada lado. Dos poderosas descargas de 12 minutos cada una. Antes de que me recontrapregunte por el valor, puede estar entre $600.000 y $700.000. Repito, son precios subjetivos. Yo no lo vendería.

Orlando Vargas, 'frukista' a morir, melómano, coleccionista y empresario musical.

Para rematar, Orlando, usted que se proclama como un 'frukista' a morir, ¿qué puede decir de Fruko y de su obra?

Fruko es el más grande en la historia de la música tropical en Colombia: ingenioso, creativo, renovador, visionario y con una trayectoria insuperable. Es que no hay sino que mirar atrás todo lo que ha acumulado, desde Corraleros de Majagual, cuando hizo su entrada triunfal de 16 años, pasando por Fruko y sus Tesos, Latin Brothers, Los Ídolos, Los Pico Pico, La Sonora dinamita. Ha grabado unos 100 álbumes, y todos los éxitos que se han registrado. Admirable su rigor y perseverancia. Se lo dice Orlando Vargas, que llevo 47 años siguiendo al maestro. De niño era mi ídolo; de adulto, uno de mis grandes amigos.

 

 

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