¡La ganadería extensiva en Colombia es muy capitalista!

¡La ganadería extensiva en Colombia es muy capitalista!

Notas de historia ambiental para controvertir '¿En dónde están los capitalistas colombianos', columna de Mario A. Valencia publicada en El Espectador

Por: Jhon Florián Guzmán
octubre 14, 2020
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¡La ganadería extensiva en Colombia es muy capitalista!
Foto: PxFuel

El pasado 5 de octubre de 2020, Mario Alejandro Valencia publicó en el periódico El Espectador una columna en la que caracterizó varios de los fenómenos contemporáneos de la economía colombiana como "feudales" y "premodernos" [i].

Para este economista es un "absurdo" creer que la "ganadería extensiva" puedan ser consideradas capitalistas. De allí que, según él, el "gran reto" para Colombia sea "superar la Edad Media" con "desarrollo empresarial". En otras palabras, el problema nacional es que el país no es lo suficientemente capitalista.

El artículo de Valencia expone varios elementos que, en rigor, ameritan mayor debate, pero aquí quiero destacar la falsa idea de que la ganadería extensiva es un asunto ajeno al capitalismo. En parte, porque estas apreciaciones desconocen los importantes aportes que se han hecho desde la historia ambiental y la economía política recientemente.

Durante gran parte del siglo XIX y todo el siglo XX la ganadería se ha extendido por el territorio colombiano despejando bosques, secando humedales y devastando ricos ecosistemas. Esta actividad no solo transformó el paisaje, sino que además creció a costa de la ruina de varias comunidades rurales, recordando, una vez más, que todo acto sobre la naturaleza es también un acto sobre la humanidad misma. No hay naturaleza sin el hombre, como tampoco hay hombre sin naturaleza.

Es innegable el impacto ambiental que ha tenido la ganadería en Colombia, sino en el mundo, pero no por ello puede atribuírsele gratuitamente el calificativo de "premoderna" como lo sugirió Valencia en su columna. Esta ruta de interpretación trae el riesgo de insinuar, entre otras cosas, que la ganadería “realmente capitalista” no arruinaría el medio ambiente y no emplearía cantidades descomunales de tierra.

Sin embargo, al margen de la idealización del capitalismo que sugiere este columnista, ciertamente hay evidencia historiográfica para justificar que la ganadería extensiva en Colombia es el resultado de un emprendimiento capitalista.

Historiadores como Shawn Van Ausdal y Alberto G. Flórez-Malagón han expuesto cómo los ganaderos, con cada vez más eficacia, movilizaron capitales y trabajo asalariado para convertir el bosque húmedo tropical en potreros a lo largo del siglo XX [ii].

La revolución técnica que soporta el crecimiento económico sostenido de la población bovina desde 1850 en Colombia se debe a la incorporación progresiva de razas europeas, las cercas de alambre de púas, una administración mejorada y el insistente empleo de pastos africanos (Pará y Guinea). De hecho, América Latina es la región con mayor crecimiento de este tipo de ganado en el mundo desde 1965 [iii].

Con la ganadería se obtuvieron importantes ganancias de la venta de leche, queso, carnes, cueros, tripas, grasas y excremento. No hubo desperdicio: todo fue mercancía. Una lógica económica que, contrario a la versión dulcificada de la modernidad que tiene este columnista, no sólo no entró en conflicto con el establecimiento del poder terrateniente, el ejercicio de la violencia y la obtención de beneficios extraeconómicos, sino que además se amalgamó conformando una de las actividades empresariales más exitosas del siglo XX colombiano.

La médula del argumento del economista Mario Valencia es la de que “en Colombia predomina más el feudalismo que el capitalismo”. Una apreciación desafortunada que simplifica las relaciones sociales en el campo y da la espalda, justamente, a la comprensión de realidades tan acuciantes como la desforestación y el desplazamiento.

En la actualidad, la conversión de ricos ecosistemas en potreros no es resultado del triunfo de la “Edad Media” sino del rutilante éxito de la producción capitalista del espacio, en donde toda riqueza natural y cultura es reducida a su condición de mercancía.

[i] Mario Alejandro Valencia, ¿En dónde están los capitalistas colombianos? El Espectador, 5 de octubre de 2020.

[ii] Alberto Guillermo Flórez Malagón et al., El poder de la carne (Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2008).

[iii] A. Rosati, A. Tewolde, y C. Mosconi, Animal Production and Animal Science Worldwide: WAAP Book of the Year 2005 (Wageningen Academic Publishers, 2005), 351.

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