La fiscal que le conocía todos los secretos a Otoniel

La fiscal que le conocía todos los secretos a Otoniel

Con más de 20 años de carrera, desde 2010 Natalia Rendón tenía la tarea de cazar al narco. Usó todo tipo de estrategias logrando infiltrar su círculo más cercano

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noviembre 02, 2021
La fiscal que le conocía todos los secretos a Otoniel

Natalia Rendón alcanzó a conocer todos sus secretos. Con un infiltrado se aprendió cada uno de los rituales de Darío Antonio Úsuga para pasar desapercibido: los anillos de seguridad que lo rodeaban, el sistema de seguridad que escaneaba los cuerpos de cada persona que se le acercaba para detectar cualquier aparato electrónico e incluso la maña de enterrar cada chicle que masticaba para evitar que un avión lo ubicara. Logró meterse en el círculo más cercano de Otoniel, el hombre más buscado de Colombia hasta que consiguió su captura.

Con más de 20 años de carrera, la fiscal Rendón ha estado en peligro desde 2010 cuando acabar con el clan Úsuga se convirtió en su principal misión. Ha sido objetivo militar del principal cartel de la mafia que actúa en el país. El juego del gato y el ratón es de lado y lado, mientras ella logra infiltrarse en la selva donde se esconden, los mismos tienen decenas de interceptaciones suyas y de quienes han sido sus colegas de investigación: el general Martínez y el teniente García, todo esto para actuar en su contra. “Doctora, usted nos tiene arruinados” le dijo el mismo Carlos Antonio Moreno, alias Nicolás, el segundo al mando del clan que fue capturado en agosto de 2018. La tenían en la mira.

Nacida hace 44 años en la capital paisa, Natalia Rendón comenzó su camino en el Búnker de la Fiscalía en 1999. Desde allí se ha encargado del perfilamiento de personas cercanas, interceptaciones telefónicas, investigación de campo y lograr tener un agente encubierto acercándose a Otoniel y su clan. Su trabajo la ha hecho blanco de amenazas por parte de Los Urabeños-Clan Úsuga-Clan del Golfo-Autodefensas Gaitanistas de Colombia, identidades por las que ha transitado el grupo criminal liderado por Otoniel, todo para vengarse por la “Operación Agamenón”.

Rendón, egresada de la Universidad Autónoma de Latinoamérica en Derecho y en la Especialización de Derecho Administrativo, venía ocupando el cargo de Fiscal Delegada ante Jueces Penales del Circuito Especializado de la División Especializada contra las Organizaciones Criminales, hasta que el 27 de enero de este año fue nombrada directora Directora Seccional de Fiscalías de Medellín para reemplazar a la saliente Hilda Mary Rengifo, cargo con el que logró uno de los golpes más esperados de la fuerza pública.

Con la caída del jefe del Clan del Golfo, la fiscal logró judicializar también a la proxeneta de Otoniel, quien conseguía las niñas para llevarlas a los cabecillas. La desgarradora historia, que Rendón conoció de primera mano, incluía a la hermana menor de la detenida, pues no solo ofrecía los servicios de “niñas vírgenes” para llevar a los cabecillas, sino que vendió a su propia hermana.

La Fiscal y Directora Seccional de Fiscalías de Medellín cuenta con un esquema de seguridad desde el 22 de junio de 2016, asignado por la Dirección Nacional de Protección y Asistencia de la entidad: un vehículo blindado y dos escoltas. Su principal misión es protegerla de los posibles atentados que el clan estuviera planeando a través de oficinas de cobro de Medellín, amenazas que se hicieron más latentes desde 2017.

La fiscal Rendón también ha participado en otros casos que la han puesto en el ojo público. En el 2016 el expresidente Álvaro Uribe buscaba denunciarla por supuesto prevaricato mientras era la encargada de la investigación en su contra por su supuesta participación en un complot para asesinar al empresario Pedro Juan Moreno, fallecido en un accidente aéreo en 2006.

Por ahora, la mayor victoria de su carrera fue entregar a uno de los más buscados, quien según los datos que maneja la Fiscalía, enfrenta al menos 122 órdenes de captura por delitos como homicidio, reclutamiento ilícito, concierto para delinquir, secuestro extorsivo, terrorismo, porte ilegal de armas, narcotráfico y delitos sexuales. Su misión de acabar con el clan, después de tantos años, empieza a hacerse realidad.

 

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