La 13ª edición de la Feria del Millón, celebrada en el Centro Felicidad de Chapinero, vuelve a poner sobre la mesa su filosofía más radical: hacer arte accesible sin sacrificar calidad. Además del despliegue creativo, uno de los focos más llamativos de esta feria es su estructura de precios y cómo eso refuerza su misión de democratización.
El nombre no es casual: durante años, muchas de las obras en exhibición han rondado el millón de pesos colombianos, lo cual se ha convertido en una especie de marca del evento. Aunque hoy los precios han variado, la lógica sigue muy similar. De hecho, según las bases más recientes para los artistas participantes, se admiten piezas con valores entre 800.000 y 2.350.000 COP (sin IVA).
Este rango da espacio para que diferentes tipos de compradores —desde quienes invierten por primera vez en arte hasta coleccionistas más experimentados— puedan conectarse con el trabajo de artistas emergentes. Además, la Feria del Millón aplica una comisión por ventas: según su convocatoria, va del 27 % para ventas menores a 15 millones de pesos, hasta un 38,5 % para transacciones más grandes.
Por otro lado, asistir a la feria también implica un costo para el público, aunque no es prohibitivo. La taquilla varía según el día: el jueves cuesta 55.000 COP, mientras que viernes, sábado y domingo está en 33.000 COP. Eso sí, hay descuentos: es gratuita para menores de 14 años y estudiantes de arte, arquitectura y diseño.
El origen del nombre “Millón” tiene una potencia simbólica: nació en 2013 como una feria alternativa donde las obras no superaban el millón de pesos y los artistas vendían directamente al público, sin intermediarios. Esa idea de cercanía se mantiene hoy, aunque los precios ya no sean tan rígidos, porque la feria ha crecido y ha profesionalizado muchos aspectos.
La Feria del Millón no solo empodera a los artistas: también permite que el público —muchas veces nuevo en el coleccionismo— adquiera una obra con una inversión relativamente baja. En un mercado artístico donde los precios pueden escalar muy alto, este evento se presenta como una entrada real al mundo del arte.
En resumen, la Feria del Millón 2025 refuerza su promesa fundacional: acercar el arte emergente a la gente, con precios que, aunque han subido respecto a sus inicios, siguen siendo considerablemente más asequibles que otros espacios del mercado establecido.
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