Son más de cinco años de una entidad que nació para cuidar a los campesinos. Un periodo por el que han pasado más de cinco políticos, contando solo los de la Agencia de Desarrollo Rural, sin tener en cuenta los del INCODER, Incora, etc.
Sin distingo político, todos los que han llegado han sido buenos. Unos más políticos, otros más crueles, algunos de corazón noble y liderazgo firme, otros más ignorantes y casi todos con su llegada devuelven la luz de esperanza para la gente del campo.
No obstante, ese ideal queda ahí, empeñado como un sueño frustrado, a la merced de los compromisos del presidente de turno. Pocos meses pasaron con el presidente Santos y ¿qué se logró? Llegó Duque a "construir sobre lo construido" y de aquello nada. Con la promesa del "cambio" subió Petro, no se ha cumplido el año y ya completó dos presidentes.
Todos, sin excepción, llegan con un discurso enamorador, subjetivo y hasta poético. Poco será aquel funcionario que se siente desanimado, prende motores como estrenando carro nuevo y acelera como si estuviera descendiendo el Boquerón. Pero a la final dejan a los productores como Colombianita, la de Sábados Felices.
"Esta no es una entidad burocrática", "ahora sí llegó la esperanza para el campo", "no es en el escritorio, es en el territorio", "nuestros campesinos son el muro de contención", "vamos a trabajar por el campo colombiano" y con todas esas frases van desfilando y ocupando una entidad de espíritu muy bonito, que es usada para pagar favores.
Líderes inteligentes, con una capacidad indudable, se montan en la entidad como si fuera una vitrina, no para comercializar los productos de los campesinos, sino para venderse con la bandera de una entidad que tiene una misión hermosa en el papel, pero que en la práctica deja proyectos en el olvido, inversiones vencidas, sueños de los más vulnerables rotos y promesas que hasta los mismos líderes lamentan no cumplir.
Esta no es una columna hecha para defender la derecha o la izquierda; no es en contra de ninguna de las dos orillas. Es un lamento que evoco en nombre de muchos que sufren al ver pasar los años y proyectos como Ranchería, Triángulo del Tolima, Repelón, Manatí y muchos otros quedan entre renovación de estudios, diseños y platas sin ejecutar, muchos de ellos desde la creación de la Entidad.
