Richard Aguilar ha sido un fiel seguidor de los pasos políticos de su padre, Hugo Aguilar. También fue gobernador de Santander y ahora son compañeros de cárcel. Richard, que renunció a su curul horas después de ser capturado en su apartamento al norte de Bogotá, fue acusado por corrupción, pues estaría detrás de varias irregularidades en la contratación del reforzamiento de la Villa Olímpica del estadio Alfonso López de Bucaramanga, una obra que terminó costando un 40% más de su valor inicial.
Richard Aguilar fue enviado al centro de reclusión Batallón Escuela de Artillería al sur de Bogotá ubicado frente a la cárcel La Picota, donde también se encuentra su papá sentenciado a 9 años de cárcel por el delito de concierto para delinquir agravado, el mismo delito por el que podría ser condenado su hijo exgobernador.
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