Durante todo el mundial, la Selección Colombiana de Fútbol fue el epicentro de toda clase de enseñanzas que sirvieron de fundamento para analogías sociales, políticas y educativas, que sin duda dejaron grandes aprendizajes para nuestro país y nuestra sociedad.
Desde el inicio de su participación en el mundial que acaba, ya muchos escritores, periodistas y demás personas de diversos sectores de la sociedad, consignaban lo que le enseñaban 11 jugadores al país: Unión, ilusiones, metas, nuevos ídolos para los niños y niñas amantes del fútbol que sueñan con ser James, Cuadrado o Teo. Una selección que brilló de inicio a fin, con luz propia y con el apoyo de todo un país que se glorificaba por estar en el mundial y con cada logro que iban obteniendo.
Hoy, cuando se baja el telón de lo que sin dudas fue un mundial que perdurará en la retina y en el recuerdo de grandes y pequeños, la FIFA le otorga a Selección Colombia una distinción más, un aprendizaje más para toda Colombia, la de FAIR PLAY (Juego limpio). Esta expresión y distinción otorgada por primera vez en 1987, se hace alusiva para exaltar el comportamiento leal y por demás correcto en el deporte hacia el contrincante, así como también de respeto para con el árbitro y asistentes, dada la presencia en ocasiones de conductas deportivas cuestionables.
Siguiendo con el registro de analogías y enseñanzas que nos deja el fútbol para la sociedad, haber recibido esta distinción, es sin duda alguna un llamado a sepultar y dejar de lado " El todo vale", es poner de presente entre los colombianos los valores éticos y morales de buenas conductas, de lealtad y respeto, es una enseñanza de los jugadores de la selección y de todo un cuerpo técnico para quienes hoy ya se han formado y para quienes están en etapa de hacerlo, y no solo personal sino también profesionalmente.El FAIR PLAY tiene una especial importancia para los niños, niñas y adolescentes en una época en la que la profesionalización, bien sea en el campo deportivo o en otro, comienza a incidir sobre ellos a edades cada vez más tempranas.
Promover en la sociedad colombiana el "Juego limpio", es recuperar el sentimiento que deja ser honesto, trabajar sin trampas en pro de una meta y ante todo respetar el adversario. Es saber ganar y saber perder, saber competir en el deporte, en la oficina, en la universidad, en el hogar, en la calle, sin ningún tipo de trampa y respetando siempre al compañero, amigo, vecino, colega, familiar y en caso de no ganar, no atacar al adversario.
Todos los colombianos urgimos por el FAIR PLAY para nosotros, para con el Estado y por Colombia. Juego limpio por parte de quienes dirigen el Estado, juego limpio con los trabajadores y los estudiantes, juego limpio con los niños y niñas, con las personas con discapacidad y las minorías sociales, juego limpio con quienes más necesitan atención por parte del Estado, pero también con los animales y el medio ambiente, necesitamos sembrar y difundir el "FAIR PLAY" para soñar y vivir en sociedad.
Así pues, terminado el mundial de fútbol hay mucho que seguir agradeciendo a la Selección de Fútbol que hasta el final del campeonato, le sigue enseñando a 47 millones de colombianos la capacidad de superarse, de darlo todo y luchar hasta el final, pero siempre de manera correcta, siempre demostrando el FAIR PLAY.