Existem formas no racistas de hacer humor

Existem formas no racistas de hacer humor

Es necesario cuestionarlo. Es posible construir otras formas de hacer comedia

Por: Maria Mandinga.
octubre 26, 2015
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Existem formas no racistas de hacer humor

«Han cogido la cosa,

que pa’ reírse se burlan de mí,

han cogido la cosa,

que pa’ reírse me agarran a mí.

Que tengo grande la boca y la nariz,

que nada bueno me encuentran a mí,

que yo soy prieto, que soy Carabalí,

pero orgulloso me siento yo así…»

Jairo Varela, Grupo Niche, han cogido la cosa.

Colombia se debe a sí misma un debate riguroso que cuestione los usos del humor como estrategia abiertamente legitimadora de problemas sociales como el racismo, el sexismo, el clasismo y sus distintas intersecciones. Urge un análisis riguroso del humor como elemento central en la organización, defensa y continuidad de las estructuras del poder colonial y post-colonial, pero la conversación no debe limitarse escenarios académicos, este debe ser tema para un diálogo nacional. El país requiere cambios sustanciales en las dinámicas de interacción entre sus habitantes, lo que implica que reconozcamos  el verdadero alcance de aquellas expresiones que falsamente se presentan como un  «chiste inocuo», una «inofensiva parodia» o un «inocente sketch comedy”.  En este orden de ideas la presente es una carta abierta, dirigida a las audiencias del humor que se produce en el país, así como a cualquiera que desee participar en la discusión en torno a los problemas suscitados por los usos del humor racista, sexista y clasista; usaremos como caso tipo el sketch comedy Emilio y Belarmina, protagonizado por Martin de Francisco y Santiago Moure.

Recientemente los señores  De Francisco y Moure han dado a conocer un proyecto titulado Emilio y Belarmina, proyecto que quienes escribimos esta reflexión consideramos sumamente problemático, por ser una propuesta «critico»- humorística sumida en lo más profundo del racismo nacionalista, aunque pretendan presentarlo  como todo lo contrarío. Y  no es que quienes redactamos este análisis carezcamos de humor satírico, sarcástico o irónico, es que nuestras lecturas sistémicas e individuales no nos permiten perpetuar las estructuras de dominación que ustedes promueven con su trabajo artístico.

 Sobre Black Face y La inocencia del chiste

¿Qué es lo inapropiado en los inocentes chistes?

Emilio y Belarmina utilizan uno de los trucos más gastados de la comedia y la televisión colombiana: el cuerpo pintado de negro o la cara negra, la burda imitación/explotación de tópicos atribuidos a las personas que integran comunidades Afro, Palenqueras, Raizales y Negras en el país. En otros lugares del mundo esta puesta en escena no es solo cuestionada sino sancionada, siendo el caso de Estados Unidos el más emblemático. Allí a esta práctica se le denomina Black Face y es identificada como una forma histórica de opresión; el Black Face básicamente consiste en pintarse el cuerpo de colores oscuros (usualmente café o negro) y hacer un performance imitando rasgos supuestamente particulares, gestos o expresiones culturales de ciertos grupos; desde sus inicios el black face ha sido asociado con ataques racistas a las comunidades de la Diáspora Africana. El Black Face exagera, es repetitivo y emplea afanosamente la hipérbole para enfatizar el chiste sobre la corporeidad de la gente Afro, esta es una forma de humor que ha promovido desde hace mucho tiempo sinnúmero de visiones prejuiciadas y Colombia no es la excepción. El país ha hecho enormes despliegues de los distintos tipos de cara negra en anuncios publicitarios, carnavales y programas de televisión, siendo la burla a las gentes de piel oscura celebrada por la idiosincrasia nacional. En el caso particular de Emilio y Belarmina, los personajes parecieran coquetear nuevamente con la crítica ácida, el humor corrosiva, politizado, severo, pero que tenuemente cuestiona la raíces de los problemas que dividen a la población Colombiana así como a la mayoría de las sociedades del mundo. El personaje de Emilio representa a un hombre adinerado, criollo-mestizo y suscrito al discurso de la supremacía blanca; Belarmina por su parte encarna a una mujer Afrodescendiente, migrante del Pacífico y quien trabaja en casa de Emilio, juntos se encargan de parodiar apartes de la realidad nacional. Sin embargo, dichos personajes que se supone hablan y reflexionan cómicamente sobre problemáticas que azotan al país, por un lado acuden a una fórmula operacional del racismo anti-negro en Colombia: el humor racializado, y por el otro cultivan los imaginarios que marginalizan a los pueblos de la Diáspora Africana. Revisemos algunos apartes de los personajes y sus diálogos:

  1. «Belarmina: Hola, soy Belarmina Mosquera Urrutia Pose, Nacida en Itsmina Choco, 28 años, me gusta más el aceite animal que el aceite vegetal» https://www.youtube.com/watch?v=VD-RGlIcDzo
  2. «Emilio: Yo siempre me he preguntado, ¿ustedes Cómo hacen para adaptarse al frío?

Belarmina: Yo acá me pongo como toda rusia, como toda escamada

Emilio: ¡Qué asco!

Emilio: ¿Usted es cristiana? ¿Usted es bautizada? ¿Usted tiene nombre?

Belarmina: Yo me llamo Belarmina Mosquera Urrutia Pose

Emilio: ¿Urrutia Pose? ¿De dónde saca usted esos apellidos?

Belarmina: ¡Cómo que de donde los saqué!, pues de mi señora madre en Itsmina-Choco, no ve que a mi papá no lo conocí» https://www.youtube.com/watch?v=RV_Wv05Gl5g

Las líneas citadas anterioremente muestran como los personajes de Emilio y Belarmina retoman una serie de mitos sobre la gente Afro-colombiana, mitos prejuiciados que guardan estrecha conexión con el racismo sistemático que marca las relaciones sociales del país y de gran parte del mundo, mitos enclavados en las funestas herencias del darwinismo social, el racismo científico y la eugenesia, siendo algunos de estos:

  1. El mito de la ausencia de la figura paterna en las comunidades Afro-Diásporicas:

«Belarmina: Como que de donde los saqué, pues de mi señora madre en Itsmina-Choco, no ve que a mi papá no lo conocí»

  1. El imaginario del salvaje, el hombre o la mujer sin historia, sin pasado cultural, sin memoria:

«Emilio: ¿Usted es cristiana? ¿Usted es bautizada? ¿Usted tiene nombre?»

  1. Los mitos alrededor de la belleza y atractivo de la mujer negra:

«Emilio: Yo siempre me he preguntado, ¿ustedes Cómo hacen para adaptarse al frío?

Belarmina: Yo acá me pongo como toda rusia, como toda escamada

Emilio: ¡Qué asco!»

Además está presente también el mito de la sumisión, evidente en la actitud infantil, servil y abnegada con la que retratan al personaje de Belarmina, su atrevida y pobre imitación del acento  de quienes habitamos las costas del país y mucho más. Hoy como nunca antes es necesario explorar en detalle estas creaciones culturales, que una vez convertidas en estrategias de dominación sobre los cuerpos de los y las Afrodescendientes amenazan con menoscabar nuestra dignidad. Los promotores de Emilio y Belarmina perpetúan formas de violencia epistémica, violencia de género y racial, ellos reproducen relaciones de poder asimétricas, participando así del maltrato que hoy se ejerce sobre muchas mujeres que realizan las labores domésticas del país y para quienes no es un chistoso escuchar a diario «que no tienen historia, que son pintorescas, que no son atractivas y que su comportamiento es salvaje». Mujeres que por supuesto contribuyen a la construcción de una nación que las desconoce, que guarda silencio ante sus tragedias y que además se mofa de su existencia. Martin y Santiago deliberadamente reproducen distintos niveles del poder centralizado que critican, y que por demás está decir, perpetúa una serie incalculable de estereotipos sobre las distintas poblaciones racializadas que coexisten en el país, ellos explotan económicamente distintos imaginarios sobre la gente negra, pero las audiencias de programas como Emilio y Belarmina son participes de las prácticas racistas y sexistas que pululan en nuestras sociedades.

Retémonos pues como sociedad a crear-exigir diversión que no perpetúe modelos de dominación cultural, pero en especial que no participe de la anulación pública, física y simbólica de los cuerpos de las mujeres Negras, Palenqueras, Raizales,  Afro-Colombianas, Indígenas o Mestizas en el país.

COLECTIVO DE ESTUDIANTES AFRO-LATINOAMERICANOS Y DEL CARIBE.

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