Su verdadero nombre es Fancy María Orrego Medina y es la mujer que ha tenido el más alto cargo dentro de las FARC. Ingresó a los 18 años al Quinto Frente en el Urabá Antioqueño, luego de haber militado en la Juventud Comunista. Hoy Érika Montero, como se conoció en la guerra, lidera el partido Farc en Medellín y se convirtió en una de las líderes en el proceso de Monitoreo y Verificación en Medellín, junto a Ingrid Melgajero, de la Fuerza Aérea de Chile y Cristina Ibarra, de la Policía de Colombia. Durante este proceso se encargó de coordinar con las Zonas Veredales los procesos de consultas con los guerrilleros.
Montero ahora busca llegar al Concejo de Medellín con su partido. No la tiene nada fácil, más en una tierra donde las Farc nunca han sido bienvenidas y donde el uribismo, su antítesis, manda, pero se ha ganado el respaldo de algunos sectores que le reconocen su trabajo en la implementación. De hecho, varias voces de protesta se hicieron oír cuando el pasado 4 de noviembre atentaron contra su vida en Medellín.