El común denominador de los habitantes del Cauca asentados en el litoral pacífico es la miseria, el abandono del Estado y la pobreza absoluta. Mestizos, indígenas y afro - descendientes se esfuerzan por sobrevivir de la pesca artesanal, el cultivo del coco, el chontaduro y la extracción de oro y platino para otros explotadores de esos minerales. Situación está, derivada de la poca o ninguna acción oficial, de los menguados presupuestos municipales y los escasos recursos transferidos por la Nación. En el Cauca sus principales localidades: Guapi, Timbiquí y López han corrido la suerte de tener gobernantes inescrupulosos, acolitados por polítiqueros que solo se sirven de la costa en campaña, pero que al momento actuar desde el congreso o el gobierno se olvidan de sus necesidades y sus gentes. Para completar el panorama desolador en los últimos años han venido siendo asediados por los grupos alzados en armas y el narcotráfico.
La desnutrición, el paludismo y otras enfermedades tropicales son sus principales azotes de salubridad. Los recursos para los hospitales no son invertidos conforme a la destinación y desaparecen, como por arte de magia, de acuerdo a las auditorías realizadas por la Contraloría Departamental, sin que alcaldes y secretarios respondan, un jemplo, lo ocurrido en Guapi alrededor del Hospital San Francisco. Los recursos para los departamentos de la región Pacífico son ínfimos frente a las inmensas necesidades que padecen en infraestructura, desarrollo empresarial y social, atención en educación, salud y vivienda, emprendimiento y otras políticas necesarias para sacar de su marginamiento a los pobladores afros, indígenas y mestizos de la región.
De nuestra costa caucana, solo se acuerdan los gobernantes cuando después de peticiones y gritos de auxilio para la atención de sus necesidades primarias no encuentran respuesta positiva y solo atinan a realizar el llamado paro, donde la ciudadanía cansada de tanto carameleo muestra su inconformidad. Es el momento en que el gobernador y secretarios salen a calmar los ánimos y comprometer la acción oficial con paños de agua tibia por un tiempo hasta una nueva muestra de inconformidad. No existe compromiso del gobierno para buscar soluciones de fondo. Lo ocurrido hace unos días en Guapi no es más que la muestra de un gobierno indolente frente a la grave problemática de la población de la costa caucana, realidad que fue mostrada en toda su dimensión de manera acertada por PIRRY en uno de sus especiales de televisión . Es la verdad descarnada de la dura y cruel realidad de estos Municipios de la costa caucana y de otros como Puerto Tejada al otro extremo, o de los municipio del Centro y Sur del Cauca. Vivimos en medio de la pobreza y la miseria sin que exista un compromiso serio de la administración departamental de asumir su responsabilidad frente a su gente.
Es deseable entonces, que los recursos de regalías equitativamente distribuidos, sean manejados con responsabilidad, trasparencia y justicia social para que cumplan su cometido y el feraz Pacífico, irrigue la riqueza que sus entrañas naturales y el piso húmedo y fértil de las laderas cordilleranas y la costa que guardan en agua, minería y agricultura para el mejorar el nivel de vida y bienestar de las generaciones futuras.
Mirar al Pacífico colombiano es una de las frases más repetidas por los gobernantes, que buscan supuestamente los grandes mercados para exportar a la República China y Occidente. ¿Pero nos hemos preparado?,¿ El Cauca ha dado los pasos necesarios al menos para llegar al Pacífico y tener un puerto de características importantes?. Esa es la expectativa creada durante muchos años para la región que se quiere impulsar, sacando de la pobreza extrema a sus habitantes que mantienen aún vivas sus esperanzas en los gobiernos departamental y nacional, solucionando algunas de sus carencias .
