El origen del vampiro
Opinión

El origen del vampiro

Por:
julio 11, 2013
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

Inglaterra como tantas otras madres suele aplastar a sus hijos más queridos. Si un par de años el más selecto círculo social de Londres se disputaba el honor de acoger en sus salones a Lord Byron. Ahora en 1816 esa misma gente le daba la espalda. No era para menos, el poeta era adicto al escándalo. Contra todo pronóstico se casó, la desgraciada esposa fue Anabelle Noel, una brillante pero poco agraciada joven. El matrimonio como era de esperarse fracasó desde la misma luna de miel. El joven poeta no tardó en pedir el divorcio lo que levantó un murmullo de absoluta desaprobación. De la noche a la mañana y ventilándose la incestuosa relación que tenía con su hermana Augusta el idolatrado escritor se había convertido en un proscrito.

Cansado de tanta hostilidad decidió cruzar el mar y hacer una travesía continental. Su único acompañante era el fastidioso doctor Polidori. El aborrecimiento que sentía Byron hacia la carne y su apego al láudano le produjeron al poeta serios problemas de hígado. Lo mejor sería llevar al joven médico para que atendiera cualquier tipo de aflicción que pudiera sufrir en la extenuante aventura. El problema era que Polly Dolly (como le decía en mofa su paciente) tenía pretensiones de literato. Hijo de un destacado humanista italiano, poeta y traductor de las obras de Milton, Polidori soñaba con crecer como escritor al lado del famoso poeta. Quería destacar en el estrecho círculo en que se movía Byron, por eso cada vez que el autor de este se reunía con sus amigos a hablar de libros, el doctorcillo insignificante aparecía para mostrar su insulsa inteligencia.

En Suiza el lord se encontró con Percy Shelley, un reconocido poeta que tenía un sentido del humor y una forma de ver la vida bastante parecida a la suya. Decidieron alquilar una mansión antigua cerca del lago de Ginebra. La edificación era conocida como Villa Diodati. Allí pasarían una semana, resguardándose de las crudas tormentas que azotaban el año en que no hubo verano. Para combatir el aburrimiento Lord Byron idearía un curioso juego. Inspirados por Fantasmagoriana, una colección de relatos de horror que había en la casa, las tormentosas noches  y sobre todo el láudano, cada uno de los ocupantes de la casa deberían desarrollar en cinco días el cuento de terror más espeluznante que se hubiera leído jamás. Los invitados aceptaron el reto.

Entre ellos estaba la esposa de Percy Shelley, Mary, una jovencita extraordinariamente instruida que desde muy temprana edad había desarrollado un inusual talento literario. Cada uno escogió un cuarto y entre la espesa niebla que después de las nueve de la noche salía del lago se concentraron en la labor de crear su historia. Los fantasmas atrapados entre las centenarias telarañas de la villa se introdujeron en la cabeza de los escritores. Curiosamente, el hombre que había propuesto el juego se había llevado a su cuarto un frasco extra de láudano y allí, fundido en los paraísos artificiales, perdería por completo el interés de crear cualquier cosa. Percy, la otra estrella del cuarteto, mostró solos unos versos incongruentes que nadie entendió.

Los ganadores del juego y los causantes de que 200 años después todavía nos acordemos de ese fin de semana, fueron los dos integrantes más infravalorados del grupo. Mary Shelley encontraría en ese tenebroso cuarto las primeras imágenes de ese ser construido a partir de retazos de cadáveres y devuelto a la vida gracias a la ambición inescrupulosa del Doctor Frankenstein. Los cimientos de su novela estaban listos. Cuatro años después Frankenstein sería publicado y con él vendría la inmortalidad para su creadora.

El doctorcillo sabiendo que esa era la oportunidad para impresionar a su “Señoría”, demostró no solo que tenía talento, sino que podía tener las agallas para vengarse de las mofas que le propinaba su diabólico paciente. El vampiro es el cuento fundador de un género que llegaría a su cota máxima de popularidad unas décadas más adelante cuando Bram Stocker se sentara a escribir su Drácula.

Inspirado en la figura de  Byron, Lord Ruthven, personaje central de la historia, es un hombre elegante y oscuro que tiene la extraña habilidad de seducir a las mujeres y que nunca, bajo ninguna circunstancia come carne. Un libertino cuyo único interés era viajar a Grecia y destruir la vida que se le cruzara en el camino.

El relato de Polidori apareció en The New Monthly Magazine de Londres en abril de 1819, tres años después de las noches en vela en Diodati. Byron que años antes había publicado la balada vampírica El Giaour primero se atribuyó el relato y después tomó una prudente distancia tal y como lo dice él mismo en una carta publicada en la maravillosa biografía de André Maurois “En lo que a mi respecta siento un personal desagrado por los vampiros y el poco trato que he mantenido con ellos en modo alguno me induciría a divulgar sus secretos”.

El punto es que esta confusión inicial de que si había sido o no Byron el autor del relato hizo que este se hiciera enormemente popular en Europa y le hizo realidad, así fuera por una corta temporada, el sueño al doctorcillo de ser un eminente hombre de letras.

Animado con el éxito obtenido por su relato, publicaría después un libro de poemas que fue un absoluto fracaso. Mientras que la fama de él descendía hasta el punto de que en el momento de su prematura muerte ocurrida el 11 de septiembre de 1821 a los veintiséis años ya muy pocos se acordaban de él y hoy incluso nadie sabe donde fue enterrado, la de Byron volvía  a crecer y con él el prestigio absoluto de su obra.

El relato de Polidori fue fundamental para cimentar la criatura más temible y sexy que puede haber en cualquier relato de horror: el vampiro. Las jovencitas que histéricas aplauden en la sala de cine a Robert Pattison en su papel de Edward Cullen, ignoran que él está allí gracias a la alucinación que produjo en un insignificante doctorcillo, el exceso de láudano en una tormentosa noche en Villa Diodati dos siglos atrás.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Un espectáculo tan impresionante como la Esfera de Las Vegas se presentará en Bogotá

Un espectáculo tan impresionante como la Esfera de Las Vegas se presentará en Bogotá

La traición que más le duele a Vargas Llosa

La traición que más le duele a Vargas Llosa

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--