El "encuentro" entre dos mundos

El "encuentro" entre dos mundos

A propósito de las discusiones alrededor del 12 de octubre: "no se trata de crear una cultura hispanoamericana, sino una verdadera cultura latinoamericana"

Por: carlos eduardo lagos campos
octubre 15, 2020
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“Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: 'Cierren los ojos y recen'. Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia” (Eduardo Galeano).

Es necesario para esta época, en que en el mundo se rememora la llegada de Cristoforo Colombo a las Américas con el nombre del Día de la Raza, hacer una reflexión sobre la pertinencia de celebrar o conmemorar esta fecha, dado que esta se tradujo en un complejo proceso que incluyó el exterminio de los pueblos aborígenes y comprendió siglos de dominación y un profundo intercambio cultural que llega hasta nuestros días.

Desde la concepción española se conoce a esta fecha como el momento histórico ocurrido el 12 de octubre de 1492, cuando los europeos llegaron por primera vez al continente americano en una expedición comandada por el genovés, destinada originalmente a las Indias orientales, bajo el auspicio de la corona española con el argumento de que debido a la recuperación de Constantinopla por parte de los turcos en el año 1453, se había cerrado un paso comercial importantísimo entre oriente y occidente.

Pero para los para los pueblos indígenas, esta fecha recuerda toda una historia de conquista, expoliación y opresión; para ellos marca el inicio de una historia de sufrimiento, pues con ella se abrió paso a la conquista y al período colonial español. Desde el punto de vista de los pueblos originarios, es un capítulo oscuro, de genocidio y siglos de agobio, atosigamiento, despotismo, tiranía, esclavitud, sometimiento y sujeción a otra lengua a otra cultura, a otra religión a otra cosmovisión.

Por ello en algunos países de América se le cambió el nombre por el de "Día de los Pueblos Indígenas", con el fin de conmemorar a las víctimas de la invasión, conquista y colonización. En varias partes del mundo estatuas de Colón han sido ensangrentadas con pintura roja, como muestra de la barbarie de la conquista; pero a la vez estos mismos actos indignan a otras comunidades como los ítalo-americanos, quienes en esta fecha rememoran su propia historia de inmigración, al tener como referente de su propia inmigración a Colón quien era genovés.

Para los españoles con el descubrimiento de América comenzó el gran episodio de la colonización, donde se apunta a celebrar los lazos entre el mundo hispano en América Latina; lo que para ellos representa entre muchas cosas la propagación del idioma y la cultura española de Europa al Nuevo Mundo. Por ello, los españoles aun hablan del "Día de la Hispanidad" y desde 1987 el 12 de octubre se celebra el día Nacional de regulado por la Ley 18 del 7 de octubre 1987, ​ cuyo único artículo indica: “Se declara Fiesta Nacional de España, a todos los efectos, el día 12 de octubre.”

Tras numerosas protestas de grupos indígenas, algunos países han rebautizado esta fecha desviando así el foco de atención de Colón, como un héroe, y del poder del imperio español, para focalizarla en su particular historia y cultura.

Para nuestros pueblos indígenas en América Latina, esta fecha tiene a su vez un altísimo valor histórico y simbólico. Por ello también la conmemoran; pero con una concepción diferente: En varios países se le ha cambiado su nombre, por ejemplo en Venezuela desde el año 2002 se la denomina como "Día de la Resistencia Indígena”, en Bolivia "Día de la Descolonización", en Ecuador se celebra el "Día de la Interculturalidad", en la Argentina se conoce como el "Día del Respeto a la Diversidad Cultural" y en Chile se empieza a conmemorar el lado más oscuro de este proceso y desde ahí comienza a llamarse "Encuentro entre dos mundos"; todos estos cambios como una contrapartida a la invisbilización histórica que han tenido nuestros pueblos latinoamericanos.

La nuestra fue una conquista violenta, donde hubo no solo muchos muertos, sino también una ruptura violenta de la cultura de nuestros ancestros; la historiografía pretende justificar esas muertes adjudicándolas a causas biológicas, a la falta de los anticuerpos necesarios en los nativos para enfrentar este intercambio de enfermedades que los españoles importaron de Europa, como la gripe, la fiebre tifoidea, la tos ferina, el sarampión, la lepra, la difteria, la varicela y la rabia canina, entre otras; pero entonces la gran pregunta sería ¿por qué a los españoles no les sucedió lo mismo frente a las enfermedades virales que con seguridad existían en estas latitudes? Una respuesta crítica sería que con esa tesis se ha querido ocultar o invisibilizar la violencia que se desató contra las naciones nativas durante la conquista y en buena parte de la colonia.

Ese hecho violento hizo que se perdieran los grandes avances de estas culturas, las cuales durante la época precolombina, desarrollaron estudios astronómicos bastante extensos; en la región conocida como Mesoamérica, y en el imperio Inca se encuentran algunas observaciones que ahora son bien conocidas, como el eclipse lunar del 15 de febrero del año 3.379 A.C., Tenían su propio calendario solar y conocían la periodicidad de los eclipses, inscribieron en monumentos de piedra sus fórmulas para predecir eclipses solares y la salida heliaca de venus. (Antes amanecer), si los distintos pueblos del México antiguo llegaron hasta la fase jeroglífica, los mayas lograron llegar a la fase silábico-alfabética en su escritura. Perfeccionaron la numeración como consecuencia de la necesidad de contabilizar las observaciones astronómicas con base vigesimal iniciada por los olmecas, en los siglos III y IV A.C. lo cual Incluía el concepto del cero, ideado muchos siglos antes que apareciera en la numeración arábiga, tuvieron desde el tercer milenio A.C. un desarrollo astronómico polifacético.

Muchas de sus observaciones han llegado hasta nuestros días, conocían con gran exactitud las revoluciones sinódicas de los planetas mercurio, venus, marte júpiter y Saturno (sinódicas: tiempo que tarda el objeto en volver a aparecer en el mismo punto del cielo respecto al sol), calcularon los períodos de la luna, del sol y de estrellas como las pléyades, que señalaban los inicios de algunas festividades religiosas, su cosmología se basaba en la vía láctea, a la que llamaban Wakah Chan y relacionaban con Xibalbá, el camino al inframundo, tenían un zodiaco, basado en la eclíptica, el calendario solar maya era tan preciso como el que hoy utilizamos, todas las ciudades del periodo clásico están orientadas respecto al movimiento de la bóveda celeste, sus edificios fueron construidos con el propósito de escenificar fenómenos celestes como el castillo de Chichén Itzá, se observa el descenso de Kukulkán o serpiente emplumada formada por las sombras que se crea en los vértices del edificio durante los solsticios, las cuatro escaleras del edificio suman 365 peldaños, que equivalen a los días del año, en el códice Dresde y en numerosas estelas se encuentran los cálculos de los ciclos lunar, solar, venusiano y las tablas de periodicidad de los eclipses, buena parte del conocimiento que tenían perduró incluso después de la conquista. Al principio de forma clandestina; después se mezcló con las costumbres de la vida diaria, muchas siguen vigentes, pero no solo existieron los mayas en mesoamérica también la cultura teotihuacana y los aztecas a quienes Hollywood insiste en presentarlos como bárbaros, pero no lo fueron, todos ellos construyeron pirámides.

Como la mayoría de las culturas mexicanas, los aztecas eran politeístas, en su mayoría sus dioses estaban estrechamente relacionados con la vida agrícola y el ciclo solar; su máximo esplendor lo obtuvo entre los siglos xiv al xvi, los aztecas no solo desarrollaron la astronomía y el calendario, sino que estudiaron y desarrollaron la meteorología para facilitar labores agrícolas.

Por su parte el Tahuantinsuyo (las cuatro regiones) es el imperio más representativo de américa del sur, el cual se extendió desde chile hasta Nariño en Colombia, en la zona de los andes centrales, culturas preincaicas realizaron obras como las líneas de nazca, o la puerta del sol en Tiahuanaco, falta mucho por investigar, científicos de diferentes partes del mundo han vuelto a mirar a américa, en Cuzco investigadores han encontrado documentos de colonizadores españoles que describen el templo del sol (inti), del cual irradiaban 41 ejes llamados ceques que cumplían funciones rituales y políticas, tenían conocimientos avanzados de la bóveda celeste, la salida de las pléyades tenía un significado especial su primera aparición sobre el horizonte oriental se usaba como referencia para el calendario, conocían la revolución sinódica de los planetas, construyeron un calendario lunar para las fiestas religiosas y uno solar para la agricultura, utilizaron mojones alrededor de los pueblos para realizar astronomía observacional, observaron pacientemente al sol y determinaron los solsticios y los equinoccios, su calendario consistía en un año solar de 365 días, repartidos en 12 meses de 30 días y con 5 días intercalado, identificaron la vía láctea y sus dos galaxias satélite, las nubes de Magallanes. Como "constelaciones", poseían sus propias constelaciones, dentro de ellas se destacan la cruz del sur y el centauro; para ellos la vía láctea era "el gran río mayu".

A nivel local los chibchas conocían la constelación de Orión y reconocían la relación entre la salida heliacal de Sirio con el comienzo de la temporada de lluvias, a pesar del saqueo realizado por los conquistadores europeos, se pueden descubrir muchas cosas más.

Fue el adelanto en la tecnología militar lo que marcó la diferencia entre los 300 mil españoles que llegarían a América entre 1492 y el año de 1600, enfrentados contra más de cincuenta millones de indígenas nativos; para ello utilizaron el precepto divide y vencerás con lo cual los españoles supieron armar alianzas con determinadas tribus que mantenían diferencias en detrimento de otras.

Por todo esto, este debe ser un día para la reflexión donde se refleje lo que nos dejó todo el proceso de invasión, conquista, colonización, intercambio y expoliación; que se debe traducir en la actualidad en la interculturalidad, en la convivencia entre culturas, lenguas; concepciones mítico, mágico, religiosas y de razas diferentes; pero al mismo tiempo entender que esa convivencia intercultural has sido, es y sino la entendemos seguirá siendo conflictiva. Entonces hoy más que nunca debemos reflexionar sobre las diferencias en el ejercicio del poder económico político militar, etcétera, que existen entre las diferentes razas y naciones en el mundo entero en procura de lograr que esa convivencia sea pacífica y enriquecedora desde todos los puntos de vista léase social económico, político y cultural.

Las naciones indígenas han validado su perspectiva (la forma como se representan) sobre los excesos, las extralimitaciones, los desmanes, la tiranía, el despotismo, la tropelía, las arbitrariedades, los atropellos, la osadía, el atrevimiento, el desenfreno, el libertinaje, los desafueros la opresión y el abuso de poder por parte de los conquistadores, la corona y la iglesia en contra de los pueblos originarios de América; por ello esta problemática exige a estos pueblos replantearse una serie de formas y estructuras, de cara al siglo XXI; esto requiere que estas naciones se obliguen a repensar cómo mantienen sus propias identidades y organización política, en armonía con otras naciones, con otros pueblos dentro de una misma o varias circunscripciones territoriales, dado que una misma nación puede habitar varios territorios y les asisten problemas comunes; por ejemplo el ambiental y cultural les daría la razón a los grupos indígenas para eliminar este tipo de barreras.

Por otra no podemos dejar de lado que en virtud de este proceso de mestizaje, los españoles nos dejaron muchas otras cosas que se encuentran vigentes en la actualidad; dado que el mestizaje no solo fue sanguíneo, sino también de lenguaje, arte, Música, Gastronomía y hasta de sus rarezas, extravagancias y otras excentricidades como la siesta y esa peculiar forma de engañar a los demás; recordemos los secuestros de Atahualpa, de Moctezuma y el martirio de Cuauhtémoc, quien fue sometido a suplicio; a este huey tlatoani le quemaron los pies para que confesara la ubicación del tesoro de Moctezuma el cual había sido arrebatado a los españoles durante la “Noche triste”, fecha en la que la cuadrilla de Cortés tenía planeado huir de Tenochtitlán en canoas cargadas de tesoros saqueados.

Los españoles y europeos introdujeron los caballos, mulas, ovejas, cerdos, cabras, burros y chivos los cuales también entraron en convivencia con especies autóctonas, como la alpaca, la llama, la vicuña, el guanaco, el ñandú y el armadillo, el jaguar y el puma entre muchas otras.

En sus bodegas trajeron el trigo, cebada, lechugas, avena, centeno, espinaca, caña de azúcar, limones, manzanas, el pan, el vino las olivas y las uvas, entre otras, son algunas cosas que conservamos de ellos; mientras que de América se llevaron tabaco, cacao, ajíes, tomates, papas, calabazas, aguacate, etc.

Además, los españoles adoptarían otras costumbres que observaron en los nativos como fue la de bañarse todos los días, hecho que observaron en el emperador Moctezuma. Se dice que cuando los hispanos llegaron a México, los indígenas tenían que quemar hierbas aromáticas para contrarrestar el mal olor del hombre blanco; algo que aún sucede con algunos europeos.

A diferencia de los ingleses, los españoles no trajeron muchas mujeres por lo que sostuvieron cotidianamente relaciones sexuales, inicialmente con mujeres locales y posteriormente con africanas, dando origen así a todo ese proceso de mestizaje que caracteriza a los pueblos de Latinoamérica. También es cierto que con la llegada de los españoles comienza a escribirse una nueva historia que cambiaría para siempre nuestras costumbres, creencias y culturas, no sólo para los pueblos originarios de américa, sino también para los europeos.

En América nace una nueva sociedad qué es lo que conocemos como la sociedad mestiza y es ahí, donde podemos hablar entonces del encuentro de dos mundos, del mestizaje; con un capítulo aparte, que sería el de los pueblos originarios que han conservado sus culturas y su independencia, los cuales debemos conservar y proteger como el más grande patrimonio de las Américas.

Por supuesto dentro de esta nueva realidad de lo primero que debemos hablar es de la sangre mestiza que llevamos en nuestras venas, en donde corre el hierro de los españoles, indígenas y afros y que dan a nuestra raza esa riqueza, su belleza, diversidad e inmunidad.

Uno de los principales legados bueno o malo es el concepto de religión que implementa un nuevo postulado bajo el rótulo de la religión católica; frente a toda una diversidad de religiones donde se adoraban a los espíritus de los antepasados, a las fuerzas de la naturaleza, a diferentes deidades tutelares y en algunas culturas a un gran espíritu creador.

La lengua castellana que era la oficial en toda España, se extendió a todas las colonias constituyéndose en un factor de conocimiento más perenne; toda vez que, con excepción de algunas culturas como las mesoamericanas los idiomas y lenguas en América eran sólo parlantes.

El vestuario es algo que se conserva, por supuesto ya con otras influencias, los indígenas usaban los taparrabos y algunas otras vestiduras propias de los climas de cada región; conservamos también ese dormir después de almorzar en la mitad de nuestra jornada de trabajo.

En consecuencia, redescubrir a América tras quinientos años del viaje de Colón significa, a la luz de los medios y de los valores actuales, comprender el mensaje que nos legaron nuestros pueblos originarios, sus culturas, símbolos y mitos. Estas manifestaciones, expresadas por las distintas comunidades apostadas en el continente americano, sus usos y costumbres, sus mitos y rituales, las distintas conformaciones socioeconómicas y los diversos aspectos, incluso étnicos, pertenecientes a diferentes pueblos indígenas en el espacio y el tiempo, en sus filosofías, en su concepción del mundo y el hombre, presentes como se expuso en las innumerables muestras que van desde la escritura de sus códices y la realización de sus calendarios, y en su tradición oral, e incluso en las adaptaciones culturales inevitables; todo ello se materializa en sus escritos, poesía, escultura, orfebrería, tejeduría y cestería y toda esa simbología.

Redescubrir su cosmovisión, a veces análoga ora exacta a la de otros pueblos demuestra que existe una cosmogonía arquetípica, un modelo del universo cuya estructura manifiesta lo que se conoce como filosofía perenne, la que aparece de manera universal a pesar de las mutaciones que revisten en distintas partes del mundo y en diferentes épocas.

Podemos afirmar que no sólo la tradición precolombina sufrió “la incomprensión de su cultura”, la feneció a manos de una tradición históricamente más poderosa, la europea cristiana, sino que también fueron nuestros propios recursos naturales y sus habitantes disminuidos de manera sistemática desde la conquista hasta nuestros días.

Los españoles cumplieron su rol de conquistadores y misioneros, en función de evangelizadores y civilizadores, lo que en su concepción de supremacía hacía imposible la valorización de las culturas vencidas, la ignorancia de la Filosofía Perenne, o sea, del sentido real y auténtico de su propia tradición hasta el punto que nosotros mismos ignoramos hoy día el sentido metafísico y simbólico de esas tradiciones.

Permaneció entonces América sujeta a España, al vaivén de sus ideológicos y de sus roturas y contrasentidos bajo el protagonismo del soldado y el sacerdote. El primero interesado en el poder la conquista y los valores materiales, haciendo al indio su enemigo a quien despreciaba y maltrataba tratándolo como sirviente o un ser inferior y el segundo el evangelizador de espaldas a la filosofía perenne y a los dioses, mitos y rituales propios de estas culturas.

“Una de las causas de fondo por la que resulta difícil el estudio del pensamiento indígena es, sin duda, la pérdida paulatina del sentido cíclico del tiempo. Occidente, a partir de una solidificación de su cultura, de la eclosión de las grandes ciudades (lo que supone un alejamiento de los períodos naturales), y una creciente individualización, transformó en un tiempo lineal y cronológico, mientras los arcaicos fundamentaron sus cosmogonías, y por lo tanto su manera de ser, entender y vivir, a partir de un tiempo reincidente que como una energía regeneradora está viva y siempre actuante conjuntamente con un espacio en perpetua formación”.

Por todo esto y en especial por el robo de los recursos naturales en América Latina, algunos historiadores se han ido en contra de España, pero al mismo tiempo, debemos entender que la de hoy no es la misma España que conquistó América. No debemos olvidar tampoco que Inglaterra y Francia también llegaron a América, con distinto modelo de colonización pero que también causaron una disrupción cultural.

Por ello no se trata de construir un discurso disociador sino más bien identificador; no necesariamente unificador, el cual resulta necesario para construir una memoria simbólica. Entonces en este este día debemos buscar redescubrir nuestra propia identidad, enmarcada dentro de la búsqueda de una realidad, sustentada no conocer y censurar el exterminio de nuestras culturas, conservar intactas las que aún quedan y entender nuestra propia identidad qué es producto del mestizaje no sólo étnico sino también social, costumbrista y cultural

Entonces no se trata de crear una cultura hispanoamericana como algunos proponen, sino una verdadera cultura latinoamericana, como comunidad histórica y cultural humana, capaz de brindarnos un sentido de identidad que nos diferencie de los individuos pertenecientes a otras culturas que parta de esa realidad con una historia, símbolos, iconos y personajes sus propios.

*Miembro de número del centro de Pensamiento Libre.

Fuentes:

El redescubrimiento de América 

Del Día de Colón al Día de los Pueblos Indígenas

¿Qué dejaron por herencia los españoles en América?

El tormento de Cuauhtémoc, último emperador mexica

12 de octubre: costumbres, frases y huellas que dejó la conquista de América y se mantienen hasta la actualidad

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