Peleas entre hermanos, masturbación, religión y población marginada son algunas de las temáticas que rodean la impresionante historia de la creación de Kellogg’s. John Harvey Kellogg y Will Keith Kellogg pusieron sus conocimientos y esfuerzos en la creación de una de las marcas de cereales más famosas del mundo.
Esta icónica empresa fue fundada en 1906 por el doctor Will Keith Kellogg, a quien se le ocurrió la idea de crear este alimento basándose en la alimentación de los adventistas del séptimo día, religión que él y su hermano mayor profesaban. Su creación fue tan buena que, en poco tiempo, terminó siendo un éxito en ventas y los números se dispararon.
El doctor que creó los cereales que evitarían las pasiones del cuerpo
Pero esta es solo la punta del iceberg, porque la historia detrás de la marca Kellogg’s es bastante interesante. Empecemos por la historia de John Harvey Kellogg, hermano mayor de William y el verdadero protagonista. Nació el 26 de febrero de 1852 y dedicó su vida a ser médico, nutricionista, inventor y médico misionero. Pero lo más extraño es que estaba muy interesado en una problemática de la reforma moral de la época: el sexo y la masturbación.
Aunque siempre fue un revolucionario, de hecho, fue expulsado en 1907 de la iglesia por diferencias teológicas con el resto de miembros, este hombre creía en el evangelio social y predicó en los barrios más marginales de Chicago, donde abrió una sede de algo que él llamó Sanatorio de Battle Creek.
Pero eso no fue todo, también creó la Kellogg’s Sanitarium Health Food Company, donde preparaba comida especial a base de cereales, pero con una intención bastante particular. Este hombre era vegetariano, pues aseguraba que era la dieta más sana y limpia para el ser humano.

Con esta comida especial que inventó, tenía dos motivaciones: primero, que fueran alimentos que no excitaban las pasiones; segundo, que combatieran la masturbación, algo que él consideraba un flagelo debilitante, que, según él, al hacerlo constantemente provocaba una serie de dolencias y la locura.
Algunos de los remedios que utilizaba eran mucho más suaves y menos invasivos que los de la época. Este hombre optaba por “trabas especiales para que no se pudieran abrir las piernas” y, por supuesto, una dieta blanda en la que se incluyera su creación especial: los copos de maíz, que más adelante se convertirían en los cereales más famosos del mundo.
¿Cómo se empezaron a comercializar los Kellogg’s?
En realidad, fue el hermano menor de Harvey, mencionado al principio, W. K. Kellogg, quien produjo en masa, registró los derechos de autor y comercializó el producto de copos de maíz del médico. Por supuesto, dejó de lado la afirmación original de que reduciría la masturbación y, más bien, lo presentó como una opción de desayuno, creando la marca Kellogg’s que conocemos hoy.
Para crear su invento más famoso, los Corn Flakes, que en un principio eran de trigo, probaron cocinándolos y luego pasándolos por un rodillo de metal. Así les daban forma a las populares hojuelas que horneaban para que tuvieran la crocanteza que las caracteriza.
Aunque, como en toda familia, hubo líos, sobre todo por el destino y futuro de la marca, el hermano menor decidió crear su propia compañía en 1906. Se llamó Battle Creek Toasted Corn Flakes. Fue ahí que los verdaderos Kellogg’s tomaron forma. Will Keith reemplazó el trigo con maíz para que fueran más deliciosos y económicos, además de añadirles azúcar a algunos de los productos.
Como el hermano mayor no estaba de acuerdo, también creó su propia marca, que se llamó Kellogg's. Esto inició una batalla legal entre ambos que duró una década, según describe el libro The Kellogg's: The Battling Brothers of Battle Creek, de Howard Markel.
Sin embargo, en 1920, la Corte Suprema de Michigan le dio la razón a Will, quien obtuvo luz verde para usar su apellido como marca. Luego, en los años 50, lanzaron algunos de los productos más icónicos, como el tigre Tony (1952) para sus Sugar Frosted Flakes y el gallo Cornelius. En 1963, se sumaría el tucán de los Froot Loops.
Además, Kellogg’s ha alcanzado una facturación de 15,315 millones de dólares (14,304 millones de euros) durante el ejercicio 2022, lo que significa un incremento del 8% respecto al año 2021, cuando las ventas fueron de 14,181 millones de dólares (13,245 millones de euros). Respecto al año 2024, las ventas netas estaban proyectadas aproximadamente en $13,400 - $13,500 millones de dólares y se sabe que, en el primer trimestre de ese año, sus ventas fueron de 707 millones de dólares.
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