Guillermo Lasso logró triunfar en este tercer intento, tras haber sido derrotado por Rafael Correa y Lenin Moreno. Se trata de un reconocido banquero ecuatoriano, accionista de varios holdings financieros, entre otros el Banco de Guayaquil. Sin embargo, el candidato siempre ha hablado de unos orígenes humildes, teniendo que empezar a trabajar con 15 años en la Bolsa de Valores de Guayaquil.
Conservador, y cercano al Opus Dei, sorprendió en campaña electoral al proponer que la escultura de Quito de la popular Virgen del Panecillo pueda rotar para que no dé la espalda a los ciudadanos del sur. Precisamente es en las zonas más pobres donde Lasso trata de llegar con promesas electorales como la de acabar con el hambre de más de un millón de ecuatorianos. Se opone a cualquier legislación por el derecho a decidir en el aborto, incluso en casos de violación pero se comprometió a respetar los derechos de la población LGTB.
Fue "superministro" de Economía en 1999 durante el Gobierno de Jamil Mahuad. Detractores le vinculan ese mismo año a la peor crisis financiera de la historia del país. En su discurso de victoria, antes de conocerse el resultado oficial, defendió a la familia, los derechos de la mujer planteando igualdad salarial y se comprometió con un plan de generación de empleo. No mencionó a su contendor ni al actual presidente Lenin Moreno.
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