El 24 de enero empieza el 'Hay Festival' en Jericó: tierra de poetas, historia y belleza natural

Los versos de la poeta Oliva Sossa de Jaramillo resuenan en su amado pueblo de capillas y calles empedradas; de casonas de románticos balcones coloniales, con sus macetas abundantes de novios, trinitarias y pensamientos, inspiradores de serenatas bajo la luna plateada, y el bello entorno natural entronizado de montes tutelares, con la brisa perfumada de cafetales.

Jericó, tierra de pintorescos habitantes, semillero de una estirpe única: arrieros, labriegos, cafeteros, ganaderos, artesanos, dulceros, guarnileros, historiadores, escritores, juglares y musagetas de fonda y cafetín; y sus encantadoras mujeres, desde las novelescas camanduleras y costureras en el ininterrumpido pedalear de sus fieles máquinas Singer de museo, hasta las fisgonas, casamenteras y peladoras de chisme, eternizadas en ventanas y corrillos de jugarretas de naipe.

Si hay un cuadro de costumbres y añoranzas en esta inspiradora comarca enclavada en las montañas del suroeste antioqueño es 'Jericó: el infinito vuelo de los días', premiado documental de la realizadora Catalina Mesa, promesa cumplida de rescatar la memoria de su tía abuela Ruth Mesa: reencuentro entrañable con la cultura y las tradiciones del pueblo y sus ancestros, narrado por adorables y desparpajadas mujeres jericoanas, que en la película ponen de presente su sabiduría y autenticidad, y los intrínsecos valores del femenino otoñal.

Jericó terminó llamándose así después de haber sido nombrada como 'Aldea de Piedras', 'Felicina' (homenaje al magistrado y educador José Félix Restrepo); 'Roble Cabildo'; y en definitiva Jericó, el 18 de diciembre de 1857, cuando en su gracia fue erigida como patrona la Virgen de Las Mercedes, que años después inspiró su imponente catedral.

Nombrada como la 'Atenas del Suroeste Antioqueño' por su carácter histórico y cultural, epicentro educativo de la región, Jericó no solo es reconocido como cuna de la Madre Laura, única Santa de la que da razón Colombia ante el Vaticano, sino por ser alcurnia del afamado carriel antioqueño que, para sus artesanos de veteranía, como la familia Agudelo, seguirá llamándose guarniel, derivado del arte de la guarnilería, que  entendidos en el tema remiten a la máquina guarnecedora donde cierran sus costuras, y a la bolsa primitiva donde labriegos y mineros de antaño cargaban sus pertenencias.

La Casa Museo donde nació la Madre Laura Montoya Upegui es motivo de peregrinación por fervientes católicos de Colombia y del mundo en lo recorrido del año, con mayor afluencia de visitantes en Semana Santa. Alrededor de su morada, los interesados pueden adquirir todo lo relacionado con souvenires y recordatorios alusivos a la Santa, desde devocionarios, velones, relicarios y escapularios, hasta réplicas de su imagen en distintos materiales.

Querida y hospitalaria

Con una agradable temperatura de 18 grados promedio, en Jericó el turismo avanza a ritmo de disfrute y contemplación, empezando por su atractivo parque principal ecológico 'Rafael Reyes', punto de encuentro de lugareños de vieja data, donde se levanta la icónica ceiba bonga; rodeado de panaderías y cafés donde se degusta el auténtico café jericoano, orgulloso grano tipo exportación, acompañado de colaciones y panes artesanales. 

En ese mismo recorrido se encuentran restaurantes y fondas a la usanza montañera, que ofrecen variedad gastronómica, como la 'bandeja arriera' jericoana de fríjoles con pezuña y chicharrón tostado, óptima "para estómagos bien amaestrados", como en su recorrido promocionan al visitante.

Un referente de la legítima comida antioqueña es la 'Casquería mi Chocita', famosa desde 1978. Recibe el nombre antológico de casquería por los negocios diseñados para procesar las partes no necesariamente cárnicas de algunos animales, como cascos de cerdos, chocozuelas, cartílagos y otras nervaduras.

En 'Casquería mi Chocita', las exquisiteces a manteles varían según el día, pero en temporada alta los platos tradicionales están a la orden de los comensales. Entre los más apetecidos, los frijoles con pezuña y chicharrón tostado, la 'lengua de mi suegra' (lengua de res sudada con especias), la 'picada de buche con arepa', el 'chorizo jericoano'; además de provocaciones como las 'Luisitas', de más de un siglo de tradición, horneadas en fogón de leña, y los dulces de cardamomo, entre otras delicias.

La riqueza ancestral de Jericó está plasmada en su música campesina que aún pervive en algunos de los traganíqueles de las antiguas cantinas, donde la melodía de carrilera, la trova, el bambuco antioqueño tipleado, la guasca y el tango, amenizan los encuentros de labriegos, comerciantes y forasteros que, al calor de unos guaros, recuerdan y corean las canciones doble sentido de Gildardo Montoya, la guascarrilera de Édgar Rivera, la tanguedia popular de 'El Caballero Gaucho; o la trova socarrona de 'Carriel y Galleta', campeones sin rival de este género rural.

Aire puro y memoria colonial 

De puertas abiertas al visitante, con la queridura y hospitalidad que caracteriza al jericoano pura sangre, este cálido y hospitalario municipio de la Antioquia Grande, reconocido con acierto como la 'Atenas del Suroeste Antioqueño', por su carácter patrimonial y su riqueza histórica, arquitectónica y cultural, brinda múltiples opciones para descubrir sus tesoros y encantos.

Por citar algunas experiencias: El Jardín Botánico Los Balsos, espléndida aventura por la diversidad de su flora y el avistamiento mañanero de aves, con guías versados en plantas medicinales y memorias ancestrales, como el estanque del pez Nemesio, de escamas doradas, protector de los recursos hídricos; o el eucalipto 'Alfredo', el más antiguo de Jericó, de majestuosa presencia, rodeado de puentes de madera y cascadas.

Otro atractivo ecológico para recargarse de aire puro y de buenas vibras es la Reserva Natural Las Nubes: remanso de paz en el providencial techo jericoano. A 2.400 metros sobre el nível del mar, y a orillas del Río Cauca, se encuentra este bosque de niebla, jurisdicción de los municipios de Jericó, Pueblorrico y Tarso, ideal para caminatas ecológicas a primeras horas de la mañana, cuando se oye el concierto al unísono de una gran variedad de aves multicolores, digno espectáculo para registrar en dispositivos de video y fotografía.

Luego de la recarga energética que representan estos paraísos naturales jericoanos, los turistas pueden recorrer las antiguas calles empedradas que circundan la municipalidad, "calle arriba, calle abajo", como decía en el documental de 'Jericó, el infinito vuelo de los días', la inolvidable Cecilia Bohórquez, 'Doña Chila', siempre con un as bajo su manga, la chispa a flor de labios, y el infaltable rosario de las cinco de la tarde.

En ese tránsito tendrán el privilegio de conocer las flamantes casonas patrimoniales de Jericó, algunas centenarias, como las de la recordada canción de Los Ayers, que resumen la conservada riqueza arquitectónica, y la memoria de ilustres personajes.

De las más visitadas, la del médico y defensor de los derechos humanos Héctor Abad Gómez (padre del escritor Héctor Abad Faciolince); la del también narrador Manuel Mejía Vallejo, que inspiró 'La Casa de las Dos Palmas'); igual que las moradas de letrados y poetas como Julio Toro, Olivia Sossa de Jaramillo, el vate nadaísta Amilcar Osorio Gómez, quien firmaba con el seudónimo de 'Amilkar U'; y de igual corriente lirica Darío Lemos Laverde, el tristemente célebre 'dariolemos', como suscribió su poema insigne.

Patrimonio cultural 

Otras recomendaciones inaplazables para conocer y disfrutar del señorial municipio de Jericó, son el taller de guarnilería del maestro Rubén Darío Agudelo Bohórquez, el Museo de Artes y Antropología de Jericó MAJA, La Casa Museo de Tomás Uribe Abad y la Casa Museo El Ateneo.

El taller del maestro Rubén Darío Agudelo Bohórquez está ubicado en la carrera 3 # 7-03, y es patrimonio local del diseño y fabricación a mano del afamado y reconocido en el mundo guarniel o carriel jericoano que, en su enseñanza y tradición de más de 100 años, ha pasado por manos maestras, de generación en generación, y ha llegado a celebridades del orbe, entre ellos los papas Francisco y Juan Pablo II.

En la calle 7 # 6-60, está el Museo MAJA, inscrito en la Red de Pueblos Patrimoniales de Colombia, donde se encuentran más de 2000 piezas precolombinas de distintas culturas ancestrales, certificadas por antropólogos de la Universidad de Antioquia. Además de su permanente agenda de actividades relacionadas con pintura, escultura, fotografía, arquitectura, música, danza, teatro, diseño y urbanismo, y el valioso legado de artistas como Débora Arango, Beatriz González, Pedro Nel Gómez, Luis Caballero, David Manzur, Hugo Zapata.

La Casa Museo de José Tomás Uribe Abad (carrera 4 # 4-06), sector del denominado 'Rincón Santo de Jericó', es una amplia casona que conserva intacto el estilo patrimonial de la arquitectura colonial antioqueña, y en cuyo interior se puede apreciar una estimable colección mobiliaria de finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX, allende de preciosas piezas decorativas europeas como lámparas, vajillas, cristalería, particularmente de Italia y Francia, donde el ilustre jericoano Uribe Abad vivió y trabajó.

En la calle 6 # 2-22 está Ateneo - Álvaro Arango Mejía, Casa de la Música, que alberga cerca de 200 instrumentos musicales de colección, de distintas partes del planeta, y una serie de auténticas piezas relacionadas con la música; selección y curaduría de investigadores y peritos de la Universidad EAFIT, que han hecho de este muestrario instrumental uno de los más relevantes de Colombia, si no el único, referente cultural y orgullo patrimonial de Jericó, gracias al espíritu filantrópico del señor Arango Mejía y sus descendientes.

Hay Festival 

Como ha sido habitual en los últimos años, y con el patrocinio del Ministerio de las Culturas, la Gobernación de Antioquia y Comfama, y del ideario y pulso inagotables de Cristina Fuentes La Roche, directora internacional del Hay Festival (que en Cartagena celebra veinte años), Jericó, en su edición 2025, abre puertas al evento cumbre de la literatura, el periodismo, las artes y la cultura, que se desarrollará entre  el 24 y el 26 de enero, con invitados de lujo y una programación que tendrá lugar en varios escenarios de la municipalidad como el Parque Principal 'Rafael Reyes', el Teatro Santamaría, el Museo de Arte Religioso, el Museo MAJA y El Jardín de las Ideas.

De las personalidades invitadas se cuentan: el antropólogo Martín von Hildebrand, la poeta y novelista nicaragüense Gioconda Belli, la periodista mexicana Alma Guillermoprieto, la escritora caleña Melba Escobar, la escritora y columnista Ana Cristina Restrepo, el escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, la periodista y narradora Sara Jaramillo Klinkert, la corresponsal de guerra colombiana Catalina Gómez Ángel, el cronista y editor Daniel Rivera Marín, el sociólogo y escritor español Rafael Navarro de Castro, el escritor y editor colombiano José Zuleta Ortiz, la antropóloga y escritora española Virginia Mendoza; los escritores antioqueños Alonso Salazar Jaramillo y Alejandro Gaviria Uribe, entre otros.

A cielo abierto (Parque Rafael Reyes), el publicó tendrá la oportunidad de deleitarse con los conciertos del vate e interprete hip hop mexicano Bocanegra, y por Colombia, el de Los Cumbia Stars, con su show de los 14 Cañonazos, de Discos Fuentes. 

También de la película colombiana 'La Suprema', dirigida por Felipe Holguín, premiada en los festivales de Suiza, Huelva y Cartagena, y nominada a los Premios Goya 2025, de España, y la genial película 'Los Inseparables', del director francés Jéremié Degruson.

Uno de los platos fuertes de la carta de entretenimiento, será, sin duda, la picantísima conversación entre el campeón de ciclismo, fuera de serie, Rigoberto Urán, con las preguntas indiscretas y subidas de tono de la candelosa periodista Eva Rey.

Tres días dias de revolucionarias ideas, arte cultura y sano esparcimiento en este magnífico y acogedor terruño antioqueño como lo es Jericó, poblado de gentes cordiales, en el marco de tesoros arquitectónicos, con la brisa impregnada de de cafetales que llegan de sus montañas tutelares. 

Lo dejó apostillado la poeta de Jericó Oliva Sossa de Jaramillo en el introito de su bello y emotivo poema:

Consultar programación 'Hay Festival' Jericó 2025: https://www.hayfestival.com/m-206-jerico-2025.aspx?skinid=22&localesetting=es-ES&currencysetting=COP&resetfilters=true&pagenum=1

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