Educarse en la era de la conectividad

Educarse en la era de la conectividad

"En la escuela de la conectividad educativa educarse dejó de ser ir a la escuela, porque las escuelas están dispersas y conectadas en la multiplicidad de la red"

Por: José Darwin Lenis Mejía
octubre 04, 2017
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Educarse en la era de la conectividad

Un suceso que marca un punto de inflexión para la modernidad educativa es el uso, apropiación y movilización de los Pc y la internet. Todo cambio, lo que era lejano, ahora está cercano, podemos grabar audios y subir vídeos o simplemente comunicar en vivo y en directo por redes sociales todo cuanto pensemos o suceda, siempre al instante. Atrás quedaron esas tediosas cartas y la agonía de su espera. Los efectos de estos cambios tecnológicos son visibles en todos los momentos de la vida. Por ejemplo, los grandes espacios en las viviendas diseñados para el estudio desaparecieron, con la conectividad todo se oferta en línea, empleos, novias, vestidos o comida.

Con el wifi la conectividad se maximizó, tranquilamente solo es mover el dispositivo inteligente a cualquier lugar y siempre estarás conectado al sistema como en la película Matrix. Por ello, el lugar fijo de sala de estudio es inútil, a través del sistema podemos pagar los servicios públicos, es el sistema quien nos hace útiles, por lo que el Pc o el teléfono móvil son un elemento fundamental del hogar y una atadura inseparable para sentir que existimos. Incluso, no es descabellado que la pobreza se puede medir por tener o no conexión a internet o tener un teléfono smartphone.

La sociedad se embriaga por disfrutar lo momentáneo, por vivir el momento y por actuar de acuerdo a la conveniencia en sentido amplio, esto engloba todas las precariedades sociales en las que el futuro es una ilusión y educarse un proceso mega-complejo.

Esta complejidad pone en un lugar envejecido a la escuela que conocíamos y en la que muchos teníamos que cumplir horarios, tareas y disciplinas rigurosas. La gran escuela está en la nube, en la que no se tienen horarios, regaños, sanciones y se atiende las 24 horas al día. Desde esta perspectiva, la pedagogía como filosofía para reflexionar la formación de un sujeto ha quedado atrapada en un ejercicio más señalador que de acción reflexiva o práctica.

Es posible pensar la pedagogía ya no como ciencia o saber práctico, sino como un espacio, una estética diferencial, una superficie rugosa, con implicaciones antagónicas o mejor conflictivas para la escuela. Escuela que en la actualidad se asocia a una superficie lisa de total positividad. Como superficie lisa, en ella los estudiantes no desean obstáculos, rozamiento y nada que implique hacer esfuerzo para desplazar lo que aparentemente está en frente y dificulta el disfrute de lo bello, el me gusta, lo superficial y lo efímero. La escuela se ha convertido en una superficie con un pulimiento máximo, que a modo de espejo refleja lo que pasa en una sociedad light o sociedad del espectáculo. Deslizarse libremente sin normas es una sensación de disfrute, de placer inigualable de encuentro entre pares.

La escuela es una superficie pulida donde el conocimiento es una horrible fricción y un lugar desagradable de permanencia que implica lo contrario al hacer sencillo o elemental de solo ir al encuentro trivial entre amigos. Asumir compromisos escolares es del pasado porque ahora por la vía de lo liviano, de buscar en la red o de conectarse al chat la pesadez del conocimiento se hace más soportable, cada vez se sabe menos, pero aparentemente se vive y se goza más. Todo esto, es una falaz del sistema, un engaño real que se presenta como virtual. Desde esta óptica, el dolor de la incompetencia desaparece, todo es una nueva forma de esclavitud en que el explotado cree ser libre, pero realmente está más condenado y es perpetuado al control extremo.

El sistema hace alucinar a los sujetos “educados” con la apariencia de tener libertad, cuando en verdad el mismo sujeto es amo y esclavo que se explota a sí mismo. En esta situación poco se siente la pesadumbre de ir en la búsqueda de los saberes escolares, ahora todo está disponible en la web, a través del buscador que lo hace instantáneo, lo muestra todo simultáneamente y nada oculta. En este sentido, el lugar del pensador, del filósofo, del ilustrado ha sido desplazado por el ordenador y la lógica de lo táctil, de lo táctil, de lo tangible. Hace poco se decía ver y no tocar se llama respetar, hoy contrariamente todo hay que tocarlo o sentirlo para poder decidir qué tan bueno es porque lo que no se toca, no se vende. Para terminar este simple análisis, revisemos las siguientes paradojas. Los padres anteriormente llamaban a los jóvenes para que dejaran de jugar e ingresaran a las viviendas, hoy cuando están conectados al play o al computador hay que llamarlos para que salgan de ella. Significa todo esto que en la escuela de la conectividad educativa educarse dejó de ser ir a la escuela, porque las escuelas están dispersas y conectadas  en la multiplicidad de la red.

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