Domingo 29: ¿día de reaparición de 'vándalos' y 'vándalas'?

Domingo 29: ¿día de reaparición de 'vándalos' y 'vándalas'?

¿Y entonces esas hordas que antes fueron estigmatizadas, contra las cuales se lanzó el ESMAD son las mismas que van a decidir la elección presidencial?

Por: CARLOS
mayo 27, 2022
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Domingo 29: ¿día de reaparición de 'vándalos' y 'vándalas'?

Se conocen causas de desaparición de las civilizaciones maya y azteca. Son hipótesis, pero a la llegada de los españoles ya su antiguo esplendor se había opacado, si nos atenemos a la historiografía existente.

Fueron brillantes civilizaciones que alcanzaron la escritura a través de glifos con narraciones y poesías de extraordinaria belleza.

En cambio, la desaparición de la más reciente civilización de Vándalos se mantiene en la oscuridad por no decir que en el más inviolable secreto. El asunto pinta así:

Corría el año de la civilización de 2019 y el gobierno nacional preparaba el zarpazo de la Reforma Tributaria. La gente tendría los pantalones abajo por la pandemia; sin embargo, el Paro Nacional en Colombia mostró el surgimiento de una cultura que fue rápidamente detectada y nombrada como de vándalos.

Decían que tenían predilección por las neveras y artículos electrodomésticos de que carecían en sus casas, pero también se les mostraba con cargamentos de comida para sus hijos.

Las cámaras de la televisión, los camarógrafos y columnistas de los medios escritos, los perseguían, pero, eso sí, nunca jamás los entrevistaron. Rápidamente un jefe expresidente los estigmatizó y los separó de las “gentes de bien”.

Urgentemente los medios, sin investigación sociológica o antropológica alguna, reprodujeron casi al milímetro un inusitado número de manifestaciones populares en las cuales los vándalos lucían cual hordas.

Ah, y se veían obligados a usar máscaras. La resiliencia de su devastadora acción llamó la atención y propulsó las alarmas pues la nación estaba en mitad de una guerra pandémica contra el simétrico Coronavirus-19 que no respetaba pinta.

Se decía que los vándalos tenían predilección por asomarse a los supermercados. Sus cuerpos macilentos daban prueba de que quizás estaban pasando filo. Y no era para menos, la pandemia los tenía azotados.

Pero, ¿cómo era que desafiaban, todavía esa muerte que cabalgaba viral, si apenas se mantenían en pie? De dónde manaba su coraje, incluso sin tapabocas, incluso sin vacunas con qué preservarse a la vista. ¿Eran acaso seres humanos? Su resistencia indomeñable los hacía aptos, según el apetito de algunos, para ser esclavos. ¿Servirían para recoger café?

Bueno, algo es cierto, absolutamente cierto: no se cree que el ESMAD haya sido precisamente la avanzada armada del gobierno para averiguar semejante resistencia salutífera tan inusual y absolutamente peligrosa.

Pero había algo mucho más peligroso. Si de los vándalos nadie enfermaba -a pesar de arremolinarse en manifestaciones prohibidas, que acicateaban la proliferación exponencial de la pandemia, entonces nadie desearía vacunarse más adelante. Y si nadie se vacunaba se dañaban los negocios de compra de vacunas que ya casi el gobierno tenía preparados.

Los aztecas y los mayas, se dice, tuvieron civilizaciones hegemónicas raizales en América desde 11 o 15 mil años. Y fueron los genios que domesticaron nada menos que el maíz, proviniendo del Teocintle, una especie de hierba y bejuco al mismo tiempo. Y aunque en esa época no existía la prensa, sin embargo, dejaron amplios, profusos y exóticos registros de grabados líticos con que se expresaban literalmente.

De los vándalos estaban quedando ríos de letras en los medios, kilómetros de grabaciones videográficas que daban cuenta de su paso húnico (de los Hunos, pues donde su pie pisaba no volvía a nacer electrodoméstico alguno), según marchitaban. Ligados con estudiantes licuaban un perfecto cóctel Molotov. Incluso sus fetos se convertían en máquinas de guerra.

Y luego la orden fue dada. ¡Había que exterminarlos! Y empezó la caza.

Y alguien arreció, ordenando. ¡Cuidado con el 2022!

E inmediatamente los medios coligieron que esa civilización no podía llegar intacta hasta ese año fatídico. Al fin y al cabo, un exministro de Hacienda había esquilmado a municipios impunemente y nunca se le denominó vándalo. Entonces, ¿cuál era el terror que suscitaban para ameritar su persecución y exterminio?

Copio de la web: “A lo largo de cinco siglos, cientos de científicos intentaron descifrar el código maya, sin embargo, solo lo consiguió el ruso Knórozov. Yuri encontró los fallos en la metodología de Diego de Landa, llevándolo al descubrimiento del código maya”.

Entonces, ¿por qué un expresidente, sin ser siquiera lingüista y mucho menos antropólogo o sociólogo, pudo detectar tan rápido la denominación del código vandálico? Algunos dijeron que su sabiduría radicaba en el poder mágico de su erecto dedo índice. Movía ejércitos de títeres con ese dedo.

Y entonces mandaron una delegación armada a Cali, donde los vándalos se habían asociado con los Calimas. Y allá fumigaron a 38 o más de ellos.

En las calles se veían batallones del ESMAD infiltrados con agentes armados que arracimaban disparos contra las protestas vandálicas que acompañaban el Paro Nacional fraguado contra la Reforma Tributaria.

Existen registros en Youtube de semejantes ordalías asesinas contra una civilización de insurgentes y libertarios. ¿Y dónde están las investigaciones de la Fiscalía?

Se percataron de no poder exterminar toda una civilización de vándalos. Debían mermar los ataques pues la protesta no podía llegar a interrumpir las ventas comerciales del mes de diciembre. Había que salvar la Economía de la pandemia, y de los vándalos.

Y luego, súbitamente para febrero de 2020 desaparecieron las menciones de la existencia de la civilización de los vándalos. Se dieron cuenta que los vándalos, a pesar de su ignara civilización, también comprendían el derecho al voto.

El voto es una especie de Caballo de Troya, injertado en el corazón de la civilización democrática de la cual los vándalos creen hacer parte; es decir, quizás no se sepa si habrá urnas separadas para que voten los vándalos.

El caso es que la palabra vándalo no existe hoy, bajo ninguna circunstancia, fecha y lugar de las denominaciones de electores.

La civilización de los vándalos ha desaparecido. Es más, se ha visto, a algún expresidente volanteando en sus territorios ancestrales, Comuna 13, de dónde lo han sacado a sombrerazos. Su dedo índice sigue amenazando. ¿Cuáles son las extrañas circunstancia de tal cambio? ¿Por qué se mantiene en secreto la desaparición súbita de los vándalos y vándalas?

Bueno, hay una muy clara: ¡estamos en el 2022!

Es un año de elecciones y los vándalos votan. ¡Los vándalos y vándalas votan!

¿Y entonces esas hordas que antes fueron estigmatizadas, contra las cuales se lanzó el ESMAD son las mismas que van a decidir la elección presidencial?

¿Será Colombia el primer país del mundo donde hordas de vándalos se suban a la Presidencia de la República? ¿Será que se impugnará su triunfo electoral si llegan a imponer su candidato? ¿Se atacará ese triunfo para obligar al ganador a sonsacar a su horda de vándalos acompañantes cosa que se le pueda seguir fumigando?

El caso es que como vándalo no está inscrito nadie en la Registraduría del Estado Civil. Ni vándalo, ni vándala. Es más, la Comisión Internacional de la ONU de vigilancia y acompañamiento que da fe de la pulcritud de las elecciones, hasta ahora no ha dado cuenta de ninguna aparición de tal palabra en los medios. La palabra vándalo se extinguió, no aparece por ninguna parte.

Si sobre la simiente del maíz, la papa, el ají dulce y picante, la llama, el tigrillo, el venado, la guartinaja, se erigieron las civilizaciones de mayas y aztecas, ¿de qué simientes se valdrán los vándalos para erigir una nueva civilización en Colombia?

Aquellos perseguidos, incluso muertos, durante el Paro Nacional, ¿será que vuelven a emerger cual hordas votantes en las elecciones del domingo 29 de mayo, precisamente del 2022?

Emergerá su resilencia o se dejaran comprar y atenazar por el miedo.  ¡Está por verse!

¿Se convertirán los vándalos y vándalas en “gente de bien” y ganarán las elecciones del 29 de mayo?

Así debe ser porque aquí en América nunca ha habido vándalos. Ni siquiera Mayas, Aztecas, Muiscas, Chibchas, Huitotos, Emberá, Pastos, Zenues, Chimilas, Pijaos, Pances, etc, etc, lo fueron. Entonces, ¿de dónde pudieron haber salido?

¡Vándalos!, les advirtieron que tuvieran el ojo abierto para el 2022. Estamos en 2022. ¡Vándalos!, ¡a votar!

No se dieron cuenta que los vándalos eran los mismos ciudadanos. Mejor dicho, si se dieron cuenta, les importó un rábano y los masacraron. Los que se equivocaron, ¡que lleven del bulto!

Notas. Basado en Internet: los vándalos y vándalas germánicos que emergieron de Escandinavia contra el Imperio Romano alcanzaron a tener un reino en el Norte de África. Copio: "en el año 409, suevos, vándalos y alanos invadieron la Península Ibérica".

También se denomina vándalos, vándalas, a “persona incivilizada que comete acciones destructivas contra la propiedad pública”. ¿Califican allí, parlamentarios, mafiosos, presidentes, expresidentes?

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