Del aborto y otras lacras machistas

Del aborto y otras lacras machistas

"No somos de nadie, ni objetos. Somos sujetos de derechos, almas libres con sus búsquedas precarias, altaneras, sabias o repetidas y con su propio destino"

Por: Pedro Conrado Cúdriz
enero 13, 2021
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Del aborto y otras lacras machistas
Foto: Padaguan - CC BY-SA 4.0

"Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir". Ciudad Rosario, 2003.

“Sigue habiendo un gran mandato de obedecer a la maternidad”. Escritora española y feminista Paula Jiménez.

¿Qué es el cuerpo además de su naturaleza animal y biología de sudores, flemas, dolores, mocos, pedos, placeres…?

“Yo sé —lo sé— que no soy la única persona que sabe que el aborto no es lo peor que le puede pasar a una mujer. Yo sé —lo sé— que no soy la única persona que conoce a mujeres que abortaron y no tienen, ahora, ningún trauma, ni padecen pesadillas recurrentes, ni se desgarran la piel con las uñas ante la sola visión de un pañal, ni son pacientes psiquiátricas ambulatorias”. Leila Guerriero, escritora argentina.

***

Nosotras, me dijo una amiga en la universidad, cuidamos nuestro culo —el cuerpo—. Ellos, los hombres, además de no cuidar el suyo, lo prostituyen.

El cuerpo es una estructura esquelética, una masa de carne viva e individual, una arquitectura psíquica que solo le pertenece a un hombre o a una mujer, individualmente hablando. A este cuerpo no le es aplicable el pronombre posesivo mío. “Tú eres mía y de nadie más”, le dice el amante a su pareja. O uno sin casualidad alguna siente al papá gritarle al mundo: “Este hijo es mío y yo hago con él lo que me venga en gana”.

No somos de nadie, ni objetos. Somos sujetos de derechos, almas libres con sus búsquedas precarias, altaneras, sabias o repetidas y con su propio destino. La adhesión a su identidad del primer apellido del marido es una excrecencia, una marca, una anomalía política del poder del hombre.

En una reunión de trabajo dije alguna vez que las mujeres eran para la mayoría de los hombres una vagina, un exquisito pedazo de carne voluptuosa, objetos con tiempos de uso limitado como lo son una nevera o un carro. Alguien en dicha reunión rechazó con visible molestia mi hipótesis sociológica. Desde luego que esta mujer no comprendió el contexto patriarcal de la frase, el legado machista de todos los abuelos para someter y esclavizar a la mujer.

Y es extraño cuando las mujeres se alían con las tesis patriarcales e inhumanas de los hombres. Cuando aceptan en la evolución de su proceso de identidad el primer apellido de su pareja, están aceptando complacidas que son otra propiedad más del marido, aunque este no tenga nada donde caer muerto. Solo que la tiene a ella. De tal manera, que los machos se creen dueños del cuerpo de sus esposas o parejas, lo que les permite decidir sobre sus vidas, modos de vestir, maternidad, amigos, número de hijos, trabajo, servilismo, etc. E incluso sobre el aborto, como si el cuerpo de la mujer fuera una pieza exquisita del jardín de rosas de la quinta-esquina de ellos. Y esta vieja y anacrónica concepción machista hasta el Papa Francisco mete mano. ¿La iglesia o la religión también son dueñas del cuerpo de la mujer?

En Argentina acaban de legalizar el aborto más allá de los tres factores circunstanciales de la sentencia de la Corte Constitucional colombiana; ambos países codificaron sus actos disruptivos para respetar a la mujer.

Nadie —me dijo esa misma amiga de clases universitaria— se mete con el pene del hombre. No es extraño entonces que Jair Bolsonaro, presidente del Brasil, pateara a las mujeres del mundo cuando dijo sin mover un músculo de su rostro: "Lamento profundamente la vida de los niños argentinos, ahora sujetos a ser cortados en el vientre de sus madres con el consentimiento del Estado”.

También en Colombia varios parlamentarios machistas dijeron: “Creemos que tendría gravísimas consecuencias para el hermano pueblo Argentino y para todo nuestro continente esta ley”. Pregunto: ¿Los hombres dan a luz?

Y la última perla: Rafael Nieto, exviceministro de Justicia, escribió en Twitter: "No hay tal derecho de la mujer sobre su cuerpo y en todo caso bebés en gestación no son parte del cuerpo de una mujer. ¿No quiere embarazarse? ¡Use anticonceptivos!".

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