Declaración de guerra

Declaración de guerra

"Todos deberíamos unirnos al llamado que acaba de hacer este singular personaje"

Por: Juan Mario Sánchez Cuervo
septiembre 13, 2019
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Declaración de guerra

Me declaro en guerra espiritual y le declaro la guerra a todo lo que sea contrario a la luz: miedo, envidia, odio, ira, corrupción, violencia, injusticia, ilegalidad, mentira, engaño, a todo lo que sea opuesto al orden divino. Mi compromiso es con la democracia, la verdadera democracia, no la tiranía a la que nos acostumbramos y nos acostumbraron. Los niños, los inocentes animales, los ancianos y las mujeres en indefensión deben ser protegidos.

Mi código de honor es la preservación del bien común y de los valores ciudadanos: respeto, solidaridad, justicia, moderación, sensatez, ecuanimidad, tolerancia. Mis armas son la fe, la oración, la paz interior, la fortaleza para denunciar la violencia venga de donde viniere, la templanza y la moderación para no dejarme arrastrar por ningún extremo. Detesto la extrema derecha y detesto la extrema izquierda: ambas caen en los excesos y usan a las personas y las convierten en carne de cañón. No tengo partido político ni apoyo a ningún candidato político. Pero apoyo el cambio, la renovación en la política, el librepensamiento, la libertad en el marco del respeto por el otro.

Denunciaré alianzas ilegales y maridajes oscuros de los que se inclinan por los extremos criminales. Solo estoy comprometido con la verdad. Si vamos a renunciar y derrotar un extremo no es para caer en las garras de otro extremo. Si no me sirve el imperio del norte, tampoco me sirve el de oriente. Porque no anhelar la absoluta soberanía e independencia? Yo no quiero cambiar de amo, quiero ser libre. Un guerrero de la luz no quiere, no puede y no permite ser usado por nadie. Cambiemos la historia cambiando nuestra forma de pensar. No hay límites. Hagamos realidad nuestros sueños. No permitamos que nadie asesine a nuestros niños y jóvenes en nombre de causas malignas y depravadas.

Hagamos el cambio, renovemos la política, recuperemos la dignidad de las instituciones, recuperemos el Estado de derecho, restauremos la democracia. Nadie ha inventado un mejor sistema que la democracia, pero en Colombia no sabemos lo que es la democracia porque la clase política se corrompió o siempre estuvo corrupta. Recuperemos el valor de la palabra. Lo que se acordó se respeta. Al que dejó las armas y abandonó la guerra se le recibe con los brazos abiertos, se le da oportunidades y se le protege la vida. Al que prometió cambiar de camino y vuelve al oscuro camino se le somete al peso de la ley. Pongamos en orden la casa de la patria. Ni de extrema derecha ni de extrema izquierda. No es tibieza. El tibio es hipócrita y se vende. Es el equilibrio para salvar a Colombia. Porque quien odia un extremo, pero ama el otro extremo da un giro total para usar las mismas herramientas de sus enemigos.

Es posible vivir en un mundo sin odios, sin venganzas, sin envidias, sin violencia. Palabra clave: tolerancia; es decir, ponerme en el lugar del otro para no atacar al otro. Si la extrema derecha delinque se denuncia y se somete a juicio. Si la extrema izquierda delinque se denuncia y se somete a juicio. Una sociedad sin leyes, sin normas, sin reglas de juego colapsa. A Colombia hay que renovarla haciendo el cambio desde la renovación política: nadie debe elegir a personajes corruptos o asociados con corruptos. Nadie debe apoyar a los que le quitan el pan a los niños que mueren por desnutrición. Nadie debe darle el voto a los irresponsables que dejaron nuestro país en el abismo y al borde del infierno por sus alianzas ilegales con fuerzas criminales y depravadas.

Es necesario recuperar la honradez, el concepto de bien común. Mi guerra es espiritual y desarmada. Se trata de derrotar a los violentos a través de la palabra, de la verdad, de la denuncia. Pacifismo alerta e inteligente, la revolución; es decir, el cambio de mentalidad a través de las ideas sensatas y equilibradas sin acudir a vías de hecho ni a ningún tipo de violencia. El que apoya a un corrupto es un corrupto. El que apoya y elige a un criminal es un cómplice y es un criminal. Mi compromiso es con la instauración de una verdadera democracia. Jamás participaré en política. Pero aportaré ideas para el urgente cambio que necesita Colombia. Es ahora o nunca. Podemos salir de este infierno. Es posible ayudar a la caída de estos falsos dioses y psicópatas que nos dirigen al manicomio, al infierno. Es posible derribarlos sin usar más armas que los argumentos, la razón y la verdad. Pero no los derribemos para cambiar de amos y de asesinos. Exijamos la democracia que nos merecemos, que sus hijos y familiares y amigos se merecen.

He declarado mi guerra espiritual contra todo aquello que sea falso, oscuro, ilegal, criminal. Estoy listo para morir por mi causa. Pueden llamarme loco, pero solo los "locos" han dado luces para transformar el mundo. Y lo digo sin soberbia porque entre ustedes soy el más pequeño, tan pequeño que estoy al servicio de ustedes sin pedir nada a cambio. Guerrero de la luz hasta la muerte y todo por la vida.

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