¿Cuál País?
Opinión

¿Cuál País?

Un recorrido por la Colombia rural a través de la magistral lente de Fernando Cano en sus mil grises blancos y negros

Por:
diciembre 15, 2018
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En la noche de hoy viernes se lanzó el libro de Fernando Cano Busquets ¡País! donde se visita la Colombia rural. Excelente edición que realizó con Diego Amaral. Un libro de fotografías del país que no conocemos. El papel es perfecto para gozar de cada foto que fueron escogidas por los dos y con el dinero del Premio Nacional de Fotografía del Ministerio de Cultura en 2017. Cada foto tiene mil grises blancos y negros en donde se siente la espontaneidad del ojo con la cámara. La ágil reacción que existe entre el fotógrafo y la realidad que está captando.

Unos de los temas de Cano son los indios Koguis. Les toma retratos y les hace una exposición de ellos mismos. La foto "Pagamento" el Mamo Kogui  tiene una figura de una fuerza majestuosa. Se encuentra realizando todo su ritual con la bola de coca en la boca y lo mira como monarca en la tierra. Es un gran retrato que tomó en Bocas de Ceniza, Atlántico.

La riqueza son las mil texturas que saca como son la Visiones de cera de las palmeras del Valle de Cocora en el Quindío donde las palmas de cera se pierden entre las nubes. "Planeta Frailejón", se siente el clima frío de Chingaza, Cundinamarca. En "Flamencos" se trata de un cruce de caminos entre dos bancas llenas de gente pasando y los pájaros caminando en sentido contrario en Camarones, Guajira.

Bellas son las dos páginas en donde pescadores en una playa de Santa Marta jalan la red mientras que en la otra, la barca transporta  a seres de la comunidad de un lado al otro de rio. "Trasmagdalena" es el nombre de una foto impecable en definición y composición que hasta transporta a el hombre con su bicicleta en San Juan de Mompox. "Camino a casa" Un hombre a caballo va por su región con especial vegetación, en Yingaka, Cesar. "El vigía" es un árbol grande que sobrepasa a su manada en un bosque donde las texturas son la gran riqueza de la foto en Playona Chocó. En "habitantes de la alta Guajira" un cementerio con pocos muertos tiene la misma arquitectura. En "El tamaño de la soledad" un campesino vestido de negro y que carga un bolso en la espalda atraviesa hacia la única casa que existe en los alrededores de Tota, Boyacá.

 

En el capítulo sobre la vida Cotidiana, otra vez se complementan el editor con el fotógrafo. Las páginas 62 y 63 son dos hombres a caballo, en "Fin de la jornada" el caballo va a paso mientras el campesino con su gorra y su machete mira altivamente al extraño fotógrafo en Sandoná, Nariño mientras que en  la página siguiente de espaldas el campesino corre y solo lleva una pata en el suelo en Peñalosa, Chocó.

 

Cuando ponen tres fotos en la misma página el ritmo cambia. Y el interés por las puertas y ventanas tiene en lugar muy especial en "La Jugada" en Jardín, Antioquia. El partido de ajedrez tiene un peón afuera mientras la gestualidad de las manos resulta bien interesante... es el momento. Afuera de la fonda un curioso mira el partido mientras que un viejo desentendido les da la espalda y está más interesado en el movimiento lento de la calle. En "Así es la cosa" un viejo frío escucha a un joven con sombrero  y en la misma circunstancia pero con diferente actitud. Los muebles, la luz y el caballo. Los hombres hablan mirándose a los ojos y sus gestos corporales son distintos y de otra época.

La fotografía de la viejita poderosa en Villa de Leyva es una paradoja. Ella mira al fotógrafo con paciencia. Tiene la arrugas de una piel que ha vivido en el sol toda una vida y lleva puesto sombrero y alpargatas. En la mesa rústica dos botellas de aguardiente con los vasitos, parecería que esa cándida no tiene que ver con nada de lo que la rodea. Abajo de la mesa pasan asuntos de mundos callejeros.

 

 

"Juan y su retrato" en Seywaka, Magdalena, tiene en las manos su retrato que muestra cómo ha cambiado el ser humano que tiene la misma alma por dentro.

Y el libro termina con "La decepción del No" con un indígena que en Bogotá  lleva en su cabeza una tela en donde dice Paz.

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