Muchos políticos, yo diría, mejor, politiqueros son personas que para ellos el “otro” (ciudadano) es una mercancía, en la medida que puede satisfacer sus necesidades.
En consecuencia, deben conocer cómo es su comportamiento individual y cómo es su comportamiento en grupos colectivos (masa).
Para el caso puntual que queremos analizar el comportamiento individual y el condicionamiento operante son muy importantes conocerlos, para los manipuladores.
La conciencia de la persona, no es otra cosa que las representaciones tanto internas como externas, de los objetos o hechos, ante los cuales se ha tenido una relación o experiencia.
En otras palabras, es conocer el significado o conceptualización que emerge de sus relaciones consigo mismo, con el otro o con las cosas.
Como seres humanos y su evolución, hoy día no podemos vivir fuera de los contextos sociales.
En este orden de ideas, la realidad social, de hecho, implica el conocimiento, en lo que se refiere a su esencia. Es simplemente, conocer su efectividad social.
La efectividad social, creo, la valoramos como el tiempo de vida (longevidad), que se nos da o suministra, ese contexto, del cual todos somos constructores, pero otros condicionan su aparición, materialización.
Las estructuras u organizaciones sociales son el catalizador, que permite potenciar, limitar o negar las capacidades humanas.
Centrémonos aquí, ese contexto de vida, es una construcción, estructura social, elaborada a través de políticas sociales, que surgen de una interrelación entre la naturaleza, los seres humanos, sus necesidades y sus satisfacciones.
Es pasar de un cerebro individual a uno colectivo, donde la verdad, es la esencia de la vida. Mentir de hecho es ser corrupto.
En consecuencia, la longevidad es el producto de la homeostasis social. Eso significa que la relación entre la naturaleza, los hombres y su política de vida, debe funcionar como un sistema auto regulativo.
Nosotros esperamos de ese contexto social, que nos dé, todas las posibilidades de una vida digna de calidad. Que la muerte nos llegue de manera natural y no por deterioro, manipulación o mal direccionamiento de él.
Puntualizando nuestra vida biológica, psicológica, familiar, social y comunitaria, se debe ubicar en escenarios donde sus contextos deben ser nutritivos o positivos y el desarrollo socioemocional, que estos generan, permita potenciar las habilidades de comunicación e interrelación (resiliencia, autoconocimiento, conciencia social, colaboración, altruismo, empatía, toma de decisiones con responsabilidad, comunicación asertiva, etc.).
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Ver todo lo anterior como un algoritmo, es decir como un proceso, secuencia de acciones, que permiten generar un resultado específico, es simplemente estructurar una sociedad, donde los Estados deben generar contextos de vida, garantizando los derechos económicos, sociales, culturales; permitiendo el reconocimiento y participación de las personas, recurriendo a la autorregulación (homeóstasis social), para acabar con las desigualdades estructurales, discriminación, diferencias sociales, acceso al bienestar, información, protección, seguridad, participación; avalando con sus acciones, la verdad, una ética y moral; que no nos lleve a actuar por fe, sino por su legitimidad.
La desensibilización sistemática es una técnica establecida por Joseph Wolpe (1958) cuyo objetivo o fin es acabar con los comportamientos de ansiedad (miedo, temor, inquietud, preocupaciones, comportamientos de evitación). Lo que se pretende es que la persona aprenda a enfrentar el malestar, a cambio de negarlo o escapar de él.
Se busca es que las situaciones o escenarios (contextos) que causan la ansiedad, se vayan convirtiendo, paso a paso en algo habitual, normal.
Con ello lo que se pretende es lograr, que se vuelva consciente de lo que va a pasar (destino final), aunque trate de negarlos a través de múltiples fantasías o simplemente que no reaccione (desesperanza o indefensión aprendida) ante los hechos, como consecuencia, a que sus actos anteriores nunca han surtido efecto.
Esta técnica, es usada por los politiqueros, para crear escenarios o contextos tóxicos, donde el porvenir de sus ciudadanos no tiene importancia para ellos.
Quieren que estos contextos estén integrados por los llamados, “los nadies”. Personas que ninguno escucha o atiende. También se le puede llamar a esto homicidio social, que es simplemente colocar a las personas en una situación que no son escuchados, atendidos, visibilizados.
Es colocarlos en unas condiciones de aislamiento y que simplemente obedezcan lo ordenado.
En este orden de ideas, existen muchos contextos, dentro de los cuales no son escuchadas las necesidades y esperanzas de vida que buscan sus integrantes, quienes pueden ser la mayoría o una muestra representativa de la comunidad.
En consecuencia, los politiqueros, sus aliados (mafias políticas), hacen uso de la desensibilización sistemática, para que “los nadies”, acepten y asuman las decisiones por ellos tomadas.
Este es uno de tantos hechos. Situación cero, no se subirá el precio de la gasolina, información que se maneja en tiempos cortos, pero seguidos y haciendo uso de los medios de comunicación.
Situación uno, se hará uso de información que contenga significados no muy punitivos. “No se subirá a precios muy elevados, se buscará que sea un incremento justo”.
Esta metodología se seguirá trabajando, para que la ciudadanía se vea enfrentada, su mayor parte del tiempo, con estos tipos de contenidos. El fin es controlar sus estados emocionales (ansiedad, temor, etc.).
El final, es que las personas acepten y asuman las decisiones tomadas por unos pocos, quienes son los beneficiados, por ellas.
La capacidad económica (poder adquisitivo) que tiene o posee cada ciudadano colombiano, para obtener bienes o servicios, está supeditada al nivel de precios fijada para cada uno de los productos de la canasta familiar (176 productos), como de otros. En otras palabras, estos recursos se utilizan para satisfacer sus necesidades.
Incursionando en estos temas económicos, la inflación, que no es otra cosa que el aumento de precios de bienes y servicios, se van a ver afectados por el incremento de la gasolina.
En palabras de los que no conocemos muy bien este tipo de temas, quiere decir que con los ingresos (poder de compra) que tenemos actualmente, vamos a adquirir menos bienes y servicios.
Adicionemos a lo anterior que los precios no subirán en todos los productos, sino a los que tiene mayor consumo (ustedes saben ¿por qué? Oferta - demanda), con lo anterior se deduce, que las clases altas no se verán afectadas.
Según el DANE (El tiempo 15 septiembre de 2022), los combustibles representan el 2.9 % de los gastos en la canasta familiar de los colombianos.
El valor porcentual que se le asigne a los combustibles, repercutirá en el transporte de pasajeros, de carga y de hecho en los productos que transportan, afectándose en consecuencia la canasta familiar.
Los ingresos o sueldos de los ciudadanos se mantendrán.
Pero al final, como efecto del proceso de desensibilización sistemática, todos terminamos diciendo: “eso se veía que iba a venir”, “yo lo predije”, “no había vuelta de hoja”, “de qué vale lamentarnos sino nos escuchan”, “ellos si se saben cuidar”.
