👉 De cómo un acuerdo de última hora rompió con las reglas de juego anunciadas por la colectividad 👈
Hace unos días, a un riguroso cúmulo de requisitos nos sometió el Nuevo Liberalismo a los precandidatos a la Cámara de Representantes por Casanare, en donde se advirtió que se iba evaluar detenida y responsablemente cada hoja de vida, con el fin de designar los tres nombres de la lista, y que posteriormente seríamos notificados por su correo institucional y además una llamada telefónica.
En un documento de más de dieciséis páginas sustenté mi propuesta legislativa a la Dirección Nacional del Partido Nuevo Liberalismo, incluido no sólo mi conocimiento y experiencia en el Congreso, sino una ambiciosa concertación con los diferentes sectores sociales de todo el Departamento (en los diferentes municipios) para establecer la posición de Casanare en la discusión del próximo Plan Nacional de Desarrollo, como también la inscripción de más de 120 personas a esta colectividad, respaldando de manera contundente e irrestricta mi aspiración a la Cámara.
El anuncio de la lista definitiva fue aplazada con el argumento que el Comité Nacional del Partido estaba a puerta cerrada deliberando sobre el tema, por lo que esperé de manera paciente pero pasado un tiempo nunca obtuve noticia oficial alguna, por lo que de manera soterrada e inconsulta la colectividad habría tomado una decisión, que iría totalmente en contravía de los principios ideológicos y éticos del Partido.
Y lo que es más: nunca se me notificó de la reunión con un directivo nacional del Partido Nuevo Liberalismo -que se desplazó desde Bogotá a Yopal- ni mucho menos se me informó sobre la decisión que se habría tomado a puerta cerrada, sin convocar a todos los precandidatos, incluso con personas externas a la colectividad y respondiendo más a componendas y conveniencias políticas, asumiendo una actitud indiferente y casi despectiva con los ahora precandidatos no avalados.
Coletilla: Lo acontecido en Casanare sienta un precedente bastante preocupante para este reciente comienzo del Nuevo Liberalismo, dejando dudas sobre lo que inicialmente aseguraba en una propaganda el ahora exconcejal de Bogotá Carlos Fernando Galán, en el sentido de convocar a los ciudadanos comunes y corrientes, con ganas de reinvidicar el ideario de Luis Carlos Galán para que integraran sus mencionadas listas del Congreso.
Desde esta tribuna de opinión, convoco a las directivas nacionales del Nuevo Liberalismo a replantear el tema del aval para la Cámara por Casanare, que permita una selección más transparente y ecuánime para todos.
Sería un acto de grandeza, señores Juan Manuel y Carlos Fernando Galán.
*** Precandidato a la Cámara de Casanare por el Nuevo Liberalismo.