El antropológo Carlos Castaño, en conversación con su hija María José, explica el impacto de Chiribiquete

El antropológo Carlos Castaño, en conversación con su hija María José, explica el impacto de Chiribiquete

En un original diálogo, quien era el director de parques nacionales cuando se descubrió esta joya arqueológica, profundiza el tema en la Casa SURA del Hay festival.

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febrero 01, 2019
El antropológo Carlos Castaño, en conversación con su hija María José, explica el impacto de Chiribiquete

Durante más de 30 años, el antropólogo Carlos Castaño Uribe se ha dedicado a estudiar el arte rupestre de Chiribiquete. Hasta los años 80, ni siquiera aparecía en los mapas, y en medio de azar, Castaño Uribe dio con el lugar. “Íbamos en una avioneta a Leticia cuando nos cogió una tormenta saliendo de San José del Guaviare y tuvimos que desviarnos al sur. Fue apareciendo en el horizonte una serranía absolutamente desconocida. Y aunque fuera conocida por muchas personas, fue toda una revelación, y para mí, el descubrimiento”.

En 1989 Castaño declaró Chiribiquete como zona protegida, cuando era director de Parques Nacionales. En los años siguientes realizó 8 expediciones y desde entonces se han descubierto más de 70.000 pinturas rupestres sobre las 38 enormes mesetas del parque. Hoy en día Chiribiquete todavía es el centro del Mundo para las comunidades indígenas que lo visitan.

Antes de la conversación Carlos Cataño proyectó este video:

Castaño Uribe se obsesionó con Chiribiquete. Durante los 15 años que estuvo al frente de Parques Nacionales armó todo para ampliar el área protegida y coordinar con Julia Miranda, actual directora, las visitas de la UNESCO para demostrar que el parque es único en el mundo. Según su hija María José Castaño, “siempre dice que ‘no sabe si él encontró a Chiribiquete o Chiribiquete lo encontró a él’. Entre todos los hijos sabemos que ninguno de nosotros le puede competir por atención o dedicación a este parque, que siempre ha sido su preferido”.

“¡Maloca!”, gritó Roberto Franco dentro de la avioneta cuando vio, por primera vez, a los indígenas Yuri Pase. En 2011, el reconocido politólogo y antropólogo de oficio participó en una expedición para comprobar la existencia de comunidades indígenas que nunca han tenido contacto con el mundo de occidente en la Amazonía colombiana. “Es una cuestión muy emocionante pero también preocupante […] sentimos que nos caía encima una gran responsabilidad. La emoción de encontrar algo así pues es muy grande pero la responsabilidad mayor aún", explicó Franco en su última conferencia antes de fallecer en un accidente aéreo, cuando regresaba de Florencia, Caquetá.

Después de fotografiar las malocas desde la avioneta, Roberto Franco junto al arqueólogo Álvaro Soto y su amigo Martín von Hildebrand, sacaron un decreto para proteger a las comunidades indígenas que han decidido mantenerse aisladas de cualquier contacto con nuestra sociedad.

“El Estado garantizará el derecho de los pueblos indígenas no contactados o en aislamiento voluntario a permanecer en dicha condición y a vivir libremente, de acuerdo a sus culturas en sus territorios ancestrales. Por tanto, como sujetos de especial protección, en ningún caso podrán ser intervenidos o despojados de sus territorios, ni serán objeto de políticas, programas o acciones, privadas o públicas, que promuevan el contacto o realicen intervenciones en sus territorios para cualquier fin”.

Foto por Cristobal Von Rothkirch

Esta experiencia le ha dado a Carlos Castaño todos los argumentos que le permitieron a la UNESCO declararlo Parque de protección ambiental.

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