Candidatos a la rectoría de la Universidad Nacional, ¿están en este proceso a conciencia?

Candidatos a la rectoría de la Universidad Nacional, ¿están en este proceso a conciencia?

Carta abierta a quienes aspiran al máximo cargo de la institución educativa, una de las más importantes del país

Por: Urías Velásquez
marzo 09, 2018
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Candidatos a la rectoría de la Universidad Nacional, ¿están en este proceso a conciencia?

Queridas personas, en pocos días uno de ustedes será elegido para guiar el barco de los sueños de cerca de sesenta mil personas, almas de cuyas vidas ustedes comenzarán a ser corresponsables. ¿Lo pensaron así? Yo, ahora frente a este texto y mientras lo medito no lo niego porque hace algunos años fui uno de esos pasajeros.

Pero fue hasta este año que caí en la cuenta de eso y por eso decidí que debía pagarle a la UN lo que por mi quiso hacer y yo no permití. Pero, ¿cómo hacerlo? Revisé, soñé, lo pensé y, al final, decidí que la forma correcta era ayudarle a la UN a escoger su próximo rector. Y heme aquí, leyendo a las tres de la madrugada cada una de sus propuestas, entendiéndolas, comparándolas. Una tarea nada fácil porque algunas de ellas están escritas con la misma ortografía que escriben los uribistas las cartas a papá Noel, repletas de errores de gramática, ortografía, redacción y lógica, etc; otras, sin embargo, debo admitirlo, permiten un atisbo de esperanza.

Alguno de ustedes me tacharán de cándido y argumentarán —no sin razón— que “al tal rector lo elige el Consejo Superior de la UN, no un ‘outsider’ ingenuo —como yo—”. Y sí, su verdad es cierta, pero mi alma se sentirá tranquila por hacer el esfuerzo, por querer e intentar soltar ráfagas de luz sobre un mundo que, no me explico por qué, en Colombia casi siempre permanece en las sombras: el mundo de lo escrito, de lo concreto, de lo propuesto.

El primer paso fue conseguir los escritos y leerlos todos al detalle. El segundo, asistir a los foros. El tercero, indagar con alumnos, profesores y empleados. Sin embargo, y derivada de todo lo expuesto, me surgen algunas preguntas que me gustaría lanzar al pantano siempre fértil del debate:

  • ¿Cuándo cada uno de ustedes escribía su propuesta era consciente del cargo al que se estaban presentando? ¿Entendían que la seriedad de la tarea a la que se enfrentaban por decisión propia requería de lo mejor de ustedes, del análisis juicioso, de la denodada tarea de averiguar lo ya hecho, de la siempre desafiante tarea de imaginar lo incierto? Releyendo sus propuestas diría que si todos ustedes me responden que sí a esta pregunta, sus respuestas no serían del todo ciertas.
  • Una vez inscritos: ¿leyeron lo propuesto por sus oponentes? Por lo visto en los foros tengo la absoluta certeza que no todos!
  • Queridos candidatos, ¿están en este proceso a conciencia? Si así lo hacen, ¿qué les seduce más: su foto colgada entre las fotos de los exrectores o el rostro de un joven inteligente que desde la periferia de un país y gracias al programa PEAME viabiliza sus sueños? Y, por favor, sean francos, porque si bien sé que la respuesta de algunos, entre los que estará la profesora Dolly, serán sinceras, les garantizo que no en todo.

A parte de estas preguntas generales y en función únicamente de lo propuesto y escrito quisiera plantear algunas consultas particulares:

1. Profesor Cárdenas: si yo le muestro a usted que su propuesta es la más deficiente en términos de forma, ortografía, redacción, puntuación, entre otras y la una de las tres más pobres en contenido ¿usted renuncia a su aspiración? Además, ¿podemos esperar “gestión moderna y mejoramiento de la gestión institucional” —como usted lo propone— de alguien a quien en su propuesta rectoral le encontré más de veintiséis errores de gramática, ortografía y redacción?  Fueron tantos que y como se lo sugerí vía Twitter, estoy seriamente contemplando la viabilidad de demandarlo penalmente por dicho asunto. Por último, cuándo usted dice, hablando del tema financiero de la UN que es —copio textualmente su texto, no sin antes advertir que es perverso en su redacción— “…un reto fundamental de corto plazo, sino el principal en este momento, es lograr la sostenibilidad financiera. Para algunos analistas es el reto del momento pues se requiere dar la mayor solidez a la institución y prevenir riesgos que se puedan presentar”, ¿a qué se refiere? Le cuento que en un foro un estudiante al que le pregunté que entendía por esto me respondió sin ambages “que caras vemos de Isagenes nunca sabremos”. Doctor Cárdenas, ¿sabe usted de qué hablaba el estudiante? Por favor, alúmbrenos que las tinieblas nos comienzan a torturar.

2. Profesor Fred Manrique si yo le demuestro a usted que su propuesta, a pesar de ser una de las dos que propone la educación virtual como motor de la educación es la peor, incluso por debajo de la del Doctor Cárdenas, ¿renuncia a su aspiración de ser el rector? Si yo le pido que explique por escrito de manera detallada por qué la organización actual de la UN a usted no le sirve para nada y no duda en calificarla como inadecuada, "no correspondiente… no acorde con el siglo XXI”, y, en general y derivado de su propuesta, con nada, ¿usted se tomaría el trabajo de hacerlo? Y permítame hacerle otra pregunta, tal vez la más difícil de hacer y de responder, pero en todo caso necesaria: ¿usted se presentó a este concurso únicamente porque su hoja de vida, en el futuro, diga que usted fue candidato a la rectoría? Y se lo pregunto porque ¿cómo es posible que usted pretenda que tres hojas con tan pobre contenido se constituyan en garantía para dirigir el destino de 60 mil ciudadanos (43.897 estudiantes de pregrado, 9.893 de posgrado; 2.866 administrativos; 3.048 docentes) de acuerdo con el documento Balance Social, vigencia 2016. Y un presupuesto de alrededor 1.660.360.000.000 de acuerdo con el documento Anteproyecto de presupuesto 2018. Documentos que puedes consultar en: http://rendiciondecuentas.unal.edu.co/aportes.html y http://gerencia.unal.edu.co/fileadmin/user_upload/Proyecto_Presupuesto_2018_Aprobado_CSU.pdf

3. Profesor Sanabria, si le pidiéramos que repitiera su propuesta y la saque de los terrenos siempre bellos de lo poético para que podamos entenderla, para que podamos tomarla con seriedad, ¿lo haría? ¿Le explicaría usted a sus compañeros, como gentilmente lo hizo conmigo vía Twitter, cuál es la conexión trasversal entre La Cinta de Moebius, la Danza de la Anaconda y la excelencia académica? Porque, y si bien no comparto para nada su visión y definición del Che Guevara como un tipo sanguinario y homofóbico desconociendo por completo 50 años de historia que definieron y definen la sociedad latinoamericana en su conjunto, sí creo en que usted quiere el bien de la UN y la desea ver el top de las instituciones nacionales.

4. Profesora Dolly, ¿usted estaría dispuesta a avanzar en una propuesta más metodológica?, ¿consideraría, por ejemplo, tratar el tema de UniSalud de una manera más profunda, más adecuada, más sería?, ¿un trato que por lo menos pase de una breve mención, de una línea perdida en el más pequeño de los pliegues de hoja? Y créame, querida profesora, su documento me resultó inspirador y digo más, sentí que valió la pena su lectura, como diría el profesor Alejo Vargas, el gran ausente en esa convocatoria para escoger rector.

5. Profesor Agudelo, ¿usted estaría dispuesto a reescribir su trabajo, que es prometedor y esperanzador, pero que adolece de componentes fundamentales como, por ejemplo, el financiero –renglón en el que todos sus compañeros también sacarían un preocupante cero? Entre otras cosas, porque el único que lo menciona empleando números como debe ser es el doctor Cárdenas, quien concluye mal y califica a la situación financiera de la UN como delicada, cosa que el rector actual, Doctor Ignacio Mantilla, de inmediato sale a desmentir en un ‘twitterazo'.

6. Profesor Tejeiro, usted, como caballero que es, porque lo sé, ¿estaría dispuesto a trabajar de la mano con otro candidato si la propuesta de ese candidato incluye y desborda la suya siendo más atinente, más aterrizada, más aplicable? La misma pregunta se la hago a la doctora Dolly. Porque si es así, usted deberá ser, sin duda, el vicerrector académico de esta alma mater que tanto amamos la mayoría de nosotros. De su escrito destaco la propuesta número 7, página 4: “Captar recursos de fuentes externas, nacionales e internacionales para el desarrollo del proyectos de investigación y extensión estratégicos para el país: Seguridad alimentaria y nutricional; energía, minería y desarrollo sostenible; paz, posconflicto y educación; infraestructura, comunicaciones y TIC; patrimonio cultural y desarrollo; salud como bien social; patrimonio Ambiental, sostenibilidad ecológica y cambio climático".

7. Doctor Branch, no lo conozco, pero desde ya, le extiendo una invitación a tomar un café, sus ideas son geniales, sin duda las más innovadoras, las más osadas, cinco de ellas me parecieron descomunales: la primera, su visión general de la UN, el país y la justicia, todas estas magistralmente resumidas en una frase —que ni el mismísimo Rabindranath Tagore alcanzó cuando bautizó al Taj Mahal como “una lagrima en la mejilla del tiempo”—: “salvaguardar la autonomía universitaria y afianzar la educación superior pública como un derecho e instrumento sumo de equidad y movilidad social”; la segunda idea sobre los KPi que propone para la autoevaluación y que resultan muy similares a los que se establecieron en Harvard durante la década pasada; la tercera, cómo no, la creación de empresas tipo Spin-off —que también propone la doctora Dolly— y que son aportes verdaderos y tangible a la paz de Colombia que todos mencionan en sus trabajos pero que apenas si sustenta en cuatro de ellos (el de las doctoras Dolly y Edna, el del profesor Bula y el suyo); la cuarta y tal vez la más genial de sus ideas: la de establecer “estrategias novedosas de financiamiento de tesis de maestría y doctorado en conjunto con sectores públicos y privados”; la quinta, el apoyo a la formación de docentes de primaria y bachillerato. Un gesto de solidaridad para con el país que sus compañeros simplemente no vieron.

8. Profesor Bula, ¿usted estaría dispuesto a presentar los números que respaldan su propuesta? Porque sin duda y de manera categórica le digo: es la mejor de todas las propuestas, “la más incluyente”, como usted mismo lo diría, las más metodológica, la más sustentada. Incluso, llegando al detalle técnico de la integración de los sistema de UN, lo felicito, usted me hizo volver a creer. Sin duda se nota que no es su primera candidatura y que esta vez hizo la tarea bien hecha. Como dirían los políticos a usted, derivado de su propuesta, le cabe la UN en la cabeza.

9. Para usted Doctora Edna mi más sincera felicitación. Y mi pregunta sería: de no resultar elegida —situación tan improbable como probable—, ¿estaría dispuesta a colaborar con uno de sus compañeros en la dirección del barco? Porque le advierto, su propuesta es de avanzada, muy bien explicada, susceptible de mejor redacción, sin duda, pero profunda y completa. Tanto así que me atrevería a decir que complementada con la audacia de la del doctor  Branch, la seriedad de la del doctor Tejeiro, la honestidad y sinceridad de la de la doctora Dolly y usando el marco general y metodológico que propone el Doctor Bula resultarían ser la fórmula ganadora que la UN requiere y merece. Y no lo olvide, usted es una mujer joven, llena de talento a la que invito a continuar en la lucha, porque si no es ahora, sé que más temprano que nunca usted será la rectora de la UN.

No quiero despedirme sin antes invitarlos a la reflexión: esto no es un juego, esto no es por ustedes, esto es, como ya le dije, por personas como yo que no teníamos, que no tenemos, una segunda oportunidad sobre la tierra de esta Macondo, de esta Colombia maltratada y saqueada, de esta Colombia de la Waqptapay —mal llamada ‘La Cacica Gaitana’—, pero ojo me refiero a la Yalcona, la de los paramilitares de la costa, del Galán —pero no el politiquero sino el comunero—, de Nariño —nunca de Santander— y de tantos otros que lo dieron todo y hoy reciben en premio el reconocimiento y el cariño de aquellos a los que sirvieron. Así como seguramente uno de ustedes lo recibirá y para convertirse en el rector que necesitamos y reclamamos.

¿Qué con qué derecho escribo esta carta? Con el derecho que me da el ser contribuyente, en otras palabras ser financiador de este proyecto que es la UN; pero también con el derecho que me asiste por haberme tomado el tiempo, como ciudadano responsable que soy, de leer y entender cada una de las palabras impresas en las propuestas rectorales que ustedes presentaron.

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