La política en Colombia se ha convertido en un negocio lucrativo, donde muchos buscan enriquecerse a costa de las tragedias ajenas, sin compasión por el pueblo
La lucha social se diluye entre el miedo y el confort. Líderes cambian demandas comunitarias por camionetas blindadas, olvidando su esencia y compromiso popular
El silencio ante el asesinato de Sara evidencia la indiferencia de líderes, medios y colectivos. La transfobia persiste, mientras que la gente sigue callada