Sanar Narrando es una oportunidad para que los colombianos que han soportado heroicamente años de violencia, transformen su dolor en relatos de vida
Nadie durmió esa noche. El Alemán con sus paramilitares le declara la guerra a alias El Manteco del frente 57 de las Farc. La suerte de los pobladores de Bojayá ha quedado signada por el grito de muerte.
Pánico total. Paramilitares contra guerrilleros y en el medio la gente, la iglesia. Corren a buscar refugio en el templo.
Es el horror. El padre Antún lidera la salida de los sobrevivientes ondeando telas blancas para que los respeten como civiles. Quieren alcanzar el puerto para huir hacia Vigía del Fuerte, a la otra orilla, en Antioquia.
Los jefes armados suspenden los disparos. Algunos, al menos noventa, no logran salir. Pasan la noche en la iglesia junto a 79 cadáveres. Al siguiente día se reanuda el combate.
Sin ceremonia los chocoanos despiden a sus familiares y amigos. Los entierran en una fosa común en medio de la selva.
El fotógrafo Jesús Abad Colorado entra camuflado en una lancha que transporta víveres de la Diócesis de Quibdó. Los corresponsales de otros medios están bloqueados por el Ejército.
Un buque nodriza con soldados de la IV Brigada desembarca en Bellavista, cabecera municipal de Bojayá. El general Mario Montoya aún no llega.
Seis helicópteros militares Black-Hawk están listos en el Batallón de Quibdó. Quince cupos para periodistas. Han pasado seis días. El General Montoya finalmente llega a Bojayá. Se dirige a las cámaras con lágrimas en los ojos, con el zapato de un niño en la mano.
Andrés Pastrana acompañado del gerente del Programa de Reconstrucción Social y Física de Bojayá, Everardo Murillo, anuncia el Plan para la recuperación del pueblo. Promete que Bellavista estará en pie antes del 7 de agosto de 2002. Pasan cinco años antes de que esto suceda.
El recién elegido Presidente Álvaro Uribe anuncia la decisión de no reconstruir el antiguo Bojayá sino de crear un nuevo pueblo. El nuevo Bellavista quedará en el Alto del Fuerte para evitar la furia del Atrato. “Ganamos casas, perdimos el río”, dice la gente.
El presidente Álvaro Uribe, en su segundo periodo presidencial visita Bojayá. Entrega las 264 viviendas de concreto que serán ocupadas por los pobladores: ha nacido el nuevo Bellavista.
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