Bogotá y su camino al caos de la desinformación

Bogotá y su camino al caos de la desinformación

"No seamos unos inconformes y protestantes en las redes sociales. Participemos e indaguemos por el bien de la ciudad"

Por: Héctor Eduardo Bernal
febrero 18, 2016
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Bogotá y su camino al caos de la desinformación

Bogotá se encuentra entre una lucha verbal alimentada por cada red social, medios de información, noticias medianamente profundizadas y argumentos válidos estudiados con detención por unos pocos. A cada persona que, con detenimiento, han llamado mi atención para leer sus comentarios a través de la red. Esto ha creado en mí  la necesidad de hacer una pregunta a cada uno de ellos. ¿Ha hecho usted la tarea de investigar y leer un poco acerca de la realidad de las administraciones pasadas? ¿Qué ha leído usted acerca de los argumentos hechos por cada parte respaldando y refutando argumentos sacados con horas de investigación, incluso otros quizás con horas buscando en Google? Si ya ha investigado ¿Tiene los suficientes argumentos para indicar que todas las acciones que se están implementando no son una razonable solución?

Les traeré a memoria uno en los tan denominados 'temas de moda' o de interés general que causan revuelo en los diferentes medios de difusión o interacción de la sociedad actual, aclarando, eso sí, mi interés por que cada lector desee profundizar en el tema que elijan y definan su opinión como un aporte valido para nuestra ciudad, que no genere odio, en vez eso, un profundo deseo por mejorar nuestro hábitat de una manera correctamente participativa.

Recuerdan ustedes:

¿Quién fue el precursor de la privatización del transporte público en Bogotá?, que entre otras data de una seguidilla de malas decisiones para nuestro país que incluye: una apertura económica mal estructurada e implementada, aligerándola con la realidad de un país a inicios de los 90s llena de problemas de poderes de narcotraficantes y políticos que enmascaraba y abrumada a las personas del común. Que vimos como en esta década se había desestimado la necesidad por la cultura social y el correcto uso de la lógica ciudadana para preservar y corregir un espacio decentemente habitable y movilizable. Durante esta década vimos como el transporte de nuestra ciudad se volvió un negocio altamente generoso para quienes invirtieron en crear las empresas, cumpliendo con los mínimos requerimientos que una “secretaría de transportes” haciendo que fuera permisible la verificación de los servicios que tenían que prestar y como los calificaban (hagamos memoria, y para quienes no lo vivieron, indaguen). También fuimos testigos de cómo se implementó el contrato  del actual transporte masivo en 1999 (Transmilenio S.A.) en el cual se citaban puntos importantes como: la necesidad del estado de los buses, las características, los tiempos para su renovación, buscar reducir el impacto ambiental que estos generaban y varias cosas más. Que si se toman la modestia y quince minutos de lectura podrán detectar en el mismo.

Las modificaciones al contrato más controversiales empiezan a verse desde el 2007 con quizás unas muy dudosas justificaciones en las administraciones siguientes a partir de la fecha mencionada. Como ceder un porcentaje de manera gratuita una parte del fondo accionario perteneciente a la ciudad, y repartiéndolo entre varias secretarías sabiendo y teniendo muy presente que la administración anterior (a diferencia de pocas en el pasado y presente) había dejado la ciudad en saldos a favor y que podían administrarse de una manera más lógica. Que en 2009 se estableció el decreto para hacer la transición del sistema de transporte integrado, cosa que ha sido un gran problema, ya que desde sus inicios venia lleno de inconsistencias y malas decisiones logísticas, que a la fecha en su funcionamiento, no ha sido posible que el modelo sea correctamente funcional, ya que abarca desde la incompetencia de los asignados a ese proyecto por cada administración, hasta el funesto hecho de que los ciudadanos aun no pueden decidir a severidad cual sería la ruta más “cómoda y rápida” para llegar a su destino.

Recuerdan ustedes que en 2011 se estableció el subsidio a favor de las personas con discapacidad, que luego de los años se amplió para abarcar a más ciudadanos en una leve y quizás mal organizada manera de sentir al ciudadano de que “mejoraba su economía”, pero que al final esto resulto en un problema mayor en la actualidad. También deberían recordar, que en el plan de gobierno presentado en junio de 2012, la administración se había comprometido con la ampliación de los portales de Transmilenio fase I y II (portal 80, portal norte, portal américas, portal suba) que jamás se vieron realmente ejecutados y que eran de vital importancia para corregir el sistema de transporte. El mal negocio de la ciudad haciendo que se creara una prorroga en los contratos de modernización vehicular de los articulados en 2015 con la condición de que se hacía para amortizar los subsidios en las tarifas del sistema. ¿A qué administración le iba a estallar ese problema en la cara?, que con ese contrato no solo hizo que buses que ya estaban para salir de funcionamiento se volvieran a reutilizar, arrendándolos a la ciudad, a un precio de un articulado nuevo sabiendo que es nos es lógico que sea así.

Ahora toda la ciudad pelea por un metro que ha sido desestimado desde mediados de los ochentas cuando se sabía que era una necesidad para la ciudad. Que se ha hablado desde mediados del siglo pasado que el lugar más viable para realizarlo sería la avenida caracas, y que a la fecha la gente pelea y discute entre un metro elevado o subterráneo; y las opiniones de especialistas en el área indican que los estudios realizados por los Nule (que ya estaban infladas), que continuo terminando la administración del Sr. Gustavo Petro evidencio que aún era más costoso de lo que decían anteriormente y que adicional a esto solo lo puede hacer una tuneleadora en el mundo, que esta varada y que contratarla sería un valor escandaloso para la ciudad, que ponen en riesgo los suelos de la ciudad en partes específicas, y que NO es nuevo que el metro para la ciudad debería ser elevado.

Aclaro, no defiendo la administración presente, pero debemos realizar y ser conscientes que la ciudad es de todos, que discutir de sus problemáticas (de todas ellas), tendríamos que partir de mirar sus causas sin la necesidad de tener una posición polarizada. ¿Queremos ver una ciudad mejor?, Entendamos la realidad de la ciudad desde sus problemáticas y errores del pasado. No seamos unos inconformes y protestantes de red social. Participemos e indaguemos bien como debe ser. De esta manera encontraremos una solución y una adaptación tolerante al cambio que debe realizarse en la ciudad, así mismo del tiempo que se necesita para que sea recuperada por nosotros y no una administración que tiene un tiempo asignado.

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