Balanta, Sambueza y la resurrección de Santa Fe

Balanta, Sambueza y la resurrección de Santa Fe

De las vecindades del descenso regresó para meterse en las finales. El clásico resultó una noche mágica para el cuadro cardenal

Por: Jorge Eric Palacino Zamora
octubre 24, 2019
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Balanta, Sambueza y la resurrección de Santa Fe
Foto: Twitter @SantaFe

Maicol Balanta se pasea por el gramado con la sabrosura del vallecaucano. Más que trotar parece bailar alguna salsa romanticona de Eddie Santiago. Desde la parcial santafereña le animan, mientras improvisa fantasías con la redonda en un costado de la cancha, aún perlado por la lluvia de la tarde que fue triste y gris como en el tango de Contursi. Son los previos del clásico capitalino y el delantero de Jamundí sonríe quizá presagiando que esa velada será su consagración.

Son las ocho de la noche. Va a empezar el juego. Los aficionados se entretienen leyendo en las redes notas leves y otras no tanto. El invierno encuentra metáforas para contarse y se habla de un árbol derrumbado por un rayo en sector de Calatrava, del interminable aguacero en el norte. Dicen que en el barrio Tunjuelo el cielo se cae a pedazos. En la tribuna roja un insospechado comentarista, advierte de Balanta, el jugador señalado a marcar diferencia. Ya le ha anotado a Millonarios en el clásico de septiembre cuando “El León” superó a su rival de patio e inició su resurrección tras estar en las vecindades del descenso

Apenas transcurren 14 minutos y Millonarios pierde el balón tras un errático saque de banda. La pelota, pasando la media cancha, le llega Sambueza que transporta tranquilo —pareciera repartir pizzas en el vecindario—, y la sirve limpia a Maicol. El “niche” hace una finta con derecha, la deja para izquierda y saca el remate a 25 metros. Faríñez esta vez no se lanza, los centrales azules se observan con ojos de rabia e incredulidad, Pinto putea y se acomoda la bufanda, Balanta baila una graciosa danza y celebra la joya que abre el marcador.

En un puñado de minutos, Millonarios reacciona y pone presión con jugada de pelota quieta. Sebastián Salazar tropieza y mete autogol, pero es apenas una anécdota. Balanta y su socio argentino, tienen más numeritos en la galera. El dueto del talento le apuesta en el minuto 34 a la fórmula aérea. El lanzamiento es del buen Fabián. Maicol se levanta con ínfulas basqueteras y cambia la trayectoria, el balón pasa muy cerca al paral y deja al meta venezolano más tieso que el dedo de San Juan.

Con el recuerdo de esa pelota llovidita del segundo tanto, Balanta quiere devolver la gracia al solidario ´Sambue´ y en la línea de fondo roba una pelota a Jair Palacios. En un espacio en el que apenas cabe un suspiro, esconde entre sus botines azules un balón que sirve con gracia a Fabián. El “chino” impacta de primera y le recuerda al custodio embajador, que no siempre caza el gato sellando el tercer gol cardenal antes de la primera mitad.

El regaño de José Luis en camerinos apenas surte efecto con una tímida reacción de Millonarios. No han transcurrido siete minutos de la segunda mitad .La siguiente joya de Maicol hace que los vecinos de tribuna propongan apelativos proporcionales a su calidad. Desde los fastuosos “Perla negra”, “Fantasma de ébano” hasta “Niche de oro” o simplemente “El efectivo”.

Todas esos adjetivos porque Balanta se atrevió a cruzar por un terreno imposible cubierto por dos rivales. La imagen parecía una extraña ecuación, el 27 rojo pasando en medio del 22 y el 23 azul. Primero superó a Jhon Duque, luego a Banguero con túnel incluido, para servir medio gol a Jhon Velásquez, quien solo tuvo que rematar para insinuar un escándalo en el marcador.

Gracias a una acción del aplicado José Guillermo Ortiz, con su descuento en el minuto 17 del complemento, Millonarios evitó la que pudo ser una goleada histórica. Dos goles y dos asistencias anotó el estadígrafo en su tabla, guarismos de una noche mágica para el futbolista valluno y los santafereños, más que un partido, la ceremonia de graduación de su nuevo garante del gol. Pitazo final y al fondo, en una paradoja que algunos aficionados pudieron advertir, la imagen de un cabizbajo Fredy Rincón, actual asistente del técnico Jorge L Pinto, un hombre que 33 años atrás, convertía como figura naciente del Santa Fe, los mismos goles de larga distancia y corría con la picardía del maravilloso Maicol Balanta.

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