"Asistiré a los juicios sin esposas, grilletes ni cadenas" Simón Trinidad

"Asistiré a los juicios sin esposas, grilletes ni cadenas" Simón Trinidad

Desde la cárcel de máxima seguridad en Colorado, el jefe guerrillero le envió una carta de
su puño y letra al Ministro de Justicia con una propuesta que Yesid Reyes aún no responde

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mayo 30, 2015
Foto: tomada de hsbcnoticias.com

Simón Trinidad, el guerrillero colombiano extraditado a los Estados Unidos hace una década, envió una carta al entonces recién posesionado ministro de Justicia Yesid Reyes, en la que hace una propuesta para destrabar los procesos que le adelanta la Justicia colombiana.

El semanario VOZ publicó la carta que Trinidad escribió en la prisión de Florence, Colorado, el Guantánamo de las Montañas Rocosas, catalogada por Amnistía Internacional como cruel y deshumanizadora. En la misiva de su puño y letra, el comandante insurgente plantea la posibilidad de poder responder desde allí a los juicios que se le siguen en Colombia. “He sabido que se considera la posibilidad de trasladar los jueces a esta prisión.(…) Lo que siempre he querido es que los juicios se hagan lo más pronto posible”. Sin embargo para viabilizar la propuesta Simón Trinidad recomienda mejor:  “¿No será preferible que en vez de traer hasta aquí casi un centenar de personas, sea yo quien me traslade a Colombia?”.

Ver Carta de Simón Trinidad

El jefe guerrillero acumula un centenar de procesos en el sistema judicial colombiano. Tiene además el récord de dos declaraciones de inocencia y cinco prescripciones. Cuenta solo con una condena en el país.

La carta de Trinidad es una propuesta alternativa “muy interesante”, como el propio autor la califica. Pero en el fondo lo que transmite es un mensaje político para que el Gobierno nacional explore una alternativa para repatriarlo. El escrito aún no tiene respuesta.

Su abogado en Colombia, Ramiro Orjuela, dice que en diez años son muy pocas las conversaciones que ha tenido contacto con su defendido, pero muchos son los obstáculos de la Justicia estadounidense para que Trinidad asuma su rol de acusado en Colombia. Por eso, la carta resulta muy significativa, explica Orjuela, quien agrega: “El trato indigno y torturador contra Simón Trinidad no tiene precedentes en los casos de extradición de ciudadanos colombianos a Estados Unidos, pero siguen firmes y sólidas sus ideas”.

Orjuela señala que el mensaje de su defendido tiene una carga de heroísmo y que en alguna oportunidad Simón Trinidad le confeso que prefería que lo llevaran a Guantánamo y no estar en la “Supermax” de Florence. “Sin gafas para leer, sin contacto personal con nadie, sin permiso para la visita de sus abogados de Colombia o de los Estados Unidos, con pocos rayos de sol a la semana, con monitoreo permanente de sus movimientos en la celda de siete metros cuadrados, y con un dispositivo de descarga eléctrica para algún movimiento sospechoso, Trinidad sigue lúcido y aferrado a la lucha guerrillera por la paz de Colombia”.

La repatriación de Trinidad dependerá de un indulto o perdón judicial que en Estados Unidos solo le compete al presidente de ese país, o por un trámite administrativo entre el Departamento de Justicia y el Ministerio de Justicia.

Para el abogado de Simón Trinidad en los Estados Unidos, Mark Burton, “todo es posible”, y recuerda casos en los que Estados Unidos repatrió prisioneros condenados: “No es la primera vez que sucede, aunque no es muy usual. Por ejemplo, los retenidos cubanos que alcanzaron la libertad el pasado año salieron gracias a las negociaciones de los gobiernos de Estados Unidos y Cuba, ¿entonces por qué no Trinidad, si su presencia es muy importante para el proceso de paz que afecta todo el continente?”, le dijo Burton a Voz.

A dos instancias acudiría Barack Obama para consultar la libertad de Trinidad: al Departamento de Justicia, que exigió la extradición y estuvo a cargo el juicio, y al Departamento de Estado. Una decisión que impactaría positivamente al proceso de paz de La Habana.

La salida administrativa es la que insinúa Trinidad en el escrito. La petición la haría el Gobierno nacional desde el Ministerio de Justicia y la Cancillería a sus homólogos en ese país, reclamando la repatriación del guerrillero para que cumpla en Colombia la condena impuesta y responda a los requerimientos de la Justicia nacional.

Previo a la misiva y en plena audiencia judicial en 2012, el comandante insurgente envió un mensaje al presidente Juan Manuel Santos, en el que reiteraba que su salida de prisión dependía únicamente de una gestión diplomática ante el gobierno de los Estados Unidos. La propuesta la hizo al conocer que las FARC lo habían nombrado como uno de sus voceros en el proceso de paz desarrollado en la capital cubana.

En cada uno de los 38 ciclos de conversaciones en la mesa, los insurgentes demandan la presencia de Trinidad. Sus aportes son vitales para concluir en la firma de los acuerdos, a los que será difícil llegar de no estar él allí. “Desde La Habana (Cuba), la Delegación de Paz de las FARC-EP urge al CICR-Suiza, una visita humanitaria a Simón Trinidad en la prisión estadounidense donde se encuentra confinado. Instamos al gobierno colombiano a que posibilite a Simón, en su condición de integrante de la Delegación de Paz de las FARC, intercambiar con sus compañeros en La Habana”, dijo Iván Márquez.

Simón Trinidad, como pocos hombres en el mundo, ha vencido en tres oportunidades el poderío judicial de los Estados Unidos, solo con la defensa de sus convicciones ideológicas. “El Hombre de Hierro”, como se le conoce, está a la espera de respuestas del Gobierno de Santos ante las diferentes proposiciones: repatriarlo o trasladarlo a La Habana como gesto de paz, lo que podría agilizar el proceso. Mientras tanto templa su valor y fortaleza para ponerlos al servicio de la paz.

*Texto publicado en el semanario Voz

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