A José Darío Martínez Acosta, Chabuco, lo conocen por haber transformado los vallenatos viejitos fusionándolo con bossanova, bolero o son cubano, a fines de que el género se convierta en un fenómeno mundial digno de ocupar teatros alrededor del mundo.
Una hazaña que ha hecho lo nominen dos veces a los premios Latin Grammy y que variadas e importantes estrellas de la música como Alejandro Sanz, Antonio Carmona, Javier Limón o Fonseca hayan participado de algunas de sus canciones.
Pero en su nuevo disco, inspirado en los tangos argentinos, el artista vallenato está preparado para poner la vara mucho más alto. O al menos esa es la impresión que deja con su nuevo sencillo “Pétalo de sal”, el clásico de rock argentino compuesto e interpretado por Fito Páez y que ahora es versionado por Chabuco y Juanes.
La nueva versión, en tango, es preciosa y hace que los oyentes nos preguntemos cómo habría sido escuchar “Pétalo de sal” cantada por Roberto Goyeneche, Tita Merello o Libertad Lamarque. Es más, es posible que algún fanático se obsesione algunas horas explorando con la IA para averiguarlo.
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La evolución de Chabuco desde los vallenatos viejitos, al bossanova, al son y ahora al tango
Chabuco comenzó haciendo el vallenato tradicional, muchas veces permeado por las bellas letras de los juglares de la costa colombiana; pero con los años fue encontrando su propio estilo. Su primer gran salto fue cuando lanzó De Ida Y Vuelta, en compañía de los célebres productores españoles conocidos como Los Hermanos Carmona.
Pero con los años Chabuco también exploro con el vallenato y con el son cubano, en medio de un disco nominado al Latin Grammy llamado Chabuco en la Habana, que justo estaba grabando cuando comenzó la cuarentena mundial por la pandemia.
Ahora se la juega por un disco con tangos, del que hace semanas presentó una versión de “El arcoíris” de Iván Villazón que en vez de acordeón tiene bandoneón y ahora se arriesga a presentar lo que podría ser su mayor homenaje a un artista de rock.
Su versión de “Pétalo de sal” de Fito Páez, en compañía de Juanes, pero interpretada por un caribeño colombiano que ve la música argentina con ojos de acordeón.
