¿Al fin dónde está el galeón San José?

¿Al fin dónde está el galeón San José?

Una rigurosa investigación sobre la emblemática nave de la corona española que se hundió con 578 marineros, oficiales, pasajeros y enormes tesoros, cuya localización es secreto de Estado

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julio 22, 2018
¿Al fin dónde está el galeón San José?

Llega un momento en la vida de todo muchacho en que siente un devorador deseo de ir a cualquier parte y excavar en busca de tesoros.
Mark Twain,  Las Aventuras de Tom Sawyer

 

Aún no se sabe dónde se hundió el San José, secreto de Estado guardado con el más alto sigilo. Será muy interesante confirmar finalmente la localización exacta de los caudales del Rey Felipe V y el oro que llevaban de regreso a España los comerciantes de la más importante feria del continente, la de Portobelo. Allí descansan los restos de 578 marineros, oficiales y pasajeros que murieron ahogados, otros impactados por la onda explosiva que abrió los costados del galeón y mandó al fondo a esa emblemática nave en 45 segundos, lo que demora el rezo de un Credo.

Informe del Comodoro Charles Wager Mayo 1708 al Almirantazgo

El Comodoro inglés Charles Wager nunca quiso hundir el San José, pues llevaba una gran acumulación de plata proveniente de la mina de Cerro Rico en Potosí, que no se había podido enviar a España por el bloqueo impuesto por la Marina inglesa desde los inicios de la Guerra de Sucesión, hacía seis años. La otra parte de ese magnífico tesoro, mucho menor, iba a bordo del galeón gemelo San Joaquín, que logró milagrosamente escapar la persecución de esa escuadra inglesa, lanzándose muy arriesgadamente por entre los bajos de Salmedina, en la aproximación a la entrada de la bahía de Cartagena, por Bocachica. El Santa Cruz, tercer galeón de la flota, de 44 cañones, pide cuartel tras perder sus mástiles y sufrir bajas de 90 marineros. A las 2:00 am, después de librar un valeroso combate, el Conde de Vega Florida se rinde y es apresado. Wager logra hacerse a las platas de los 300 pasajeros (£65,559) pero nunca la cantidad que buscaba en el San José, diez millones de reales, divididos entre oro, plata, esmeraldas y mercancías de Oriente.

¿Estalla un cañón?

Los manifiestos de la carga del San José nunca fueron localizados, pero existe gran documentación de archivo de lo que se sabe llegó a Panamá del Perú. En una reveladora carta del Virrey del Perú al Rey, después de zarpar la flota del Mar del Sur hacia Panamá con los caudales, le escribe: “…debo creer que la porción de oro llegará a importar de cinco a siete millones”, cifra astronómica para ser compuesta por oro pues normalmente el grueso de la producción de metales preciosos en el Virreinato del Perú era la plata. La estrategia de Wager consistió en dispararle a la Capitana para tumbarle los mástiles, velas y aparejos para luego abordarlo y apresarlo, pero nunca hundirlo. Parecería, por un relato muy diciente, de un testigo inglés, que fue un cañón que explotó, ya que el polvorín o santabárbara nunca explotó. El testigo afirma que el galeón se abre, no al recibir un cañonazo sino cuando dispara. La propia Junta de Guerra de Indias, en junio de 1709, un año después del hundimiento, expresa: “…que no hubo, ni arran que de tablazón del combés, ni haber preso en el velamen, ni jarcia, por constar haber sido una leve exhalación y debiese presumir que semejante especie de fatalidad, tan momentánea, no lo causaron las descargas enemigas sino el estrépito y tormento de la propia artillería del galeón.”

Los investigadores modernos, ¿dónde está el San José?

Los mejores investigadores náuticos del mundo trataron durante muchos años de identificar, mediante los registros de archivo, la posible área del combate y así aproximarse al lugar del hundimiento del San José. Los investigadores se dividieron en los que se guiaron por los relatos de los españoles y los que optaron por las bitácoras de las naves inglesas. La versión española, documentada en los archivos de Sevilla (AGI) y de Simancas, refiere la rigurosa investigación subsecuente al hundimiento, en cabeza del Gobernador de Cartagena y las autoridades peninsulares. El problema con esta ruta de indagación radica en que las otras 16 naves españolas estaban lejos del San José, a varios kilómetros, y no pudieron observar, en la oscuridad de la noche, el hundimiento. Wager en cambio estaba “a medio tiro de pistola” (40 metros), tan cerca que le cayeron trozos de madera encendidos y una gran ola cuando, al producirse la explosión, se le abrieron los costados al San José, mojando así la nave del Comodoro.

Los expertos lo buscan

 

1. Robert Marx es un muy reconocido investigador náutico y arqueólogo subacuático, autor de más de 64 libros y quien ha documentado cerca de 28,500 naufragios en todo el mundo. Marx solicitó y obtuvo aquí el 2 de febrero de 1972 un permiso de exploración para “localizar especies náufragas” dentro de una amplia área, frente a la entrada de Bocachica, desde los bajos que limitan las Islas del Rosario hasta la altura de los Bajos de Sal medina. Ver mapa.

Dr. Gene Lyons

Jack Haskins

2.  Dos de los mejores investigadores de naufragios del mundo son Jack Haskins y el doctor Gene Lyons, de fama internacional, célebres por haber encontrado en los archivos de Sevilla el sitio preciso donde se había hundido el galeón Nuestra Señora de Atocha, cerca de Cayo Hueso en la Florida. Estos dos investigadores fueron los cerebros que determinaron en 1980 el área de interés donde debería buscar el San José Glocca Morra Inc., la antecesora de Sea Search Armada. El área de la denuncia de 1982 de Sea Search Armada aparece en el mapa.

Dr. Jorge Bendeck Olivella

3. El doctor Jorge Bendeck Olivella, destacado exministro, historiador y autor de una de las mejores obras sobre la Capitana, El Galeón Perdido, ¿Dónde esta el San José? nos da unas muy buenas pistas de la posible ubicación del San José. Después de un minucioso análisis de la batalla, concluye el Dr. Bendeck que el galeón se hundió, seguramente, muy cerca de la Isla del Tesoro, ligeramente al noroeste.

La doctora Carla Rahn Phillips

4. La doctora Carla Rahn Phillips, distinguida profesora de la Universidad de Minnesota durante más de 40 años, asesora del Gobierno del presidente César Gaviria sobre el San José, escribió un maravilloso y completísimo libro El Tesoro del San José resumiendo su magistral investigación en los archivos.

5.   Tommy Thompson fue quien encontró y recuperó en 1988 tres toneladas de oro proveniente de un barco de vapor hundido en 1857 durante la fiebre del oro de California.

En 1993 su empresa Columbus Exploration Inc., en asocio con el reconocido industrial y líder gremial, el doctor Fabio Echeverri Correa (q. e. p. d.), ganaron la licitación para verificar si dentro de las coordenadas de Sea Search Armada de 1982 estaba el San José. El Dr. Echeverri fue indiscutiblemente uno de los mejores expertos que tuvo Colombia sobre el San José con amplísimos conocimientos y quien fue miembro distinguido de la Comisión de Antigüedades Náufragas durante varias administraciones.

Estudio de la Dra. Phillips y el Naval War College, Newport, R.I.

La profesora Phillips, en asocio con dos distinguidos catedráticos del Naval War College en Newport, Rhode Island, John B. Hattendorf y el Capitán Thomas R. Beall, hicieron un interesante análisis sobre el hundimiento del San José basado en las bitácoras de la flota inglesa. Esta tarea enfrenta serias dificultades de diferentes índoles, dos en particular. No se sabe con ningún grado de certeza si la declinación magnética (de cerca de 10 grados) ya la habían incorporado los ingleses a sus mediciones; si trabajaban con el norte magnético o con el geográfico. Adicionalmente, quizás el mayor reto que presenta este análisis de posicionamiento, consiste en identificar los puntos de referencia o arcifinios que utilizaron los ingleses cuando rondaron frente a las Islas del Rosario y San Bernardo. La primera referencia es muy clara, el cerro de La Popa, como punto de localización geográfica; los ingleses lo escribían de diferentes formas burlonas, “Signor La Pappa” o “Mother La Pope”, en clara referencia sarcástica a su Santidad el Papa. Se complica seriamente la interpretación de las bitácoras con las diferentes nomenclaturas inglesas de hace trescientos años para la península de Barú y las Islas del Rosario. Utilizaron “Brew” “Brue” “Barue” “Bara y “Little Bara”, “Little Brew”, “Little Brue” y varias otras variaciones y combinaciones con- fusas, como llamar “Friends Islands” tanto a las Islas del Rosario como las de San Bernar- do. Nada fácil.

La profesora Phillips y sus ilustres colaboradores del Naval War College, letrados analistas de estos temas náuticos, decidieron, ante semejante dilema, utilizar la lógica y designar “Little Brue” a la parte más alta de la península de Barú (75 msnm) en la punta sur. Tiene mucho sentido esa suposición pues es un punto fácil de identificar a grandes distancias, pero ciertamente esta caracterización carece de todo sustento histórico en los mapas de la época. Sospecho sin embargo, que les ha debido haber sonado una o varias alarmas cuando, al trazar sobre el mapa las ubicaciones de las naves inglesas, el mismo día de la batalla a las 6:00 de la tarde, la nave de Wager, el HMS Expedition, se ubicaría en tierra sobre Isla Grande donde hoy queda el Acuario de Rafa Vieira. El calado del San José era de 11.75 codos o 4.90 metros, eliminando cualquier posibilidad de que estuviese merodeando medianamente cerca a Isla Grande. Imposible. La bitácora del Expedition lo ubica en plena batalla, a las 6:00pm, a 2 leguas (11 kilómetros) al EpS (101.25°) de “Little Brue”. ¿Dónde quedaba “Little Brue”?

Análisis de la Dra.  Phillips del área más probable del hundimiento:

“Little Brue”

De todos los relatos sobre la batalla del hundimiento del San José, muy posiblemente el mejor y más completo es el hecho por el propio Wager en su diario suministrado al Almirantazgo. No se entiende, pero parecería que la profesora Phillips no supo de la existencia de este fundamental documento pues no lo incorporó en su análisis. El diario de Wager nos aclara muchas dudas, pero primordialmente es muy importante porque se refiere a las Islas del Rosario como las “Brue”. Dice el Comodoro:  “… gave c hase to the galleons without hopes of being near them before night, but they, finding they could not weather the Brue, tacked and stood to the Northward with an easy saile not endeavoring to go from us, but drawing into a sort of line of battle”. La flota debería virar hacia Bocachica al cruzar las islas del Rosario: “…weather the Brue”, primera gran clave.

El Mapa de Popple

Existe un muy revelador mapa inglés de 1731 del cartógrafo Henry Popple subastado recientemente, donde figura Isla Grande como “Grand Bara” y la Isla del Rosario como “Li-ttle Bara”. Esta es, sin duda alguna, la piedra de Rosetta que descifra las bitácoras.

Fragmento del mapa de Popple.

 

La doctora Phillips y los expertos del Naval War College hicieron un magistral análisis de las bitácoras inglesas en su afán de entender la batalla pero, tristemente, se equivocaron por 11 kilómetros, la distancia entre el cerro de 75 metros de la península de Barú y la Isla del Rosario. Así las cosas, el ultimo posicionamiento preciso que existe del Expedition, fue a las 6:00 pm, en plena batalla y estaba a 11 kilómetros al oeste de la Isla del Rosario. El San José explota y se hunde hora y media más tarde, impulsado por un moderado viento del NE el cual, unido a la corriente prevalente, los debió desplazar a entre dos y tres nu- dos, al occidente, durante el combate, unas seis millas.

Fragmento de la bitacora del Expedition 1708.

¿Dónde está el San José?

Analizadas las bitácoras de Wager en base a lo aquí relatado y utilizando modelación de computador tipo “RENAV” se generó en el 2009 un área de alta probabilidad donde puede estar el hundimiento del San José, según el autor, y aparece en el plano, discrepando así con los distinguidos expertos y amigos. Parecería que Jack Haskins (QEPD) y el doctor Lyons estaban en la pista correcta y que las coordenadas de Sea Search Armada no están nada lejos de donde descansa ese icónico naufragio.

Mapa que muestra las diferentes propuestas donde podría estar el galeón San José, hecho para el programa de TV Zona Franca Julio 9, 2017.

El diario digital argentino Infobae afirmó en enero 18 del 2018 haber tenido acceso exclusivo a las coordenadas en las que el Gobierno habría encontrado los restos del San José, con el apoyo de la firma Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI). La distancia entre los dos puntos, afirma Infobae, es de unas 3,24 millas náuticas y se localiza en las coordenadas 76º 00’ 20’’ W 10º 13’ 33’’ N. No se ha confirmado la autenticidad ni la veracidad de estas coordenadas.

La distancia entre el lugar que dijo Sea Search Armada que estaba el galeón en 1982 (punto rojo) y el lugar donde dice que está INFOBAE (punto verde)

Pronto se sabrá quién estaba en lo cierto.

La curvatura de la tierra, ¿posibles testigos del hundimiento?

Si suponemos que efectivamente las coordenadas del diario argentino Infobae son correctas y el estudio aquí relatado parecería indicar que así lo es, el galeón San José estaría muy cerca del limite de nuestro mar territorial y aproximadamente a cerca de 22 kilómetros de la Isla del Rosario, a 33 kilómetros del cerro mas alto de la isla de Barú, el que la profesora Phillips llamó “Little Brue” y a 55 kilómetros del Cerro de la Popa.

Para analizar la posibilidad de si alguna persona en tierra pudiese saber dónde estaba el San José en el preciso momento de la explosión, a las 7:30 de la noche, debemos utilizar una elemental formula de trigonometría implementando el teorema de Pitágoras, el radio de curvatura de la tierra (6.371 km) y la altura sobre el nivel del mar del observador. Debemos también tener en cuenta que esa noche del 8 de junio de 1708 el sol se puso a las 6:28 pm, era una noche oscura y sin luna, tal como el propio Comodoro Wager en su informe nos relata: “…el combate contra los galeones… el cual no podría yo juzgar bien, siendo una noche oscura desde que comenzamos a enfrentarlos…”. Mas adelante afirma: “…me asistieron (el Kingston y el Portland) en tomar la Contraalmiranta (galeón Sata Cruz) quien se rindió a eso de las 2 de la madrugada, la luna saliendo en ese momento, ella (el galeón) flotando como un tronco en el agua…” (subrayado y negrilla fuera de texto). Así las cosas, la primera pregunta es ¿si alguien pudiese haber visto desde tierra el destello de la explosión del San José estando en cualquiera de los tres puntos arcifinios mencionados? La respuesta es rotundamen- te no: para un observador imaginario en el cerro de la Popa a 148 msnm el horizonte, la distancia limite de visibilidad es de 43.5 km y el San José estaría a 55 km. Desde el cerro en Barú a 75 msnm el limite de visibilidad es de 30.9 km y estaba el San José a 33 km y por último, un observador en la Isla del Rosario a 1.70 metros de altura tiene una distancia de observación, por la curvatura de la tierra, de 4.7 km, estando el San José a 22 km.

Formulas matemáticas para calcular la visualizacion maxima en el horizonte.

La segunda pregunta hipotética es ¿si alguno de los sobrevivientes del San José (7 según los in- gleses, 11 según otras fuentes) que estuviese de servicio como atalaya (vigía) en la cofa, a unos 15 metros de altura, podría haber visto tierra para poder así identificar el sitio del hundimiento? Su distancia límite de visibilidad sería de 13.8 km, la mitad de la distancia a la Isla del Rosario, así que la respuesta es negativa. Este elemental análisis nos confirma que no existió posibilidad de que en esa noche oscura y sin luna, alguien, en tierra o en una cofa, del San José o del Expedition, hubiese podido saber con algún grado de certeza, la ubicación del naufragio. ¿ Y un marinero en alguna de las otras 19 naves en combate, que estuviese a mitad de distancia entre la Isla del Rosario y el San José? Tampoco, pues si estuviese a 5 metros de altura en su barco el marinero, tan solo podría ver a 8 km, es decir que estaría a 14 km del San José (8+ 14= 22 km). A esa distancia de 14 km, de barco a barco, la distancia limite de visibilidad es de 11.3 km. Ese marinero no podría ver la isla del Rosario y el San José al mismo tiempo. Conclusión: nadie que hubiese participado en los combates o en tierra ese 8 de junio de 1708 pudo saber con ningún grado de certeza donde se hundió el San José. Nadie.

*Daniel De Narvaez es ingeniero de minas e investigador náutico, con estudios de paleografía e investigación de archivo, Director del Professional Marine Explorers Society, ha sido consultor de varios proyectos de especies náufragas.

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