El ascenso de Trump demuestra que si un individuo de esta calaña será presidente de EE. UU. por segunda vez, cualquier persona puede hacerse con el poder en la superpotencia mundial. La vox populi vox dei es una falacia completa, prueba de la inexistencia divina, pues ningún ser omnipotente y omnisciente debería permitir que tanta gente pueda votar por un ser tan despreciable y ruin.
Ascender al poder con el apoyo popular. Y consolida una vez más mi teoría de que si los estúpidos volaran, la luz del sol nunca se vería.
Los principales medios de comunicación califican a Donald Trump de «populista», en vez de ver el peligro que representa para el mundo entero. Todos los políticos son populistas, es una condición imprescindible, sin populi no hay triunfo electoral.
Trump es un ignorante con plata, pero dicen que si la fortuna que heredó la hubiera dejado quieta en un banco sería diez veces mayor a los 3000 millones de dólares que hoy ostenta. Lo que habla categóricamente de su poca habilidad para los negocios, de su falta de inteligencia.
Pero es una tragedia para los pobres, los negros, los inmigrantes latinos de toda condición, incluso los millones que votaron por este red neck inculto y déspota, con la potestad de desatar una conflagración que terminaría con el género humano en muy poco tiempo. Trump es una mezcla mejorada de Hitler y Mussolini, veamos las razones:
1-Ultranacionalismo y supremacía blanca.- Trump deshumaniza a los negros, a los inmigrantes, a musulmanes y a las inmigrantes latinoamericanas. Y corteja al Ku Klux klan, a la sociedad del rifle y otros neofascistas. Deportará masivamente a indocumentadas, tendrá campos de detención en la frontera sur y completará el muro fronterizo.
- Darwinismo social.- Cree que la raza superior debe exterminar a las débiles, Trump insiste en que el mundo es una competición feroz, tanto en negocios como en política. Elogia a Vladimir Putin o Kim Jong-un, que destilan poder y dominio. Se ha jactado de “robar” el petróleo de Siria. Se ve a sí mismo como «inteligente». Desprecia a no blancos. Los presenta como traficantes de drogas, delincuentes, violadores y procedentes de “países de mierda”.
- Culto a la personalidad e histeria de las masas.- Trump, se cree el «salvador», protector contra «izquierdistas radicales», «globalistas» e influencias extranjeras. Exige de sus seguidores lealtad incondicional. Casi 2/3 de sus partidarios le apoyan con delirio. Por ejemplo: las gorras MAGA (Make America Great Again) son un tesoro para ellos.
- Bulos y teorías conspirativas. Desde que ganó en 2016 habla de su post verdad. Mintió diez veces al día. Su teoría conspirativa de extrema derecha “QAnon” afirma que las élites dirigen una red global de pedofilia. Sus seguidores lo creen y les calificó de «personas que aman a nuestro país». Tiene 95 millones de seguidores en X y unos 57.000 twiters. El propio Musk, de sus principales propagandistas, tiene 157 millones de seguidores y desde finales de 2013 tuiteó 38.000 veces. Cuenta con Fox News, de los canales de televisión más influyentes de EEUU.
- Eliminar a los adversarios y a la oposición.- Así como Hitler arrasó a la oposición, sindicatos y voces críticas usando a Sturmabteilung (SA), a las Schutzstaffel (SS) y Mussolini a sus Camisas Negras para intimidar, apalear o asesinar a las y los opositores políticos, como comunistas y socialdemócratas, Trump perseguirá a sus enemigos políticos, atacará a periodistas y usará el ejército contra alborotadores o manifestantes. Quiere abolir los más altos cargos del gobierno para obrar a su antojo. Despedirá a unos 50.000 funcionarios públicos y nombrará a la mayor cantidad posible de jueces afines. Y pretende controlar las instituciones independientes y suprimir las subvenciones en caso necesario.
- Anticomunismo.- Los comunistas llenaron los campos de concentración, considerados enemigos del Estado a quienes había que exterminar por completo. Los Camisas Negras de Mussolini atacaron y asesinaron a integrantes de organizaciones comunistas y socialistas. La agresión de Hitler contra la URSS dejó 27 millones de soviéticos y 3-4 millones de soldados alemanes muertos.
Trump utiliza el término para atacar a sus adversarios políticos y las ideologías a las que se opone. La lucha contra la “tiranía en el extranjero” es inútil mientras no se derrote a los marxistas “en casa”. Ataca sobre todo a Cuba, Venezuela y China. En su anterior mandato las relaciones con estos países fueron muy duras. Y seguirá en las mismas.
- Militarismo.- Los grupos paramilitares en EEUU hoy tienen unos 50.000 miembros, sobre todo supremacistas blancos y extremistas de derecha y neofascistas. Poseen armas pesadas. A menudo violentan a los manifestantes. Trump ha anunciado planes para desplegar militares contra manifestantes y migrantes. Movilizará tropas federales a las ciudades demócratas. Su lenguaje fomenta el culto a la violencia. ”Podría pararme en la Quinta Avenida, disparar a alguien y no perdería ningún votante», dijo en 2016.
- Guerra e imperialismo.- Trump quiere restaurar la grandeza gringa, impulsando un gasto militar significativamente mayor. No renovará el Tratado START, que restringe misiles de largo alcance y expira en 2026. Su ministro de Defensa tiene tatuajes que hacen referencia a las Cruzadas y quiere bombardear a Irán. Su asesor de seguridad, Mike Waltz, afirma que deben prepararse para una guerra con China e Irán. Su nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Marco Rubio, quiere invadir Venezuela y frenar la influencia de China en América Latina. El enfrentamiento con China exige liberar recursos para Asia. Por eso la guerra en Ucrania podría terminar.
- Apoyo del capital.- Donald Trump cuenta con destacados multimillonarios. Por ejemplo, Schwarzman, el director de Blackstone, una de las mayores empresas de inversión del mundo. Otro es John Paulson, conocido gestor de fondos de cobertura y Elon Musk, el segundo hombre más rico del mundo, recompensado con puesto en el gabinete de Trump. Debido al estigma histórico del fascismo, sus defensores suelen ocultar o camuflar su ideología. Mark Milley, el general de más alto rango durante su primer mandato lo califica como “fascista hasta la médula» y «la peor amenaza para este país». Así que soldado avisado no muere en guerra. Lo que viene son cuatro años de infamia para el 3er mundo y América Latina está en dicho grupo.