El error de haber votado por el NO: Las Farc son los que más sacan partido.

El error de haber votado por el NO: Las Farc son los que más sacan partido.

Timochenko salió fortalecido del resultado del plebiscito

Por: Camilo Ernesto Insuasty Obando
octubre 23, 2016
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
El error de haber votado por el NO: Las Farc son los que más sacan partido.

En estos momentos no solo la “paz de Santos” como la catalogaron algunos está en el limbo, también lo está “la paz sin impunidad de Uribe” y mientras estos dos personajes que gobiernan el país desde el 2002 miden pulsos, las Farc por su parte están en el palco de espectadores, sacando el mayor provecho. Y es que salir a votar con el impulso del sentimentalismo, el patriotismo, la indignación, el miedo, el egoismo o porque simplemente Santos no me agrada es materia suficiente para una buena novela de suspenso, más no para enderezar las riendas de un país herido.

Debemos empezar por referenciar el error antes del error y es que el mismo plebicito como tal fue un desacierto por parte del gobierno Santos. Dejar una deición tan trascendental a la voluntad de una población apática a la participación democrática y para colmo de males desinformada no deja como resultado otra cosa diferente a la que estamos viviendo: una tormenta de incertidumbre. Y es que mientras el SÍ y el NO se sacaron una estrecha ventaja en favor a la segunda opción, el abstencionismo ganó con honores, y quizá eso sea lo más grave, al menos por el momento.

Pero lo hecho hecho está, ganó el NO y eso constituye un error garrafal, no porque la gente, desinformada o no, no tuvieran derecho a votar según su criterio, sino porque votaron ignorando que posibles consecuencias traería consigo, consecuencias incluso que jugarían en contra de lo que demandan los del NO. Votaron con pasión, con euforia para desterrar el castrochavismo de una vez por todas pero la realidad como muchas veces dista de la pasión humana.

 

Los mismos de siempre

Muchos ciudadanos de los que votaron por el NO manifiestan que ni Álvaro Uribe ni su partido el Centro Democrático (siempre me ha parecido curioso ese nombre) y otros peculiares personajes los representan. Pues bien, estos ciudadanos no previeron que quienes llevarían la batuta y recibirían oxígeno político con sus votos serían los mismos de siempre: ¿Ándres Pastrana? Sí, el mismo que despejó no sé cuántos kilometros para la guerrilla, me pregunto qué es lo que el quería obtener del Caguán, teniendo en cuenta que éste actual proceso es por lo menos mucho más serio y sólido. Ahora, gracias al NO, está de vuelta al ruedo, tomándo tintico en el palacio, preocupado por el país. ¿Martha Lucía Ramírez? Sí, bueno, ella. ¿Alejandro Ordoñez? Un procurador que descaradamente se dedicó paralelamente a lo que su cargo le exigía, a hacer política, y no cualquier clase de política, política con biblia en mano, y es que él es como se autocataloga: como un hombre de Estado… Laico, bueno, lo segundo como que lo ignora.

La perla de la corona viene con el caudillo moderno Álvaro Uribe, quien dijo que no se reconocía como artifice de la victoria del NO pero por fuera de discurso, o de micrófonos, está listo para asumir su papel como procer de los que votaron por el NO. Y es en este punto donde el haber votado por el NO es un error de dimensiones gigantescas, gingantescas como el ego y la mezquinidad de Luis Fernando Londoño, otro de los mismos de siempre que sacan tajada con la victoria del NO.

Y no es que se trate de desconocer el mandato que dictó la democracia, sino de quienes son los que llevarán ese mandato. La paz “sin impunidad” del caudillo Uribe es un espejismo que se cae sobre su propio peso, principalmente porque Uribe no puede hablar de impunidad, la cual ha gozado. Me parece muy curioso que Uribe, el de los pantalones bien puestos, el gamonal, el impetuoso, el patrón de esta enorme finca llamada Colombia se rehuse una y otra vez a sentarse de frente con la guerrilla. La razón es más sencilla de lo que pueda parecer, Las Farc no aceptarán (y se lo dirían en la cara) ir a la cárcel si los financiadores e ideólogos del paramilitarismo no lo hacen también, la pregunta es, ¿estarán dispuestos los del segundo bando nombrado a acompañar a la guerrilla en la Picota,o al menos en una finca? Sería bastante curioso si compartieran celda, también sería insumo suficiente para una novela, no de suspenso, quizá de comedia, o tragicomedia, pero de nuevo, la realidad dista de la utopía.

Habrá quienes digan que el paramilitarismo quedó desmantelado en la era Uribe, Paloma Valencia, (otra de los mismos apellidos de siempre) sería la primera en afirmarlo con retrato de Jesucristo Vélez bajo el brazo, pero lo cierto es que ni está desmantelado ni sus padrinos políticos han dado la cara, salvo a las malas como Santiago y Mario Uribe.

Sin quererlo, Uribe está jugando en un terreno espinoso que lo puede acorralar a él mismo, entre sus pecados y ambiciones. Si Santos fuera tan malo y traidor como los seguidores del caudillo proclaman a los cuatro vientos, no tendría inconveniente alguno en dejar esta papa caliente, que está quemándo, en manos del uribismo, quizá en manos de Cabal, (en ese caso que triste por la papa) y de esta forma el uribismo tendría un factor de presión sin precedentes: la comunidad internacional, ya sea castrochavista o yankee-europea. Y el factor interno, millones de personas que no aceptaremos que el regreso de la guerra con las Farc sea una opción.

Las Farc, los mayores beneficiados con la victoria del NO

Si usted ciudadano que votó por el NO quería derrotar a las Farc, la forma más práctica era en las urnas, concediéndoles la muerte política, para ese punto ya habrían dejado sus armas y miles de sus combatientes se habrían desentendido de su antigua vida, de la causa de mil años, del luchar contra una oligarquía omnipresente para ahora recuperar su vida familiar. Dudo mucho que Timochenko sea elegido presidente por vía del voto popular, hasta él mismo debe saberlo, pero esa vía de coexistir o luchar contra las Farc (la vía de las urnas) era la más factible, la más realista, nos permitiría dejar un poco lo Banana Republic y ser un poco más como Irlanda, que negoció con el IRA después de una guerra tan larga como la nuestra (es que como acá muchos quieren ser pseudoeuopeos, ¿cómo dejar pasar la oportunidad?).

Porque la otra vía que queda ya la conocemos muy bien, la conforntación armada, que entre otras cosas no deja nada aparte de falsos positivos, desapariciones, masacres, cilindros bomba, voladura de puentes, de oleoductos, desplazamiento, incertidumbre económica y demás perlas que dudo mucho queramos volver a vivir, incluso si usted votó por el NO.

Por su parte Las Farc son los mayores beneficiados con la incertidumbre política que dejó el 2 de octubre. Perfectamente ellos pueden darse el lujo de decir: -Nosotros manifestamos nuestra voluntad de paz, nos sentamos con el gobierno 4 años y teníamos vista al mar, medio país apoyó los acuerdos, (bueno el 18%) y medio país los rechazó (bueno el 18.5%)-. Si la guerrilla vuelve al monte a perseguir su sueño de tumbar lo intumbable, la comunidad internacional tendrá en cuenta lo acontecido y las Farc ganarían legitimidad política, algo que no les caería nada mal, por más de que sus intenciones no sean volver al monte, sin embargo con Uribe como redentor de la democracia… maestro, nada se sabe.

 

Ni castrochavismo ni invasión homosexual

Otro error en la cadena de errores fue la irresponsabilidad de manipular gente manipulable con fines políticos, que el castrochavismo se avecinaba y les expropiaría las fincas imaginarias de unos y las malhabidas de otros, que le van a entregar el país de los Ardila lule, los Santo Domingo, los Santos, los Uribe, los Valencia (los de una mitad del Cauca, la más blanquita) a lafar (Las Farc en acento de caudillo) con 10 curules de más de 100 que hay en el congreso; que vamos a terminar haciendo fila para comprar harina; que la gente se va a morir de hambre. Bueno, si es por eso, acá ya hacemos fila para PEDIR atención a las EPS, es más, incluso hay quienes mueren haciéndo dichas filas o ni siquiera alcanzan a que les abran la puerta del hospital.

Por otro lado, la gente en realidad si se está muriéndo de física hambre, es más, los niños son los que lo hacen, y no solo de hambre sino de enfermedades curables. Es que eso del socialismo si es obra del mísmisimo Blecebú, ¿cómo así, que esto no es socialista?, ¿entonces por qué se mueren los niños de hambre?.

Pues bien, esa canallada de estrategia de hacer pensar a la gente en países como Venezuela o Cuba para distraerlos y que no piensen en países como por ejemplo, COLOMBIA, en donde un día de guerra con las Farc cuesta no sé cuántos billones de pesos, traerá consecuencias políticas para Uribe y sus buenos muchachos, como el asesor Vélez Uribe (parece que si se cambia la posición de los apellídos se es propenso a decir la verdad) consecuencias que no sé cuánto tiempo demorarán.

Otra canallada fue hacer creer a miles de personas que la “ideología de género” se tomaría el país, de eso se encargaron el exprocurador y hombre de Estado… laico hasta cientos de charlatanes con corbata designados por, según ellos, Dios, quienes en sus garajes que no pagan impuestos se les dijo a la gente ni más ni menos que el homosexualismo se tomaría Colombia en donde los niños irían en falda al colegio, ahora Belsebú se quedó corto ante tanto nivel de maldad.

En resúmen, entre ciudadanos con razones legítimas para votar por el NO, empresarios mezquinos que nos sonríen por televisión para que les llenemos los bolsillos, religiosos paranóicos, hacendados con haciendas imaginarias y demás cometieron un gran error en lo que va de este particular siglo, el error no fue haber votado por el NO, el error fue darle oxígeno político a los mismos viejos dinosaurios de siempre (con el perdón de los dinosaurios de verdad, que fueron animales honorables), oxígeno y protagonismo a la misma clase política que poco o nada le interesa si usted tiene cáncer y le asignan una cita para el 2018, o si usted debe sobrevivir con menos de $ 800.000 o un millón de pesos al mes mientras ellos tienen pensiones ex presidenciales (eso les alcanza para tomarse un tintico en el palacio) y sueldos de 27 millones como congresistas, y sí, quizá algunos miembros de las Farc vayan a ganar lo mismo, pero prefiero verlos disfrutándo lo mismo que disfruta su contraparte en la guerra, Uribe, que estén tomándose pueblitos alejados del poder central de Bogotá y volándo carreteras del enemigo, aunque es el pueblo el que sea el que tenga que tomar esas carreteras.

Se dejó pasar una oportunidad única, un comentario de un íngles, o gringo, bueno de un extranjero decía, traducido: “es que allá llevan medio siglo peleando, no pueden vivir sin pelear, está en su ADN” pues bien se dejó pasar la oportunidad de cambiar nuestra imagen y lo más importante, la oportunidad de que miles de colombianos que viven en medio de la guerra puedan vivir tranquilos, porque no es secreto que muchos de los del NO viven en ciudades, con plan de datos y de vez en cuando suben fotos a instagram. Hay por lo consiguiente tres escenarios posibles:

  1. Una constituyente en donde Uribe y las Farc saquen provecho.
  2. Que Uribe ceda y sea realista, no hay grupo armado que se siente a negociar para irse a la cárcel, y que él, con su firma, le arrebate a Santos, no el nobel porque ya no se puede, pero si el protagonismo.
  3. Que vuelva la guerra, ¿quién asumirá la culpa?

 

 

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