El destierro de la historia y la geografía de la escuela
Opinión

El destierro de la historia y la geografía de la escuela

Por:
mayo 25, 2015
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

Si nuestra historia es un acumulado de grandes desastres que nos han marcado como sociedad e impedido el progreso, la equidad y la democracia, la enseñanza de la historia y la geografía en nuestros colegios es un desastre mayúsculo. Hace dos décadas fueron prácticamente  desterradas de las aulas escolares.

En la educación primaria solo se destinan tres horas a la semana para dar cuenta de la historia y la geografía del municipio, del departamento, de la nación, de América y del mundo. En la secundaria, la situación empeora, pues los niños y jóvenes de sexto a noveno grado solo reciben dos horas semanales. En los grados 10 y 11 no se enseña historia ni geografía.

Una radiografía de la enseñanza de la historia en nuestro país, nos la legó el maestro Estanislao Zuleta:

 El bachillerato es la cosa más vaga, confusa y profusa de la educación colombiana. Es una ensalada extraordinaria de materias diversas (geografía, geometría, "leyenda patria", etc.) que el estudiante consume durante seis años hasta que en el examen de Estado o del Icfes se libera, por fortuna, de toda aquella pesada carga de información y confusión.

Paradójicamente, el bachillerato es una educación al mismo tiempo muy elemental y muy especializada. Tomemos el caso de la historia en el período de la Independencia. El estudiante tiene que aprender una cantidad de acontecimientos que son de detalle, yo diría que de especialistas. Tal es el caso de las batallas, de las que se estudia la ubicación de las tropas y sus generales, el ataque de los flancos, la ubicación y función de la retaguardia y la vanguardia, etc., con un grado tal de detalle que se necesitaría ser un especialista en historia y estrategia militar. En cambio, no se enseña qué fue lo que pasó desde el punto de vista histórico, que es lo que verdaderamente interesa a un estudiante de secundaria recién iniciado en el estudio de la historia de su país. Poco se dice sobre el tipo de sociedad de la época; cómo vivían los indios, los negros, los criollos, la nobleza; el tipo de tensiones y rivalidades que existían entre la nobleza terrateniente criolla y la  corona española. Lo que se enseña, por lo general, son los discursos, proclamas y frases altisonantes de don Camilo Torres, José Acevedo y Gómez, etc.

El detalle, la anécdota, el listado de presidentes y próceres sigue dominando la enseñanza e interpretación de la historia nacional. Igual cosa ocurre en el caso de la enseñanza de la geografía. A un estudiante de bachillerato le enseñan los afluentes principales de los grandes ríos como el Magdalena, el Cauca, el Amazonas, etc., y si no los aprende, puede llegar hasta perder el año. En cambio, no son fundamentales, ni se enseñan otros aspectos como por ejemplo qué significa, desde el punto de vista cultural, social y económico, ser del trópico y no de un país de estaciones o qué ha significado la montaña en la vida económica y cultural del país. Los sectores montañosos, donde no hay una aristocracia de la tierra sino campesinos y colonos y una particular distribución de la propiedad territorial en contraposición a la distribución de la tierra en la región de los grandes valles y los grandes ríos, tienen una conformación y un desarrollo económico y social diferentes. En una palabra, pensar la geografía no sólo como espacio, sino ante todo como condición de vida humana. Podríamos seguir examinando el conjunto de asignaturas del bachillerato y el resultado sería el mismo”. https://goo.gl/KIqVeQ

La enseñanza a profundidad de las ciencias sociales en la escuela ha sido reemplazadas por un enjambre de cátedras, que surgidas de una ley del Congreso o del capricho de un ministro de Educación, se han implantado sin ton ni son desde hace tres décadas. Los profesores de ciencias sociales no pueden enseñar el programa completo de Historia o de Geografía, pues deben atender la enseñanza de las manidas cátedras en las dos o tres horas de que disponen. El resultado es el mismo para todas: un decreto  que al cabo de uno o dos años quedan en el más completo olvido y abandono, a la espera de que se decrete una nueva cátedra, para cumplir con la ocurrencia de algún parlamentario en trance de hacerse celebre en su pueblo natal.

La triste historia del  abandono y desprecio por la enseñanza  de  la historia y la geografía empezó en 1984 con la cátedra Educación para la Democracia, en la recordada época de las palomitas y las banderitas blancas de paz del presidente Belisario Betancur.

Un buen día el Dane reveló al país las escalofriantes cifras de jóvenes estudiantes embarazadas y la tempranísima edad de iniciación de los niños y las niñas a la vida sexual. El escándalo fue mayúsculo. Todas las entidades que se ocupan de la moral y la higiene pública demandaron una  pronta y radical solución. La respuesta obvia no se hizo esperar: se instauró la Cátedra de Educación Sexual.

Luego se descubrió que la Expedición Botánica había sido un acontecimiento demasiado importante para la vida cultural y científica del país. Diligentemente el Ministerio de Educación ordenó que en todos los colegios del país se debería dictar la Cátedra José Celestino Mutis.

Las negritudes del país demandaron igualdad de derechos y la respuesta automática fue la Cátedra Afrocolombiana. http://goo.gl/ltUCTQ

Ahora mismo el país está ad portas de la implantación de dos nuevas cátedras: el gerente-propietario de los consumidores colombianos, el doctor Ariel Armel, logró que el Congreso aprobara la Cátedra por la Paz, la cual  duerme el sueño de los justos, pues la ministra Gina Parody, ocupada en zaherir  a los maestros y promediar su salario, no ha impartido aún la orden y el reglamento respectivo. Sera la resolución de siempre, el mismo cuento, el mismo fracaso anunciado.

Ahora también la izquierda quiere tener su cátedra: el senador Iván Cepeda, del Polo Democrático, acaba de presentar ponencia favorable para  “la creación de la cátedra de Ética y Democracia  Carlos Gaviria Díaz, en todos los colegios del país y la edición de un texto biográfico de Carlos Gaviria, que el Ministerio de Educación distribuirá de manera gratuita en los establecimientos educativos del territorio nacional.  El proyecto también ordena la instalación de una cabeza en bronce del exsenador Gaviria, en el Salón de la Constitución del Capitolio Nacional, y de una estatua en el Municipio de Sopetrán, Antioquia, cuna del jurista”. http://goo.gl/yoMBZa

Por eso andamos como andamos, con un presente envolatado y un futuro lleno de incertidumbres. Ataque va, bombardeo viene. Retaliación va, retaliación viene. La manida sentencia de que un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla,  no aplica en nuestro caso.

La construcción de una cultura de paz pasa por una obligada cita con nuestro pasado histórico. Es la única manera de reconciliarnos  Pero a nadie debe extrañar, que en lugar de aumentar el tiempo que se dedica a la enseñanza de la historia y la geografía y revisar los contenidos  de su enseñanza,  a un ingenioso joven tecnócrata del Ministerio de Educación  se le ocurra proponer la Cátedra del Posconflicto “en todos los establecimientos educativos públicos del país”. De llegar a ocurrir, que por favor el último apague la luz.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
¿En el 2021, un año más sin ir al colegio?

¿En el 2021, un año más sin ir al colegio?

De la vieja pizarra a la pizarra digital

De la vieja pizarra a la pizarra digital

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--