Y entonces el COVID-19 en Colombia: la cronología de una demora que mata

Y entonces el COVID-19 en Colombia: la cronología de una demora que mata

!El presidente Duque, tranquilo y muy orondo, no ha entendido lo que significan las palabras urgencia y emergencia!

Por: Ivan Coello Ángel
febrero 16, 2021
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Y entonces el COVID-19 en Colombia: la cronología de una demora que mata
Foto: Twitter @infopresidencia

Duque prometió 40 millones de vacunas que estarían inyectándose las primeras semanas de enero y solo llegaron 50.000 dosis para 25.000 personas a mediados de febrero. Cuando se creía eran reales los contratos que Duque había prometido para la adquisición de las vacunas, algunos de estos eran inexistentes.

Entonces, ahora Duque celebra sin haber vacunado a nadie, hace un desfile con calle de honor y se toma la selfi triunfal, orgulloso por haber traído las 50.000 vacunas, sabiendo que demorar un antídoto horas y días, es cuestión de vida o muerte en una pandemia que amenaza con aniquilar a la humanidad. La vacunas que llegaron por DHL el lunes 15 de febrero, caben en un pequeño conteiner. Recién el miércoles 17 de febrero empiezan las vacunaciones, me imagino que por las trabas del Invima.

¿50.000 vacunas para 25.000 personas? Desde hace una semana el mundo entero, menos Colombia, superaba en millones con vacunación al número de contagios. En Colombia, ni siquiera el primer pinchazo se había dado al segundo día de haber llegado las vacunas. Entonces, se le muere un ministro a Duque, y eso era como para que moviera cielo y tierra por traer las vacunas. Pero se gastó mucho dinero en glifosato, divertimentos y promociones publicitarias para mejorar la imagen del presidente.

La pandemia es como una guerra, el antídoto que da defensas al organismo de la gente, debió haberse traído desde el primer instante, porque una demora de horas o de días mata a miles. Es por eso que, al día de hoy, es Colombia el último país en recibir la vacuna, que llega en mínima cantidad, teniendo una mortandad total de 58.000 personas, ocupando por semanas entre el puesto #11 y #12 a nivel mundial en decesos por COVID-19 y el cuarto lugar en muertes en todo el continente.

Y justo cuando hay naciones que ya habían vacunado a millones de habitantes, Duque sale diciendo que la OMS lo felicitaba por tener el mejor plan de vacunación del mundo y decía chicaneando que sus neveras eran la muestra de que él estaba realizando el mejor plan de vacunación del mundo. Hasta ese momento nadie en Colombia se había  vacunado con su mejor plan de vacunación del mundo.

Ahí se le muere el ministro Carlos Holmes de COVID-19, y es justamente cuando Duque cuestiona a la vacuna rusa, que es la más barata y fácil de adquirir. Duque muestra su gran adquisición: las extremadamente costosas neveras para las vacunas y en ese momento se publica a nivel mundial la buena noticia de que la más efectiva vacuna es la rusa y esta no necesita refrigeración y se puede guardar en cualquier nevera casera si se lo desea.

La demora de las vacunas por culpa de Duque es por falta de previsión y despilfarro del dinero de los colombianos en otras cosas, como la onerosa publicidad para mejorar la imagen del presidente. Con parte de ese dinero se pudieron haber construido muchos hospitales y UCI, como lo hizo China desde los primeros días de la pandemia, dando como resultado construcciones en 10 días de unidades hospitalarias de gran nivel.

Y ahora que muchos siguen muriendo, vale la pena recordar que lo mismo ocurrió en Armero con el padre de Duque, cuando muchos miles ya habían muerto. "Alcanzamos a llegar a tiempo para rescatar sobrevivientes", era la excusa de este señor y los funcionarios del gobierno que le dijeron a los pobladores que se quedaran en Armero y que no estaba pasando nada grave, en medio de los rugidos y sismos del Ruiz que señalaban una inminente erupción. Justificaron que llegaron a tiempo para salvar sobrevivientes, para decir que eran eficaces. Entonces, se tomaban fotos con la niña moribunda Omaira, para chicanear sus actos de bondad y compasión. Entonces, se toman selfies, haciendo ver como un triunfo y como la salvación de toda Colombia a las 50.000 vacunas para 25.000 personas.

Y esperar días y horas es una cuestión de vida o muerte. Por la falta de inmediatez se murió el ministro Carlos Holmes Trujillo. Entonces, Duque y los medios lanzan su última justificación para celebrar: justifican la tardanza diciendo que un país desarrollado como Nueva Zelanda, recién recibía la vacuna el mismo día en que Colombia importaba las escasas 50.000 ampollas para 25.000 personas, cuando el total de muertes en Nueva Zelanda en toda la pandemia fue de 26 personas y en total ahora solo hay 46 contagiados en toda aquella nación.

Esperar días y horas es una cuestión de vida o muerte, y el presidente Duque, tranquilo y muy orondo, no ha entendido lo que significan las palabras urgencia y emergencia. Si se infarta alguien, si soy médico no dejo para mañana el esperar si vive o no vive, diez segundos de demora matan. Así mismo ocurre con el COVID-19.

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