En esta video columna analizamos el hecho bochornoso del enfrentamiento de Vicky Dávila y Hassan Nassar. Los han tenido un comportamiento bastante reprochable y parece que se esconde en esa relación problemas personales de tiempo atrás. Sin embargo, lo interesante aquí es los argumentos utilizados, y como este hecho ha logrado trascender y aligerar la presión sobre el presidente y su familia por el uso de recursos públicos con fines privados.
Haya sido o no una cuestión premeditada. A mi modo de ver no lo es. Lo cierto es qué, que ahora se hable de dicho enfrentamiento deja de lado el debate real sobre el desastroso gobierno en Colombia. Está claro que Iván Duque y su gobierno se encuentran completamente desconectados de la realidad política y social del país. Mientras su esposa, sus hijos y otros convidados van en avión pago con los impuestos de todos, a los niños del Chocó les toca un dulce. Mientras a Guaidó le prestan todo el apoyo, logística y recursos, a nuestros compatriotas en China se les abandona o se les atiende de forma displicente. Es es el desgobierno en Colombia.
En realidad, Colombia está muy lejos de ser una democracia y república. Cada vez más se asemeja a una monarquía que se renueva cada 4 años. En este caso tenemos dos floreros, Duque y su esposa, que no hacen más que pasearse con recursos públicos, mientras el poder se encuentra en otras manos. Si Iván Duque no es capaz de escuchar al pueblo y de gobernar, lo que debe hacer es irse. Convocar nuevas elecciones.
Por otra parte, confió en que nuestras movilizaciones y exigencias nos lleven a buen puerto. Es el momento de construir una Colombia democrática, justa y de progreso.