Así responden los joviales, parranderos e irresponsables cerditos cuando el lobo quiere engañarlos con una piel de oveja mal puesta sobre su lomo en la animación que hizo Disney sobre el popular cuento infantil a principios del siglo pasado. Y así le dirán los joviales, parranderos y poco responsables colombianos a Germán Vargas Lleras en las elecciones presidenciales ahora que le dio por hacerse pasar por independiente lanzándose por firmas para ocultar su pútrida esencia que se refleja en su partido político: Cambio Radical (del cual es dueño y señor desde hace 14 años).
14 años en que Cambio Radical ha acumulado un prontuario criminal que envidiarían peligrosos carteles mafiosos (en este interesante artículo se detallan las gestas de sus miembros): alcaldes, gobernadores, senadores y fiscales, acusados o condenados por delitos que van desde el robo hasta el asesinato, pasando por corrupción, apoyo a grupos paramilitares, sobornos, cohechos, peculados, y cuanto delito aparezca en el Código Penal.
Los medios de comunicación maquillan al lobo Vargas, y nos lo quieren meter por los ojos con un bombardeo constante de publireportajes que llevan una carga de lambonería extremadamente empalagosa y grotesca. Si quiere ver unos ejemplos busque en Google noticias de este señor entre el 2014 y el 2016 y encontrará titulares como: "Germán Vargas se desmaya por exceso de trabajo", "convoca marcha contra la reforma tributaria", "el gran ejecutor", "el constructor", "el obrero", "entrega 200 casas aquí y otras 80 allá".
Pero tan feo es este lobo que ni todo el maquillaje les sirvió para tapar la ineptitud de este “gran estadista” que dejó a medias y abandonadas obras por doquier como las del túnel de la línea, la ruta del sol y la navegabilidad del río Magdalena. Este “líder audaz” nunca se dio por enterado del perfil de los políticos a los que el dio el aval y luego los encanaron por torcidos. Este “gran jefe” que corrige a sus subordinados a punta de coscorrones. Este “candidato independiente” que es descendiente de generaciones de politiqueros que desde los tiempos de la colonia cambiaban oro por espejos y fueron inculcando y enriqueciendo sus mañas a las generaciones vargaslleristas venideras. “El caudillo” que se unta de pueblo y no oculta ni ante las cámaras el asco y la incomodidad que eso le causa.
Los poderosos de este país le jugaron a la carta equivocada, Germán no es el man y seguramente esta historia terminará como en el cuento, con este lobito quemado en las elecciones del 2018, acurrucado al lado del que diga Uribe lamiéndose las heridas ampolladas que le quedaran en el trasero por pasarse de vivo y prepotente.
Les paso el link del cuento y me disculpo por la ridiculización del lobo al compararlo con este señor. El lobo al que me refiero es al personaje de esta animación de Walt Disney, quien por cierto, en la misma película ridiculizó y caricaturizó al judío en otro de los disfraces que usó nuestro personaje animado para engañar a los cerditos, creo que el viejo Walt quedó debiendo un par de disculpas.
